El alto al fuego es la única forma de proteger a la infancia.

El alto al fuego permanente es la única forma de proteger a la infancia.

Miles de niños y niñas ya han muerto en el conflicto de Oriente Medio y la violencia no para de escalar. Muchos más van a morir si no le ponemos freno. Pedimos a todos los países implicados un alto al fuego y el cumplimiento estricto de los derechos humanos y de la infancia.

Estamos siendo testigos de una barbarie humanitaria y no podemos mirar hacia otro lado. Han perdido la vida miles de niños y niñas, y cientos de miles van a seguir sufriendo: no tienen acceso a comida, no reciben la atención médica que necesitan, se están destruyendo sus hogares, sus familias y sus vidas. La escalada militar debe parar ya.

Además, se les está privando del acceso a la educación y, con ella, de sus posibilidades de desarrollarse hoy y de tener un futuro mañana. Solo en Gaza, el 93% de las escuelas han sido dañadas y llevan un curso escolar perdido. En el Líbano, las escuelas cerca de los bombardeos han tenido que cerrar y otras sirven ahora de refugio a familias desplazadas.