Una alimentación equilibrada es fundamental para llevar una vida saludable y plena, de hecho ya hemos hablado en otras oportunidades de que hay que
comer bien para ser feliz. Al menos, algunas investigaciones han concluido que aquellas personas que comen variado e ingieren una gran cantidad de verduras y frutas tienen menos tendencia a la depresión y se sienten, en general, más felices. Ahora bien, ¿qué pasa cuando no podemos comer de todo, cuando alguna intolerancia alimentaria o alergia nos impide ingerir ciertos alimentos? ¿Es posible seguir una alimentación equilibrada sin consumir ciertos alimentos? Hoy hablamos de la celiaquía o alergia al gluten. Te invitamos a descubrir el mundo sin gluten, ¿nos acompañas?
¿Qué es la celiaquía?
La celiaquía es una enfermedad que produce una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado frente al consumo del gluten presente en el trigo, la cebada, el centeno y algunas veces, en la avena.
Pero, ¿qué pasa si un celíaco ingiere gluten? El propio sistema inmunitario del celíaco responde intentando defenderse de la agresión y dañando en consecuencia el revestimiento del tubo digestivo, algo que puede afectar la capacidad de absorber nutrientes, generando malnutrición en aquellos que padecen celiaquía.
El mayor peligro de la celiaquía es que muchas personas desconocen que padecen esta enfermedad. Seguramente te preguntes cómo es esto posible. Muy sencillo: esta enfermedad puede presentarse de manera asintomática e incluso, sus síntomas pueden confundirse con otros malestares. De hecho, según datos de
FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España) "el 75% de los pacientes están sin diagnosticar".
Además, los altos costos de los alimentos de los alimentos sin gluten (de los cuales hablaremos más adelante en este artículo) pueden resultar prohibitivos para el presupuesto de muchas familias, quienes pueden optar bien por suprimir dichos alimentos o bien por consumir sus versiones con gluten. De cualquier manera, la dieta del celíaco se verá afectada al no recibir los nutrientes necesarios...
Síntomas de la celiaquía
Veamos juntos algunos síntomas típicos de la celiaquía y si reconoces alguno en ti mismo o en tus hijos, no dudes en consultar a tu médico y plantearle tus sospechas.
Es posible vivir y alimentarse bien con celiaquía pero para ello debes estar diagnosticado y aprender cómo alimentarte (a ti o a tus hijos) de manera adecuada.
Algunos de los síntomas comunes durante la infancia que pueden hacernos pensar en celiaquía son: vómitos, diarreas fétidas, abundantes y grasosas, náuseas, anorexia, astenia, irritabilidad, distensión abdominal, fallo de crecimiento, coagulopatías o introversión. Te invito a consultar la
lista que propone FACE donde encontrarás información sobre los síntomas en la adolescencia y la vida adulta. Nunca es tarde para cambiar los hábitos alimentarios:
si alguien de tu familia tiene celiaquía, es necesario modificar la dieta diaria.
Celiaquía y alimentación equilibrada
Aunque parezca una locura, el mayor problema que presenta la celiaquía no es el cambio en la alimentación, adaptándose a comprar alimentos sin gluten sino el aumento de los gastos que esto supone.
Según datos de FACE publicados en ABC: "en 2012, un alérgico al gluten gastaba anualmente de media 1.500€ más en comida que el resto de la población".
Si tu hijo o cualquier miembro de tu familia es diagnosticado con celiaquía, verás que en el supermercado hay una gran oferta de productos libres de gluten pero, la gran mayoría de ellos, son "hasta 4 veces más caros", según datos publicados en
el Periódico (19/04/2014). Así,
la canasta básica de alimentos de una "familia sin gluten" puede encarecerse de manera exponencial, dificultando la alimentación saludable que siempre pregonamos.
La base de la
pirámide alimentaria infantil son los cereales (pan, pastas...), justamente aquellos alimentos que habitualmente contienen gluten y cuyo precio aumenta muchísimo en sus versiones sin gluten. Pero no sólo estos alimentos son susceptibles de contener gluten, también los embutidos, los patés, los quesos fundidos, las conservas de carne, las hamburguesas y albóndigas, las conservas de pescado en salsa, las salsas, los sucedáneos del cacao o chocolate, algunos helados y golosinas, e incluso, algunos medicamentos y las obleas de Comunión pueden tener gluten. Como ves, es fundamental que al hacer la compra revises las
etiquetas para corroborar que los productos sean realmente libres de gluten.
Llevar una dieta equilibrada siendo celíaco, no es tarea sencilla porque requiere un desembolso monetario que no está al alcance de todas las familias, sobre todo en épocas de crisis. Frente a esta situación,
los comedores escolares son un oasis donde los pequeños celíacos pueden acceder a un plato de comida equilibrado y completo sin gluten al día.
En Educo, colaboramos con al menos el 50% de una beca comedor a través de colegios de toda España para que nuestros pequeños reciban al menos una comida adecuada al día. En septiembre lanzamos por primera vez el programa de becas comedor y hemos podido repartir 438.000 comidas en 168 colegios y 71 entidades que han llegado a más de 6.000 niños en las 17 comunidades autónomas...
Te invitamos a colaborar con nosotros y a ayudarnos a que los niños celíacos y todos los niños residentes en España tengan acceso a una alimentación saludable y adecuada a su edad.
La celiaquía, al igual que otras intolerancias y alergias alimentarias, dificulta la correcta alimentación de nuestros pequeños (y de los adultos también) al hacer necesario un desembolso económico fuera del alcance de la media de la población. Tomemos conciencia de estas enfermedades y ayudemos juntos a quienes más lo necesitan. Y recuerda: ante cualquier sospecha de celiaquía, no dudes en consultar al pediatra o al médico de familia.
Derechos de las imágenes:
Photl,
Clarkston Scamp.
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