¿A qué edad es buena dejar a los niños solos en casa?

La niñera ha cancelado. Tu reunión se está prolongando más de lo esperado. El colegio hace fiesta un día entre semana y tienes que trabajar. Existen infinitas situaciones que te obligan a pensar: ¿Mi hijo es lo suficientemente mayor para quedarse solo en casa? Solo pensarlo te puede producir ansiedad. Pero en lugar de agobiarse, hay que ocuparse de ir preparando el terreno, para que cuando llegue el día, todo salga como la seda y sea una experiencia que ayude a tu hijo en su proceso de maduración y desarrollo personal.

Factores importantes antes de dejarlo solo en casa

La ley en España no establece a partir de qué edad se puede dejar solo a un menor, aunque sí puede sancionar a la familia e incluso retirarles el niño si los servicios sociales consideran que está en una situación de riesgo por pasar demasiado tiempo solo. Los expertos recomiendan esperar a que el niño tenga por lo menos 10 años antes de hacerlo.  Dicho esto, depende de su nivel de madurez y responsabilidad. Para estar seguro, hazte las siguientes preguntas:

• ¿Cómo maneja situaciones inesperadas? ¿Cómo reacciona cuando las cosas no suceden como había pensando?
• ¿Es capaz de comprender y seguir las normas de la casa?
• ¿Sigue las medidas de seguridad que le has enseñado? (No poner los dedos en un enchufe, no abrir la puerta a extraños, no jugar con un mechero o el juego de la cocina, etc…)
• ¿Es responsable con sus deberes y sus tareas domésticas?
• ¿Es sensato o le gusta correr riesgos?
• ¿Conoce el funcionamiento de la alarma y el detector de humos de la casa?

Una vez hayas contemplado estos factores y crees que ha llegado el momento de probarlo, sigue estos consejos:

Tu hijo es el que tiene que sentirse cómodo quedándose solo. Algunos niños lo piden mientras que otros, tengan la edad que tengan, quedarse solos pueden hacerles sentirse inseguros. Por eso es importante ir educándoles a ser responsables e independientes empezando por cosas tan básicas como dejarles contestar el teléfono, tomar recados, saber cuándo puede abrir una puerta, cómo funciona el micro-ondas, saber lavarse bien una herida y ponerse una tirita, llamar a un vecino, qué hacer en caso de que salten los plomos… Esto no sólo le hará sentirse responsable sino hará que su primera experiencia solo en casa sea positiva.

 

Simulacros. Aunque confíes en la madurez de tu hijo, es importante hacer algunos simulacros antes del gran día. Déjale solo 15 o 30 minutos y quédate cerca de la casa o asegúrate de estar localizable. Deja instrucciones sobre qué hacer en casos de emergencia. Deberían ser capaces de llamar a la policía, bomberos o el número de servicios de emergencia. También deja teléfonos de contactos de personas de confianza. Antes de marcharte, esconde objetos potencialmente peligrosos como mecheros o medicinas. Al volver, es importante hablar con él sobre cómo se ha sentido, si le ha faltado algo, si tiene alguna pregunta, si hay algo que le da miedo...

Normas básicas y preparación. Cuéntale a tu hijo cuándo vas a volver, dónde estarás, a quién puede llamar aparte de ti y establece una hora para llamarle. Los límites los pones tú así que antes de salir, tu hijo tendría que saber si puede invitar a sus amigos, si hay algunas habitaciones o zonas de la casa que no tiene permitido entrar, qué programas de televisión puede ver y cómo prepararse algo de comer.

Cada niño es diferente y su grado de madurez y responsabilidad no tiene que ver necesariamente con la edad que tenga. Al final, tu eres el que mejor puede juzgar si tu hijo está preparado para estar solo.

¿Tienes algún consejo que quieras compartir con nosotros? Cuéntanos tu experiencia.
 

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