Tal y como apuntamos en este artículo, publicado aquí en Cuaderno de Valores, es importante ayudar a los niños a manejar sus emociones porque a pesar de que pensemos que viven en un mundo fantástico, feliz y sin preocupación ninguna salvo el de jugar, hasta los niños más pequeños pueden ser víctimas del estrés, muchas veces debido a la competitividad y demasiadas actividades extra escolares. Y esto puede llevar a entorpecer el sano desarrollo neuronal que necesitan para aprender. Si quieres saber qué rol juega el estrés en la vida de tus hijos, sigue leyendo.
En esta página web especializada en niños, aseguran que el estrés puede afectar a cualquiera que se sienta desbordado, incluyendo los niños que hoy, desde la edad preescolar, ya tienen agendas de ministros.
Cuando un niño se siente estresado, su circuito neuronal puede acabar dañado y con efectos negativos a largo plazo. Pero no te asustes, que no todos los tipos de estrés son nocivos. De hecho existe uno que es positivo.
El estrés positivo es el que viene provocado por situaciones como el primer día de cole o la inyección de una vacuna. Siempre y cuando al niño se le contenga, este tipo de estrés se considera normal y parte de un desarrollo sano.
Otro tipo de estrés es el que se describe como tolerable. Un accidente, una muerte, un desastre natural… Ante situaciones como éstas, el niño repsonde activando todo un sistema de alerta. Siempre y cuando el tiempo que dure el estrés sea limitado y el niño se sienta protegido y cuidado por los adultos que le cuidan, el cerebro y otro órganos pueden volver a su estado natural sin daños.
Es cuando se prolonga el estrés, también llamado estrés tóxico o estrés frecuente, que los daños son mayores. Situaciones que provocan este tipo de estrés incluyen situaciones de descuido constante, presión escolar recurrente, abuso, exposición a violencia verbal y/o física, entre otros. Cuando el estrés se prolonga en el tiempo, esto puede causar una interrupción en el desarrollo neuronal, que tiene graves efectos a largo plazo.
Si no tuviste la oportunidad de ver la película Del Revés, te animamos a hacerlo con tus hijos, ya que supone una fantástica oportunidad para hablar sobre las emociones y cómo nos afectan. Por si no lo sabías, manejar emociones es la habilidad que más ayuda a nuestros hijos a crecer, a desarrollarse de manera saludable y a ser felices. De hecho, manejar bien sus emociones es mucho más importante que aprender matemáticas o lengua.
¿Qué podemos hacer para reducir su estrés?
¿Crees que tus hijos sufren de estrés? ¿Qué haces tú para combatirlo?
Derechos de Imágenes: Sharon Mollerus, Tamkile
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