Cuando una crisis golpea y todo se altera, lo primero que se suspende y lo último que se restablece es la educación. Sin embargo, el derecho a la educación sigue siendo inalienable y, por tanto, debe garantizarse.
En el mundo 78 millones de niños y niñas no están recibiendo educación por culpa de crisis y emergencias. En las crisis prolongadas generaciones enteras se quedan sin formación y protección.
222 MILLONES
de niños y niñas viven en contextos de crisis humanitaria.
1 DE CADA 5
niños y niñas viven en países afectados por conflictos.
69 MILLONES
de niñas que viven en contextos de emergencia no están escolarizadas.
En una emergencia humanitaria la educación ha de ser prioritaria para el bienestar de la infancia porque no solo garantiza que los niños y las niñas siguen aprendiendo, también significa que tienen acceso a un espacio en el que están protegidos, alejados de peligros como la trata, la explotación laboral, los matrimonios forzados o los reclutamientos como soldados, y donde pueden jugar y compartir una rutina con sus iguales.
En contextos de crisis, la educación no es percibida tan importante porque no compromete la supervivencia de la infancia, como la comida o la atención médica, pero sin ella se priva a la infancia de un derecho clave y de una herramienta básica para construir su futuro.
Garantizar el derecho a la educación de la infancia es crucial, especialmente en los lugares donde hay guerras, crisis y conflictos. Sin educación no podemos construir una sociedad justa y equitativa. La educación no puede parar porque es un derecho urgente, salva vidas y proporciona un futuro.
Cura: durante un conflicto, proporciona normalidad, rutina, estabilidad y esperanza.
Protege: reduce las probabilidades de que los niños y niñas sufran explotación sexual o económica o sean reclutados por grupos violentos.
Empodera: ayuda a adquirir capacidad de liderazgo, autosuficiencia y resiliencia, y promueve el emprendimiento.
Es siempre un derecho urgente que no puede verse interrumpido. Sin educación, los niños y niñas afectados por una emergencia se encuentran con más dificultades para salir adelante.
En los últimos 4 años, con nuestros proyectos de Educación en Emergencias hemos apoyado a 125.000 niñas, niños y adolescentes afectados por crisis humanitarias desde América Latina hasta Asia pasando por África subsahariana y Europa.
Acompañamos a niños, niñas y jóvenes, así como a los profesores para cuidar y preservar su salud mental.
Garantizamos el acceso a la escuela o a la educación para evitar que los niños trabajen o sean captados por alguna red de trata.
Ofrecemos otras maneras de seguir con la educación, ya sea a través de internet o de canales como la radio.
Formamos a las poblaciones susceptibles de ser víctimas de un desastre natural o conflicto para que sepan qué hacer o cómo reaccionar de la mejor manera ante la emergencia.
Trabajamos para que los niños y las niñas no solo accedan a la escuela, sino que la educación que reciben sea de calidad, por eso formamos a profesores y nos adaptamos a las necesidades de cada niño o niña.
Acompañamos tanto a los niños y niñas como a sus familias para ayudarlos a superar las crisis.
En las comunidades de acogida fomentamos la paz y el diálogo , la inclusión, la tolerancia y la resolución de conflictos para reforzar la cohesión social y contribuir a los procesos de reconstrucción a largo plazo.
"La educación ahora mismo es mi tabla de salvación. Creo que me hundiría si no pudiese ir al colegio”
OXANA,
niña de 13 años, afectada por la guerra en Ucrania.
En todas las crisis humanitarias, la infancia sufre especialmente. Muchos de sus derechos se ven vulnerados, sobre todo el derecho a la educación. Sin embargo, solo el 3 % de los fondos humanitarios están destinados a la educación en contextos de emergencia.
Incrementar los fondos destinados a la educación en emergencias hasta llegar a un 10% de la ayuda humanitaria.
Aumentar la partida para educación alcanzando como mínimo un 8% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).
Entre 2008 y 2018, España ha reducido un 80% de la ayuda oficial al desarrollo total destinada a educación. Es urgente frenar el abandono de la educación en emergencias.
"Mis padres lo perdieron todo y yo ya no fui a la escuela porque los grupos terroristas armados cerraron nuestros colegios”
Aissata,
niña de 9 años que tuvo que huir de los grupos terroristas en Mali.
Consulta nuestras publicaciones sobre Educación en Emergencias.
Te ofrerecemos distintas formas de colaborar con nosotros para que conseguir un mundo en el que todos los niños y niñas tengan acceso al derecho a la educación.