Con la llegada de las redes sociales, los smartphones y las tablets, la vida y nuestras relaciones han cambiado totalmente. Ahora podemos encontrar gente afín de cualquier parte del mundo, compartir con personas muy lejanas e incluso hacer amigos y hasta enamorarnos. Pero como todo, las ya no tan nuevas tecnologías tienen su lado oscuro, que hay que aprender a distinguir para poder protegernos de la violencia. Las redes sociales son, además de un sitio estupendo para el intercambio, una herramienta poderosa para establecer mecanismos de control del otro. Mucha información, a veces incluso manipulada, exagerada o directamente falsa y que ni podemos, ni debemos intentar controlar. A estar y convivir en red se aprende, pero a veces, ni los adultos sabemos muy bien cómo gestionar nuestra vida en internet.
Controlar las actividades de tu pareja es, sin lugar a dudas, un mecanismo de violencia y todos, tanto víctimas como agresores, debemos entender bien lo que está pasando cuando hacemos un mal uso de las redes sociales para poder ponerle remedio.
1. Presionar a tu pareja para que te dé las contraseñas de FaceBook o del email aludiendo a la confianza imprescindible entre dos personas que se quieren es violencia. Confiar en el otro no significa saber absolutamente todo lo que hace, dice o piensa, esto, que en la vida real es imposible, resulta aparentemente mucho más fácil en la era de la conexión global, pero sigue siendo una muestra de inseguridad y celos que no tienen nada que ver con el amor. Si tu pareja tiene algo que decirte, te lo dirá. Si no quiere contarte algo está en su derecho. La confianza es saber que la otra persona decide libremente estar contigo y las contraseñas son privadas.
2. Pedirle a tu chica que te mande su geolocalización por whatsapp para comprobar que está donde dice que está es violencia. Exactamente igual que pedirle que te mande una foto para ver si lo que lleva puesto es adecuado o que se haga un selfie con su prima para que tú te quedes tranquilo porque no está con nadie más.
3. Increpar a tu pareja porque está en línea y no te contesta, porque ha salido el doble check azul o el Messenger dice que el mensaje se ha leído es violencia. Las personas no contestamos inmediatamente por numerosas razones, una de la cuales puede ser que en ese momento no podamos hacerlo porque estamos hablando con otra persona.
4. Amenazar con hacer públicas esas fotos un poco subidas de tono que te regaló por tu cumple es violencia. Hacerlo, además puede constituir por sí mismo un delito.
5. Entrar en cuentas de correo o de redes sociales sin permiso es violencia. Y puede ser también considerado un delito llegado el caso.
La intimidad es un derecho de todas las personas, que pueden además hacer uso de ellas como quieran. Si invades la intimidad de otro en redes o tu intimidad está siendo invadida es probable que estés empezando a construir una relación violenta que hay que atajar, cuanto antes mejor.
La necesidad de control de la pareja es un signo de violencia que se ha visto muy facilitado por las redes sociales, pero sobre todo es un signo de inseguridad que debe ser solucionado, no por parte de la persona controlada sino por parte del controlador. Buscar ayuda es imprescindible para resolver estas cuestiones. Si tu pareja te controla, busca ayuda. Si eres tú quien tiene la necesidad de controlar, busca ayuda también.
Derechos de fotografía: mru24, garrynight
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