Con materiales reciclados y la colaboración de padres y educadores, hemos construido
parques infantiles en 13 escuelas desfavorecidas de la provincia de Kratié, en
Camboya, que hasta ahora no contaban con un patio de juegos. Poco a poco, estos colegios van contando con los equipamientos y materiales necesarios para que los niños puedan estudiar en condiciones, un factor que ayuda a
combatir el abandono escolar y mejorar su aprendizaje.
Estas trece escuelas, situadas en zonas pobres y de difícil acceso en los márgenes del
río Mekong (en los distritos de Chitra Borei y Sambo), cuentan con importantes carencias, tanto en su infraestructura como en la calidad de la enseñanza que se imparte, con profesores poco formados y déficit de materiales pedagógicos. Por ello, el proyecto que desarrollamos junto a nuestro socio local
KAFDOC pretende incidir en ellas para convertirlas en
“escuelas amigas de la infancia”, es decir, centros donde los alumnos se sientan motivados para aprender en un entorno seguro y acorde con sus necesidades.
Esta estrategia incluye la formación de maestros para modernizar sus técnicas de enseñanza, la creación de órganos de participación para involucrar a padres, docentes y miembros de la comunidad en el proceso educativo, y la mejora de infraestructuras, entre otras actuaciones.
En este sentido, se enmarca la construcción de áreas de recreo que, en este caso se ha realizado con materiales reciclados. Así, con neumáticos viejos, planchas metálicas, tablas de madera o ruedas de carro obsoletas se han construido columpios, toboganes, balancines o módulos de juegos que hacen las delicias de los pequeños.
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Niños alegres y comprometidos
Los responsables de las escuelas nos cuentan que
ahora los niños se muestran más comprometidos con las actividades escolares, prestan más atención, no faltan tanto a clase y se han reducido las tasas de abandono escolar, que en estas zonas son especialmente altas debido a la pobreza, las malas comunicaciones, la baja calidad de la enseñanza y la poca implicación de las familias en la educación de sus hijos.
Precisamente, la construcción de estas áreas de juegos ha contado con la implicación activa de los directores de las escuelas y de los miembros de la comunidad a través de los llamados Comités de Apoyo Escolar.
Además de estas zonas de juegos,
también se han construido letrinas y lavamanos en algunas de las escuelas que no contaban con estas instalaciones sanitarias.
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