abril 19, 2017
El conflicto ha dejado casi 3,5 millones desplazados y 1.3 millones de refugiados. Con tanta gente fuera de sus casas, la tierra no puede trabajarse quedando miles de hectáreas arrasadas y enormes pérdidas de ganado. A esto hay que sumar la creciente dificultad en el acceso al agua, a veces, totalmente imposible. Con poca producción de alimentos y el transporte amenazado por los enfrentamientos, los precios de la comida se han disparado hasta alcanzar una inflación del 800%. A día de hoy, cuatro millones de personas se encuentran en una situación de emergencia alimentaria.
La realidad de Sudán del Sur se traduce en una situación crítica de los derechos fundamentales de los niños y niñas del país, sobre todo en sus derechos a la salud, a la protección y a la educación. En este momento, según UNICEF, más de 1,1 millones de niños y niñas (más del 40%) sufren de desnutrición aguda. Estos niños están expuestos de manera continua al riesgo de ser reclutados por los grupos armados, a situaciones de violencia sexual o explotación, quedando sin acceso a una educación.
Lo más preocupante es lo que diferencia a esta hambruna de otras. Y es que el hambre que sufren ahora mismo millones de personas es hambre inducida. Es decir, no ha derivado especialmente de una sequía ni de una plaga, sino de algo más destructivo aún, el ser humano. En Sudán del Sur, las tensiones etnias se ven agravadas por una disputa política entre el presidente y ex-vicepresidente, pertenecientes a distintas etnias. Además, como telón de fondo, está el ansia por las enormes reservas del petróleo que posee el país.
Como respuesta, la alianza ChildFund ha lanzado un llamamiento de crisis alimentaria en África, y se encuentra trabajando con socios locales para proporcionar ayuda a las comunidades más afectadas. Tenemos claro que la situación requiere intervención inmediata, y que no podemos ni debemos esperar para que esta situación alcance la repercusión mediática necesaria para que la crisis sea tomada en serio por la comunidad internacional. Por esto desde Educo, como miembro de la Alianza ChildFund, queremos dar voz a lo que está sucediendo en Sudán del Sur.