Ayer, por el Día Internacional de la Educación, te contamos la campaña que Educo ha puesto en marcha en España para reivindicar el espacio comedor como un lugar necesario para el desarrollo integral de todos los niños y niñas. Hoy queremos seguir hablándote de Alimenta Su Educación, pero en clave internacional.
Ante la crisis de la COVID-19, que ha revertido todos los avances en favor de la infancia de las últimas décadas y ha sumado a 100 millones de niños y niñas más en la pobreza, se hace más necesario que nunca reclamar un entorno de protección para la infancia en el que pueda seguir aprendiendo y estudiando. Por eso, Educo aboga por un mayor apoyo al bienestar de los niños y las niñas mediante un mayor acceso a una
educación de calidad, a una nutrición adecuada y a recursos educativos, especialmente ante el actual aumento de casos de COVID-19.
“En Educo creemos firmemente que el bienestar de la infancia puede fomentarse considerablemente si se garantiza que los niños y las niñas puedan seguir estudiando en un entorno donde se sientan protegidos en todo momento. Para ello, los niños y las niñas deben tener un mejor acceso a una alimentación nutritiva, así como a herramientas y recursos educativos que les permitan aprender de manera más eficiente y protegerse ejerciendo sus derechos. Para muchos niños y niñas, sin embargo, esto ha sido una odisea desde que ocurrió la pandemia", afirma Pilar Orenes, directora general de Educo.
La infancia no puede esperar
Según el informe
Evitemos una década perdida: Hay que actuar ya para revertir los efectos de la COVID-19 sobre la infancia y le juventud, que lanzó Unicef a final de 2021, hay que empezar a frenar ya esta tendencia iniciada con la pandemia desde marzo de 2020 pues cada segundo 1,8 niños y niñas se convierten en pobres en el mundo. “La COVID-19 está poniendo en peligro décadas de progreso en cuestiones fundamentales para los niños, como la pobreza, la salud, el acceso a la educación, la nutrición, la protección de la infancia y el bienestar mental”, asegura el informe.
Durante todo este duro tiempo de pandemia, Educo ha redoblado sus esfuerzos educativos, desde un enfoque holístico, en todos y cada uno de los países donde trabaja. Hemos
alimentado su educación, tal y como enfatiza la campaña, a través de programas de comedores escolares en toda España, y con la puesta en marcha de huertos escolares y la reintegración en las escuelas de niños y niñas desfavorecidos en muchos países de África. También, con la creación de huertos comunitarios y la distribución de alimentos y kits de higiene en América Latina, como en Nicaragua, Guatemala, El Salvador o Bolivia. Por otro lado, en India nos hemos asegurado de que la educación no se paraba a través de las escuelas nocturnas y los
esfuerzos contra el matrimonio infantil; en Bangladesh, hemos reforzado el acceso a la educación y el desarrollo de habilidades para los jóvenes; y
en Filipinas hemos hecho entrega de kits sanitarios, provisiones y materiales escolares a los más desfavorecidos, incluso durante las crisis humanitarias.
Compromiso por parte de los gobiernos
En Educo continuaremos siempre al lado de la infancia que más lo necesita, pero es necesario y urgente que todas las administraciones se impliquen con los niños y niños sin reservas. Por eso,
instamos a los gobiernos a que garanticen que la infancia más desfavorecida sea atendida de forma prioritaria para que pueda continuar con su educación.
"Es crucial que haya un compromiso por parte de los gobiernos para que las familias en situación de mayor pobreza tengan garantizado el acceso a una educación de calidad y se vele por todos los aspectos relacionados con la educación de sus hijos e hijas, ya sea mediante una alimentación nutritiva, el acceso a herramientas o material didáctico, para así contribuir a evitar una mayor pérdida de aprendizaje, el abandono escolar y el desinterés del alumnado", comenta Orenes.
Hacia soluciones innovadoras
La transición hacia la nueva normalidad pasa por el apoyo al profesorado y alumnado. Y nada mejor para apoyarlos que escucharlos para conocer sus verdaderas necesidades y demandas. A través de
nuestra última encuesta mundial,
La voz de 8.000 niñas y niños: El derecho a la educación y a la participación explicado por niños y niñas del mundo, nosotros lo hicimos, al analizar las respuestas de niños y niñas de entre 6 y 18 años en 12 países de Asia, América Latina, África y España. Estas voces nos revelaron que menos de la mitad (45%) de ellas pudo asistir físicamente a la escuela en algún momento, mientras que aproximadamente una cuarta parte no tenía otra opción que estudiar a distancia.
Además, el estudio señaló la necesidad de un mayor apoyo e inversión en la formación del profesorado, y también en el acceso a Internet y dispositivos y tecnologías digitales.
A pesar de que el aumento de casos de COVID-19 amenaza la educación de los niños y las niñas, no debemos pasar por alto “la oportunidad para que los gobiernos, los donantes y las comunidades den un paso adelante y se unan para encontrar soluciones innovadoras para los niños, niñas y sus familias que han estado y siguen sufriendo mucho para poder volver a la escuela y recuperarse”, tal y como comenta nuestra directora general.
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