Firma para que el Gobierno de España aumente su financiación en educación en emergencias.
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Cuando las catástrofes naturales o los conflictos armados golpean, destinar los fondos de respuesta humanitaria a la educación es prioritario. De lo contrario, condenamos el futuro de niños, niñas y adolescentes y su capacidad de reconstruir sus vidas.
La educación es urgente.
Una escuela o una universidad nunca puede ser un objetivo militar. La educación de los niños y niñas es un derecho que debe respetarse, así como su integridad física y psicológica. La escuela es su templo de protección y el lugar donde construyen su futuro.
Las escuelas están siendo un objetivo militar, pero mantener la educación durante una emergencia puede ser tan importante como tener alimentos:
La educación en una emergencia cura
porque mitiga el impacto psicosocial de los conflictos y desastres, dando un sentido de normalidad, estabilidad, estructura y esperanza.
La educación en una emergencia protege
porque reduce las probabilidades de que los niños y niñas sean sexual o económicamente explotados o expuestos a otros riesgos, como el reclutamiento o la incorporación a un grupo de lucha o el crimen organizado.
La educación es siempre un derecho
porque sin educación, los niños y niñas afectados por una emergencia se quedan sin herramientas para recuperar sus vidas y su sociedad. Es una prioridad.
La educación es el arma más potente en una emergencia, pero en los últimos años el Gobierno de España ha reducido drásticamente su inversión en educación en emergencias.
Incrementar los fondos destinados a la educación en emergencias hasta llegar a un 10% de la ayuda humanitaria.
Aumentar la partida para educación alcanzando como mínimo un 8% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).
Entre 2008 y 2018, España ha reducido un 80% de la ayuda oficial al desarrollo total destinada a educación. Es urgente frenar el abandono de la educación en emergencias.
Casi seis millones de niños y niñas no pueden ir a la escuela. Viven con miedo y angustia en sus casas, por los constantes enfrentamientos armados y el ruido de las bombas. Debemos protegerlos y devolverles sus vidas. Volver a la escuela puede paliar su sufrimiento.
Este país asiático es uno de los países del mundo en el que más estudiantes y profesores han sido atacados: las niñas sufren constantes agresiones sexuales y los niños son reclutados por grupos armados. En Afganistán blindar la educación es urgente.
La región del Sahel vive una continua crisis humanitaria debido a los conflictos armados que agravan la pobreza y la hambruna. El desplazamiento interno se ha multiplicado por diez desde 2013. Hoy más de 3.800 escuelas están cerradas y 688.000 niños y niñas no pueden continuar con sus estudios.
Somos Educo, una ONG que actúa desde hace más de 30 años para conseguir un mundo en el que todos los niños y niñas disfruten plenamente de sus derechos y de una vida digna. En especial, el derecho a recibir una educación equitativa y de calidad.
Así, por ejemplo, rehabilitamos aulas y formamos a maestros en Malí y construimos letrinas, lavamanos y sistemas de captación de agua de lluvia para garantizar el acceso al agua en escuelas de Guatemala.
Mejora las condiciones de vida de miles de niños, niñas y sus familias mediante proyectos que llevamos a cabo en su comunidad.