Que leer es bueno es una obviedad. Leyendo aprendes, viajas, disfrutas, te enamoras, vives... Leer es casi mágico y, aunque no a todos los niños les guste leer, fomentar la lectura es una de las tareas más importantes y más bonitas que los padres pueden hacer.
Leer es mágico
Leer activa conexiones neuronales,
activando casi todas las regiones cerebrales, es bueno para la inteligencia,
mejora el lenguaje y la capacidad de comprender, y es bueno para la salud. Y sobre todo, es divertido y estimulante.
La recomendación de leer a los niños desde muy pequeños es antigua. A leer se aprende leyendo y el amor por la lectura aparece casi siempre gracias al ejemplo. ¿Cuándo empezar? Lo antes posible. Mirar cuentos antes de acostarse es una tradición en muchas familias pero, como siempre, no es posible en todas.
La
Academia Americana de Pediatría recomienda por primera vez de forma oficial que se lea en alto a los niños pequeños, aunque aún no sepan leer por sí mismos. La nueva política redactada por esta sociedad, la más importante del mundo en cuestiones pediátricas, incluye entre sus recomendaciones entrenar a los pediatras en formación del fomento de la lectura durante sus residencias. Según la Dr. Pamela High, directora del departamento de Desarrollo y Comportamiento en el Hospital Hasbro para niños de Providence y profesora en la Universidad de Brown, el objetivo de la recomendación es ayudar a los padres a prevenir la analfabetización.
Leer combate la pobreza
Porque la analfabetización, como todo, es más cosa de familias de escasos recursos.
Los niños que viven en familias con pocos recursos económicos tienen menos acceso a la lectura desde temprana edad. Según esta investigadora, sólo el 34% de los niños que viven cerca del umbral de la pobreza leen con sus padres, frente al 60% de niños que viven en familias con mayores recursos económicas que sí lo hacen.
La alfabetización es fundamental para salir de la pobreza o, mejor dicho, la analfabetización condena casi con total seguridad a permanecer en ella. Aprender a leer no sólo te permite adquirir vocabulario, sino sobre todo te enseña a razonar y comprender conceptos nuevos. Una buena base es imprescindible y los padres somos responsables de ella.
Leer une
Además,
la lectura en familia fomenta los vínculos y por tanto mejora el desarrollo. Ya sabemos que el ser humano necesita tener vínculos fuertes para estar sano, y no sólo durante la infancia. Leer con los hijos es una actividad reconfortante y placentera, relaja y los prepara para dormir, y mejora la comunicación.
Libros con ilustraciones grandes y brillantes para los más peques, libros desplegables para cuando ya han crecido un poco, libros de aventuras para los más mayores... Leer y comentar los libros es una buena manera de pasar tiempo con los hijos y les puede realizar prácticamente desde el principio.
Eso sí, los pediatras también recomiendan no obligar a los niños a leer, sobre todo a los adolescentes. El amor a la lectura nace y se construye, despacito y sin prisas, pero nunca de manera obligatoria.
Esta recomendación será publicada a lo largo de este mes de agosto en la revista
Pediatrics, la publicación oficial de la Academia Americana de Pediatría.
Fuente:
Healthfinder. Pamela High, M.D., F.A.A.P., director, developmental and behavioral pediatrics, Hasbro Children's Hospital, Providence, R.I., and professor, Brown University; Peter Richel, M.D., F.A.A.P., chief, pediatrics, Northern Westchester Hospital, Mount Kisco, N.Y.; August 2014, Pediatrics
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