Este mes, desde Cuaderno de Valores, queremos hacer hincapié en el respeto y la equidad, dos valores fundamentales y necesarios a la hora de educar a nuestros hijos. Por el simple hecho de que si se ponen en práctica, el mundo sería más justo para todos. Eso sí, como todo lo relacionado con la educación, cuanto antes se cultiven estos valores, mucho mejor.
Mamá, ¿qué le pasa a ese hombre, parece un enano? Papá, ¿por qué va descalza esa mujer? Esa chica es muy gorda. ¿Por qué te pide dinero ese señor? Esa señora parece un señor.
¿Cuántas veces habremos tragado saliva ante las preguntas a viva voz de nuestros hijos pequeños? La próxima vez que ocurra, recuerda que los niños viven en un estado de asombro permanente. Todo es nuevo para ellos y mientras observan, se hacen preguntas. Pero viene de un lugar sin prejuicios. A menos que te hayan escuchado a ti hablar así, estas preguntas nacen de la curiosidad sana. Y como padres, hemos de aprovecharlas para enseñarles a celebrar y a respetar las diferencias.
Recuerda, nunca es demasiado temprano para enseñarles a reconocer y a defenderse de prejuicios y estereotipos. Inspirados en este artículo, aquí te contamos cómo.
Como sabes, se están fijando en nosotros. Todo comienza en casa y en examinar primero tus propios comportamientos y creencias. ¿Respetas a los demás, -en lo que dices y lo que haces - incluyendo aquellos con los que no estás de acuerdo? ¿Celebras las diferencias? ¿Tienes una mente abierta ante personas distintas? ¿Sales de tu zona de confort y visitas otros barrios de tu ciudad? ¿Participas de actividades en las que hay gente de distintas razas, culturas, e incluso ideologías?
La próxima vez que tu hijo o hija te haga este tipo de preguntas incómodas, céntrate en lo positivo y se lo mas directo posible. En este enlace ponen varios ejemplos de cómo puedes contestar cuando tus hijos señalan diferencias: “Sí, el mundo es muy grande y no todos se parecen a ti.” o “Cada uno de nosotros es especial y aunque no nos parezcamos o actuemos de maneras diferentes, siempre hay cosas que podemos compartir.”
No estaría de más hacerles ver que aprecias sus preguntas pero que los comentarios en público sobre las apariencias de los demás nos hace sentirnos incómodos. Es mejor que las reserve para plantearlas en familia. Recuerda contestar de la manera más apropiada para su edad y siempre con la verdad por delante.
Los niños que tienen mejor autoestima, son más proclives a aceptar a otros, a confiar en sus decisiones y defender lo que es justo. Pero ojo, para ello no basta con elogiarles. Hemos de proporcionarles apoyo emocional, la oportunidad de ser independientes, esforzarse a cumplir con sus objetivos y también, permitirles equivocarse.
¿Sabías que los estereotipos de género se establecen en la infancia? Y que se crean a partir de lo que padres, familiares y educadores proyectan sobre ellos? Así lo dice la Organización de la Salud y la Universidad John Hopkins que, de acuerdo con este artículo, han hecho un estudio en 15 países y una de las conclusiones es que: “los niños y niñas a muy corta edad -desde en las sociedades más liberales hasta en las conservadoras- interiorizan muy pronto el mito de que las niñas son vulnerables y los chicos son fuertes e independientes”.
Del decálogo creado aquí, hemos escogido los siguientes consejos para que puedas educar en la igualdad de género y evitar los estereotipos.
La mejor manera de desmontar prejuicios es preguntando y motivándolos a razonar. Si tu hijo te dice que fregar o llorar es para mujeres, pregúntale ¿por qué? ¿Crees que los niños no saben fregar? ¿Crees que los chicos no son sensibles? Esto funciona para ambos sexos.
Si te preguntan por qué siempre tiene que ser un hombre el que carga con las maletas, por ejemplo, o el que cambia las bombillas de casa, contéstale que las mujeres también son fuertes y maniosas.
Además de tus palabras, la mejor manera de aprender es poniéndolo en práctica. Asígnales tareas y responsabilidades de todo tipo y que aprendan a fregar y a cambiar las bombillas.
Además de animarles a razonar, deberíamos enseñarles a no generalizar. Independientemente de si es un hombre o una mujer, cada persona es única y tiene sus defectos y virtudes, sus habilidades y características.
Recuerda que tu eres su modelo a seguir y a imitar. Ellos heredan nuestros comportamientos y prejuicios, nuestras costumbres y palabras. En nuestro día a día, debemos evitar los tópicos y estereotipos y hablar siempre desde el respeto.
¿Cómo educas el respeto y la equidad en casa? No dejes de compartir tus experiencias con nosotros y nuestros lectores.
Derechos de Imágenes: Anna Samoylova, Rachel
aprender , criar , educar , enseñar , equidad , Estereotipos , habilidades , Igualdad , juntos , prejuicios , respeto
Conoce quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos.
Recibe nuestra newsletter con todas las novedades.
En momentos trágicos como éste, los niños y niñas son los más vulnerables. Dona ahora ¡Necesitan nuestro apoyo!