“Antes de participar en este proyecto yo
estaba metida en drogas, las consumía y tenía demasiado tiempo libre; no aprovechaba mi tiempo y mis padres no estaban al pendiente de lo que yo hacía o no, pero un día una amiga me comentó que ella asistía a una
Casa de Encuentro de Educo y me interesé en asistir. Creo que en ese instante comenzó una vida diferente para mí porque estos espacios nos permiten —a nosotros como jóvenes—ser protagonistas dentro de nuestras comunidades; para mí las Casas de encuentro son importantes porque ahí es el lugar donde
se rescatan vidas que están dañadas o a punto de dañarse, como en mi caso".
Así de contundente describe cómo era su vida antes de conocer una de nuestras Casas de Encuentro Arleniee, una niña salvadoreña de 16 años que
sufrió bullying con tan solo seis años. Eso le provocó un rechazo a socializar y compartir con otras personas porque sentía que no tenía ningún valor. “Yo era muy apartada, eran pocos los amigos que tenía y eso influyó demasiado en mis actitudes. Hoy es diferente. Invito a otras personas y los motivo a que asistan para que no vivan lo mismo que yo viví".
La vida en El Salvador no es fácil si eres un niño o una niña y vives en un barrio humilde. Muchos de estos niños pasan muchas horas en la calle, sin nada en que ocupar su tiempo, con el riesgo de ser captados por una mara o pandilla juvenil.
Para evitar esto, hace ya más de una década, creamos las Casas de Encuentro, espacios en los que, como su nombre indica, los niños y jóvenes comparten las tardes haciendo diversas actividades lúdicas, culturales o incluso de formación como el fomento de la lectura, la creatividad, o talleres de formación y liderazgo o emprendimiento.
También tienen acceso a internet y pueden consultar bibliografía. Y es que en las zonas rurales de El Salvador ,como las que vive Arleniee, es complicado estar conectado a la red o incluso consultar libros, lo que dificulta que puedan hacer sus deberes.
En resumen, lo que se pretende en estos espacios, es que
los jóvenes tomen las riendas de sus vidas y vean que sí pueden decidir su futuro.
Un ejemplo para otros jóvenes
Y así lo ha entendido Arleniee y así quiere que este mensaje llegue a niñas y jóvenes como ella: "Creo que los jóvenes somos agentes de cambio importante para nuestra sociedad, pero también creo que son importantes y necesarios los espacios como las Casas de Encuentro, porque te ayudan a formarte y desarrollarte; yo agradezco a Educo, porque
gracias a este proyecto yo pude cambiar, y si yo pude, otros también pueden”.
Arleniee tiene aspiraciones y deseos de seguir adelante, apoyando también a otros jóvenes y compartiendo con los demás su experiencia de vida y cómo los proyectos de Educo han contribuido a lograr que tenga una perspectiva de vida diferente.
“A diferencia de antes, ahora yo estoy interesada en cambiar mi futuro. Yo no me daba cuenta de lo que estaba haciendo con mi vida, no me interesaba en estudiar; hoy, gracias a la atención que recibo en las Casa de Encuentro me siento más activa, más participativa y me he proyectado a futuro como ingeniera en sistemas. Quiero ayudar a las personas de mi entorno”.
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