Comer bien mejora el humor, aumenta la energía y reduce el estrés. En definitiva, comer de manera saludable es una de las claves de la felicidad. En el Cuaderno de Valores somos conscientes de las consecuencias que tiene una buena alimentación y hemos ido ofreciendo consejos para ayudarte a transmitírselo a tus hijos. Desde
cómo enseñarles a comer bien a
cómo organizar el menú infantil semanal. Sin embargo, aunque disfrutes de la cocina y del buen comer, hacerlo por obligación, noche tras noche, puede llegar a resultar cansino. Por eso
hoy te ofrecemos las claves para mejorar las comidas familias y hacerlas divertidas para todos.
Sí, si se quiere,
es posible hacer de lo mundano una aventura cotidiana. Sólo hace falta verlo como algo nuevo y diferente. Como hemos ido apuntando aquí, es importante cultivar en nuestros niños valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y la generosidad. Para poder hacer de lo mundano, una aventura, es imprescindible involucrar a tus hijos en las tareas del hogar y eso incluye las comidas.
Ideas para hacer de las comidas toda una aventura
A pesar de que nos educaron para no jugar con la comida y es algo que intentamos inculcar a nuestros pequeños, hoy te aconsejamos hacer lo contrario. ¿Cómo?
Planificando los menús. Una tarde por semana, invita a tus hijos a ayudarte a planificar el menú semanal y aprovecha para enseñarles lo que es una dieta saludable. Ten en cuenta sus gustos y preferencias y combínalas de forma que cada cena sea equilibrada. Por ejemplo, si proponen hamburguesas, pregúntales qué verdura les apetece para acompañar.
Juntos a comprar. Hay varias ideas divertidas,
ofrecidas en este blog, que harán que tus visitas al supermercado, no sólo sean educativas sino divertidas.
Idea 1. Una vez en el súper, mientras vais tachando la lista, anima a tus hijos a encontrar alguna fruta o verdura que nunca hayan visto o comido. El reto estará en buscar juntos una receta para incorporarla en el menú. Descubrir un sabor y una textura nueva añadirá sorpresa y diversión para todos.
Idea 2. Propón el siguiente juego mientras estéis en el supermercado. Se trata de una versión de la búsqueda del tesoro. Por ejemplo: rétales a encontrar un queso que sea de otro país o algún ingrediente que sea de vuestra ciudad. No sólo es divertido sino educativo.
Preparando la cena
Si tienes más de un hijo, pueden
turnarse para poner la mesa, cocinar o llevar los platos a la cocina después de cenar. Mientras cada uno se ocupa de su tarea, pon un poco de música para hacerlo más ameno.
Alguna noche podéis
jugar a Master Chef, animando a tus hijos a preparar un plato principal, un aperitivo y un postre con los ingredientes que tenéis en casa.
A la hora de servir, propón decorar los platos de manera divertida. Por ejemplo, hacer una cara graciosa con las albóndigas y los espaguettis.
Invitado sorpresa. Una vez por semana, invita a algún amigo o familiar a cenar con vosotros. Enseñarles a compartir y pensar en otros es una forma de cultivar empatía y generosidad.
¿Sabías que “cocinar con niños es una oportunidad de estrechar lazos, de compartir tiempo juntos y de aprender mútuamente? Casi sin darse cuenta,
los peques podrán aprender matemáticas, geografía, historia, higiene y nutrición.” Esto te lo contamos en en el post
“9 consejos para cocinar con niños”, si no has tenido la oportunidad de leerlo, te animamos a hacerlo ahora.
Derechos de Imágenes:
Jeremy Segrott,
WoodlyWonderworks
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