El 28 de enero se celebra el Día Europeo de la Protección de Datos, una jornada que busca concienciar sobre la importancia de proteger la privacidad y los datos personales en la era digital y de la inteligencia artificial. En el caso de los menores, esta protección tiene una mayor importancia debido a su vulnerabilidad.
Internet y las redes sociales no paran de crecer y es muy importante garantizar que la información personal de los niños y niñas esté segura. Lograrlo es una responsabilidad conjunta de padres, educadores, sociedad y gobiernos. En este artículo, analizaremos varios aspectos relevantes sobre la protección de datos de menores y cómo este día puede ser un recordatorio para fomentar buenas prácticas en casa, en las aulas y en las plataformas digitales.
En Educo trabajamos para proteger a la infancia y consideramos que salvaguardar los datos de los menores es una parte importante de esa protección de los más pequeños.
Un dato personal es cualquier información que permite identificar a una persona. En el caso de los menores los datos personales son, por ejemplo, el nombre, la edad, la dirección, una fotografía en la que se identifique al menor o datos de salud.
La normativa europea y la española ponen un énfasis especial en proteger estos datos por la vulnerabilidad inherente a los niños y niñas. Es fundamental que las empresas y organizaciones sean conscientes de la sensibilidad de estos datos y cumplan estrictamente con la normativa vigente.
La tecnología actual permite recopilar y procesar datos de manera masiva, lo que incrementa la necesidad de medidas de seguridad adicionales para evitar riesgos y filtraciones de datos de menores de edad.
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD) son las dos normas que establecen reglas claras sobre el tratamiento de los datos de menores en España y en Europa. Algunas de las normas más importantes son las siguientes:
Es posible recabar datos de menores, pero se requiere el consentimiento expreso.
Si se trata de menores de 14 años el consentimiento lo deben dar sus padres o tutores.
Si en una escuela se organiza un evento al margen de la función educativa y el centro realiza la grabación de imágenes, debe informar a los interesados, a los menores si tienen más de 14 años y, si son más pequeños, a los padres o tutores, sobre: la finalidad de la grabación y de la difusión y dónde se van a publicar. Además, deberán solicitar el consentimiento.
Los menores están expuestos a riesgos debido al uso masivo de dispositivos conectados a internet. Desde redes sociales hasta aplicaciones educativas, muchos servicios recopilan datos sin que los niños y niñas o sus padres sean plenamente conscientes. Por ello, es esencial revisar los permisos que se otorgan a las aplicaciones y limitar el acceso a información innecesaria.
El auge de las tecnologías que utilizan datos biométricos y la inteligencia artificial también plantea desafíos. Muchas aplicaciones utilizan estas tecnologías para personalizar experiencias, pero podrían implicar riesgos adicionales si no se gestionan adecuadamente.
Los padres tienen un rol esencial y deberán enseñar a los menores:
Cómo manejar sus datos personales.
No compartir información sensible en redes sociales.
Configurar perfiles con niveles de privacidad altos.
La educación digital debe empezar en casa y adaptarse a las edades y necesidades del niño o niña en cada momento. Además, es importante que los padres estén informados sobre las plataformas que utilizan sus hijos e hijas para conocer las políticas de privacidad y utilizar controles parentales.
Las escuelas también son responsables de proteger los datos de los menores bajo su cuidado. Esto incluye fotografías de eventos escolares (tal y como hemos visto), listas de asistencia y el uso de plataformas digitales. Es esencial que los centros educativos obtengan el consentimiento de los padres antes de usar datos personales y que cumplan con las normas de seguridad exigidas.
Las redes sociales tienen un impacto significativo en la privacidad de los menores. Aunque muchas plataformas requieren una edad mínima para crear cuentas, estas restricciones no siempre se respetan. Los padres deben supervisar el uso de estas plataformas y asegurarse de que los perfiles de sus hijos estén configurados con las máximas medidas de seguridad.
En este sentido también es importante hablar con nuestros hijos e hijas para que aprendan a no interactuar con desconocidos y, por supuesto, a no compartir información personal.
Algunas medidas sencillas para proteger la privacidad de los niños incluyen:
Utilizar contraseñas seguras: cambia periódicamente las contraseñas de dispositivos y aplicaciones.
Configurar controles parentales: son esenciales para limitar el acceso a contenido no apropiado para su edad.
Si sospechas que los datos de un menor han sido difundidos, es importante actuar rápido:
Comunícalo a la plataforma o servicio implicado.
Informa a la Agencia Española de Protección de Datos.
Cambia las contraseñas y limita el acceso a la información afectada.
Además, es recomendable dar apoyo emocional al menor para asegurarse de que comprende lo sucedido y para que se sienta protegido.
Invitamos a padres, educadores y empresas a trabajar juntos en la construcción de un entorno digital seguro para los niños. Desde Educo, creemos que proteger a los menores es proteger el futuro y darles información sobre los riesgos relativos a los datos personales les ayudará a actuar con seguridad y confianza.
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