Los padres somos humanos, y como humanos, nos equivocamos. Pero también cualquier papá y mamá se esfuerza por hacer lo mejor para sus hijos, y eso debería incluir tener la valentía de disculparnos cuando comentemos errores. Pedir perdón nos hace mejores padres. Si te estás preguntando por qué, lee estas
5 razones por las que debes decir “lo siento” a tus hijos.
1. Decir “lo siento” fortalece vuestra relación.
Según la web
Parenting, Regina Kupecky, trabajadora social del Attachment and Bonding Center de Ohio dice en sus charlas:
“Educa más y controla menos
”. Esto significa que vale más fortalecer el vínculo con nuestros hijos que imponerles unas normas estrictas de buena conducta. Ahora bien, esto que suena simple, a veces en la práctica resulta complicado.
Los padres podemos sentirnos estresados y abrumados cuando educamos a los niños tal y como expusimos en
“Cómo afecta tu estrés a tus hijos”. Si no, que levante la mano a quién no le ha pasado. Por ejemplo, ¿quién de nosotros no ha llegado a casa después de un duro día de trabajo y se ha encontrado con sus niños gritando y peleando por la última galleta?. Lógico que de vez en cuando perdamos los papeles.
Por mucha paciencia que tengamos tarde o temprano gritamos a nuestros hijos y decimos cosas de las que, al instante, nos arrepentimos. Después respiramos profundamente, nos recomponemos y… ¿pedimos perdón?. Aunque sin duda lo mejor es controlar los nervios y no gritarles, una vez hecho, mejor disculparse.
Decir “lo siento” demuestra a los niños que nos preocupan sus sentimientos, y que por encima de nuestro orgullo, queremos preservar una buena relación con ellos.
2. Pedir perdón les da un buen ejemplo.
A todos nos gustaría ser un buen ejemplo de autocontrol y serenidad siempre, pero seamos realistas, eso no sucede. Toda la vida nos han dicho, que los padres no pueden pedir perdón a los hijos porque si lo hacen les estarán mostrando que pueden equivocarse: ¡Error!. Tal y como explican en
“Pedir perdón a nuestros hijos cuando nos equivocamos: ¿muestra de flaqueza o enseñanza?” de Bebés y más: “Si hacemos esto, les haremos creer que somos perfectos, y ellos, no sólo no aprenderán a pedir perdón, si no que mentirán para intentar no decepcionarnos; negarán algo que a veces será evidente para evitar demostrarnos que han fallado en su intento de ser perfectos como nosotros
”.
Sin embargo, si somos capaces de decir "lo siento" a nuestros hijos cuando perdemos los papeles, les enseñamos una habilidad social mucho más valiosa para sus vidas.
Los niños comprenden que, cuando inevitablemente uno se equivoca o pierde el control, puede reconocerlo, pedir perdón y buscar un modo de enmendarlo. Más si tú, al pedirles perdón, dices una frase como
“Lo siento, me he equivocado, ¿qué puedo hacer para solucionarlo?
”. Hay que mostrarles que ser capaz de
decir "lo siento" es un rasgo de valentía, no de debilidad.
3. Disculparse no significa perder la autoridad.
Decir “lo siento” no significa que los padres tengan que hablar a sus hijos en tono de disculpa. Tanto si tu estilo a la hora de reñir es dulce (
“Por favor, no hables tan alto, hijo
”.), a más directo y autoritario (
“No grites
”.), no se trata de cambiarlo si no de
tener la humildad para identificar en qué situaciones debes pedir perdón por tu comportamiento sin tener miedo de que tus hijos te pierdan el respeto porque no lo harán. Según explican en el blog
Reflexiones de una madre psicóloga, muchos padres confundidos se preguntan: “¿Cómo voy a reconocer que me equivoqué frente a mi hijo si soy su modelo a seguir?” y la respuesta que esta terapeuta infanto-juvenil les da es:
“precisamente porque somos los modelos de nuestros hijos, porque somos las personas en quienes se fijan cuando se proyectan como adultos, deben vernos fallar, reconocerlo con humildad y, sobretodo, intentar reparar la equivocación
”.
4. Decir “lo siento” promueve el respeto mutuo.
Cualquier padre quiere que sus hijos sean educados y respetuosos, pero exigir respeto sin darlo a cambio enseña una lección equivocada.
Si te disculpas con los niños cuando sea apropiado, aprenderán a respetar el perdón y te lo darán de vuelta. A los niños no les cuesta perdonar, especialmente cuando nos pillan en mitad de una renuncia. Si a esto conseguimos crearle una base de amor y respeto mutuo, seguro serán más propensos a decir lo siento a mamá y papá cuando hagan alguna
trastada como ya te contamos en
nuestra reflexión sobre el castigo “¡Ha roto el jarrón!”. Eso sí, también es muy importante enseñarles que
"no vale tener una mala conducta porque luego van a pedir perdón, el perdón ha de responder a un sentimiento sincero de arrepentimiento, y no ser una excusa para que no les castiguemos o regañemos
." como bien señalan en
"Los padres también tenemos que pedir perdón a los hijos" de Guía Infantil.
5. Pedir perdón te hará sentir mejor.
Ser madre y padre es mucho más difícil de lo que jamás imaginamos. Seguro que nunca pensaste que cometerías tantos errores. Ante esto, lo más tentador, sin duda, es regocijarte en tus sentimientos de vergüenza, culpa, dudas y castigarte por no cumplir con los objetivos que te has marcado como padre. Pero piensa que
disculparte hace que te concentres en tus hijos y no en ti mismo, y al final, aunque te cueste decir “lo siento”, te hará sentir aliviado, te hará sentir mucho mejor.
Y tú, ¿pides perdón a tus hijos cuando te equivocas?
Derechos de imagen:
photosavvy, Matthew Freeman
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