Van ya cuatro años y medio desde el éxodo masivo de la población rohingyá a Bangladesh. Casi un lustro fuera de su país, Myanmar, tratando de hacer suyo el lugar al que a muchos de ellos y ellas les llevaron los pies: el
campamento de refugiados de Cox´s Bazar. Casi un lustro plagado de retos y desafíos de especial crudeza, tan solo en el año anterior tuvieron que hacer frente a
un incendio y a las graves
inundaciones por el monzón, y todo esto sumado a la pandemia.
Son 800.000 los rohingyás exiliados que se hallan en Cox’s Bazar y sobre los que, en Educo, hemos tratado de poner nuestro punto focal, con la ayuda de muchos de vosotros. Estamos apoyando a través de
educación y de los programas de protección que ejecutamos en el campamento; especialmente importantes porque las amenazas en los campos de refugiados se multiplican. Hablamos de abuso, explotación e incluso trata de personas. Es importante porque la infancia y adolescencia, que conforma la mitad de los refugiados del campamento, se enfrenta a diario a muchas barreras; entre las que se encuentra el acceso a la educación -especialmente, las niñas- por las propias normas sociales y los reglamentos de los campamentos.
En Educo, conocedores de que
la protección de la infancia y la educación van de la mano, hemos puesto especial atención en la construcción de lugares destinados precisamente a ello. Sitios en los que miles de niños y niñas refugiadas puedan aprender y sentirse seguros. Hablamos de los
centros polivalentes. Al fin y al cabo,
la educación da seguridad en un contexto incierto.
Oportunidades puntada a puntada
Con el objetivo de la seguridad, el aprendizaje y el recreo, desde Educo creamos instalaciones adaptadas, donde los adolescentes pudieran reunirse, intercambiar opiniones y organizar eventos. A la par que capacitarse en habilidades para la vida, con el acompañamiento de personal preparado.
Entre las distintas actividades que se ejecutan en este tipo de centros, está la formación profesional en sastrería. A los chicos y chicas participantes (han participado unas 80 niñas y 20 niños) se les ha asignado un instructor profesional, que les ha ido formando en conceptos básicos de sastrería y les ha proporcionado la inducción a los materiales y los métodos para corte y confección (tomar medidas, elaborar patrones, cortar y preparar telas, etc.). Además, han aprendido a usar la máquina de coser a través de sesiones prácticas.
Ismot Ara es una niña de 14 años que ha aprendido a coser en uno de nuestros centros polivalentes. La violencia y el miedo a la persecución en su ciudad natal, Mungdou, empujó a su familia al exilio y desde 2017 reside en Cox´s Bazar. Sin embargo, no pudieron establecerse en el campo en el que actualmente residen desde el comienzo y durante un periodo tuvieron que vivir en la calle. El inicio de su nueva vida ya en Cox´s Bazar no fue nada fácil: "Estaba muy deprimida. Me quedaba en casa callada y llorando constantemente", recuerda.
Un día, el instructor de formación del Centro Polivalente de Educo visitó la casa de Ismot y habló con ella y sus padres sobre las actividades que allí se realizaban, informándoles del plan de Educo. Convencidos, aceptaron enviar a Ismot al centro polivalente. Empezaba así un nuevo inicio para ella; una nueva esperanza: "Tenía muchos amigos en Myanmar y solía llorar mucho cada vez que me acordaba de ellos. Pero ahora paso muy buenos ratos en el centro polivalente. He encontrado nuevos amigos aquí", comenta.
Finalmente, Ismot decidió aprender costura. Ha recibido la formación en corte y confección y ahora conoce sus fundamentos. "He aprendido a cortar y coser. Ahora puedo hacer yo misma vestidos de bebé y otros ropajes", comenta, emocionada.
Al preguntar a Ismot cómo le ha ayudado esta formación, comparte su alegría y sentencia: "Desde mi infancia, he visto a mi madre coser. Cuando salía a jugar fuera, a veces mis vestidos se rompían y mi madre los cosía. Me siento bien porque ahora puedo hacerlo yo misma. Además, esto me ha ayudado a salir de la constante tristeza que solía tener. Siento que estoy aprendiendo y creciendo cada día que estoy en el centro polivalente. Estoy muy agradecida con Educo por esta oportunidad".
Centros educativos muy polivalentes
Además de la actividad de costura en la que ha participado Ismot, en los centros polivalentes de educo se da formación en habilidades para la vida para estudiantes adolescentes. En este espacio, los facilitadores siguen un plan de estudios contextualizado para que el alumnado puedan adquirir y reforzar habilidades que promuevan la resiliencia y el afrontamiento positivo de las demandas y desafíos de la vida cotidiana, dentro del marco de protección de la infancia. Para ello, se abordan temas como
la adicción y el abuso de las drogas, el matrimonio infantil, la construcción de la paz, la crianza positiva, el género, la violencia de género, los derechos de la infancia y la protección, los valores y la ética, el trabajo infantil, la trata de niños y niñas, el desarrollo de los y las adolescentes, la salud y la higiene, el liderazgo, etc.
Los centros también hacen las veces de instalaciones educativas. Están decorados con carteles visuales de contenidos de aprendizaje, materiales de aprendizaje y kits de higiene para los alumnos. Asimismo, en ellos se realizan actividades recreativas, habiéndose instalado rincones de recreo con materiales de juego y de dibujo. Además, se ofrece apoyo psicosocial para niños y niñas en situación de riesgo.
Asía
,
Bangladesh
,
campo de refugiados Cox´s Bazar
,
refugiados