La depresión afectó a más de 300 millones de personas a nivel mundial en 2015, específicamente en España el 5,2% de la población ha sufrido depresión durante el mismo período según
datos publicados en febrero de 2017 en La Vanguardia. Ahora bien, ¿pueden los niños y adolescentes sufrir también depresión? ¡Claro que sí! De hecho, en un estudio realizado en España con 404 niños, se encontró que los trastornos depresivos eran el segundo diagnóstico más frecuente (tras los trastornos de conducta) con un 14,6% de los casos que demandaron atención (
Datos de la Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y la Adolescencia). Hoy en
Educo hablamos de la
depresión infantil, sus factores de riesgo, sus síntomas y cómo ayudar a los peques con depresión.
¿Qué es la depresión infantil?
La Real Academia Española define la depresión como "el síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos". En el caso de niños y adolescentes, la depresión tiene una sintomatología especial que veremos a continuación. Debes tener en cuenta que la depresión puede tener un gran impacto en el crecimiento y desarrollo personal de tus hijos.
La depresión no debe ser tomada a la ligera ni subestimada, sino que debe ser evaluada mediante consulta médica y tratada adecuadamente ya que la misma puede continuarse en el tiempo, así como también derivar en el consumo excesivo de alcohol y drogas, o en otras conductas de riesgo como las conductas delictivas, el aumento de la violencia, los trastornos alimentarios e incluso, el suicidio. Veamos ahora juntos cuáles son los principales factores de riesgo de la depresión en niños y adolescentes.
Factores de riesgo de la depresión en niños y adolescentes
Los factores de riesgo no necesariamente aseguran que un niño vaya a padecer una enfermedad, sino que señalan que las probabilidades de una persona de desarrollar un malestar o enfermedad son mayores que en otra persona sin estos factores. En el caso de la depresión infantil, los principales factores de riesgo son:
- Tener padres que sufran o hayan sufrido de depresión: los hijos de padres con depresión tienen una probabilidad mayor de desarrollar trastornos del humor.
- Alcoholismo o drogadicción familiar: tener un familiar con problemas con el alcohol o las drogas puede aumentar la probabilidad de depresión infantil.
- Los problemas conyugales o dificultades de uno de los padres para relacionarse con su hijo.
- El maltrato: los niños que sufren abuso, ya sea físico o psicológico tienen más posibilidades de desarrollar depresión.
- El bullying: el acoso ya sea escolar o cibernético es un detonante de importancia de la depresión.
- Las adicciones: un niño o adolescente con adicción a la nicotina, al alcohol o a las drogas puede llegar a presentar un mayor riesgo de desarrollar depresión.
Síntomas de la depresión
La sintomatología de la depresión puede variar según la edad del peque. Sí, como lees, la depresión puede afectar a niños y niñas de todas las edades. A continuación te contaremos los principales síntomas divididos entre niños y adolescentes.
Depresión en niños
Los principales síntomas de los más pequeños suelen ser:
- la ansiedad
- la irritabilidad: se presentan rabietas frecuentes o períodos de llanto excesivo y sin motivo.
- las cefaleas y los dolores abdominales
- el cansancio excesivo
- la pérdida marcada de interés por los juegos y/o la sensación frecuente de aburrimiento
- el retraso psicomotor
- los problemas en el desarrollo emocional
- la enuresis: el niño no controla esfínteres a una edad que debería hacerlo. Consulta con tu médico sobre la edad en que tu hijo debería controlar esfínteres durante el día y por la noche.
- la agresividad
- la apatía y la tristeza cotidiana
- las ideas recurrentes de muerte
- la baja autoestima
- la falta de concentración y la disminución del rendimiento escolar (el niño puede incluso presentar fobia a ir al colegio)
- el insomnio
- la disminución o el aumento desmedido del apetito
Depresión en adolescentes
Entre los adolescentes los principales síntomas de depresión son similares a los mencionados para los niños y además se suman los siguientes:
- abuso de alcohol y drogas
- mal humor y agresividad
- hurtos o conductas delictivas
- deseo e intentos de fugas
- sentimientos de no ser aceptado
- aislamiento
- trastornos alimentarios
- descuido en el aseo personal
- pensamientos de suicidio
Al leer estos síntomas, quizá estés preocupado por tu hijo. Merece la pena aclarar que
un niño triste no es un niño deprimido. Un niño deprimido está triste todo el día y evidencia cambios de actitud en el colegio, en casa, en su relación con sus amigos y con sus pasatiempos. Si tu hijo presenta alguno o algunos de estos síntomas no desesperes, consulta con el pediatra o médico de familia. Él mejor que nadie podrá determinar si tu hijo realmente sufre depresión.
Cómo ayudar a los niños con depresión
La realidad es que como padres nos cuesta pensar o incluso imaginar que un niño o un adolescente puede sufrir depresión. Lo que debes tener en cuenta es que esta enfermedad puede estar íntimamente relacionada con el
bullying y la
baja autoestima.
Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a un niño con depresión? El primer paso para ayudar a tu hijo es
demostrarle cariño incondicional. Parece una obviedad pero a veces en el día a día, nos olvidamos de decirle a nuestros hijos cuánto les queremos y que siempre estaremos a su lado, sin importar lo que suceda. Además,
es muy importante que respetes los intereses y preferencias de tu hijo, sean cuales sean. Intenta además evitar los estilos de educación demasiado autoritarios. Recuerda que tus hijos tienen sentimientos y que debes tenerlos en cuenta.
Favorece su expresión emocional, permitiéndole a tu hijo contarte lo que sienten libremente, sin sentirse juzgados.
Puedes ayudar a tu hijo proponiéndole actividades en tu compañía. Intenta evitar que pase largos ratos frente a la pantalla del ordenador o del móvil. Las actividades deportivas, los paseos y cualquier actividad con contacto social le ayudarán a luchar contra la depresión.
Por otra parte,
es importante que elogies a tu hijo. Hazle ver las cosas que hace bien, sus virtudes... Tu hijo necesita que le ayudes a ver el lado positivo de la vida y a valorarse. Si alguien habla de la depresión de tu hijo menospreciando sus síntomas, explícale la realidad. La depresión no es una invención sino una realidad de gravedad:
no dejes que nadie subestime lo que tu hijo siente.
Por último,
es de vital importancia que acudas a un especialista en primer lugar para diagnosticar la depresión y en segundo lugar, para realizar el tratamiento más adecuado para tu peque.
La depresión infantil es un trastorno que reviste gravedad pero que puede ser tratado. Consulta con el médico y apoya a tu hijo en todo su camino hacia la recuperación.
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