Aprenden que existen realidades diferentes. Los niños y niñas suelen vivir una realidad en su familia y en su entorno que no es igual a la de otros niños y niñas u otras personas adultas. El voluntariado les permite conocer otras realidades y ver que existen personas que tienen dificultades y necesitan la ayuda y la solidaridad para seguir adelante.
Desarrollan valores como la solidaridad, el respeto y la igualdad. Conocer las diferencias que existen con otras personas (culturales, socioeconómicas y religiosas entre otras) ayuda a los niños y niñas a desarrollar valores tan importantes como la solidaridad, el respeto o la igualdad. Con el voluntariado se dona uno de los bienes más preciosos que tenemos: nuestro tiempo. Esto supone un acto de solidaridad hacia los demás.
Fomentan su empatía. El voluntariado para niños y niñas les ayuda a ponerse en el lugar de otras personas en situaciones complicadas y esto les permitirá desarrollar su empatía.
Aprenden a valorar lo que tienen. Ver otras formas de vivir y otras realidades hará que los niños y niñas aprendan a valorar lo que tienen y a dejar de lado conflictos por problemas sin importancia.
Desarrollan habilidades sociales, de compromiso y de constancia. El voluntariado supone la necesidad de relacionarse con otras personas por lo que se utilizan las habilidades sociales como la comunicación. Además, ser voluntario requiere compromiso con una causa o un objetivo y constancia, ya que no se puede dejar el trabajo a medias.
Potencian las relaciones familiares. Cuando el voluntariado se realiza en familia se favorece la comunicación entre los miembros de la familia y se fortalecen las relaciones entre padres e hijos e hijas.
Conocen el trabajo de las ONG. Existen numerosas ONG como la nuestra que trabajamos de forma activa en labores solidarias y que tus hijos e hijas conozcan esta labor les acercará a la importancia que tiene la ayuda a las personas que lo necesitan, de forma que serán adultos más responsables, empáticos y solidarios.
Cuidado de animales. A los niños y niñas les encantan los animales y una de las formas de voluntariado que les puedes proponer consiste en acudir a una protectora de animales para darles de comer, limpiarles o pasearles. Se trata de una forma de que aprendan la importancia de respetar y cuidar a los animales y al entorno natural en el que viven.
Recogida de ropa o de juguetes. Otra forma de colaborar consiste en acudir a una recogida de ropa o de juguetes que les enseñará a los niños y niñas la importancia de reciclar y de dar una segunda vida a la ropa y a los juguetes de forma que otros niños y niñas que los necesiten los puedan tener.
Protección del medioambiente. Una buena opción de voluntariado para niños y niñas puede consistir en la colaboración de acciones para la protección del medioambiente. Por ejemplo, se puede participar en familia en acciones para la limpieza de ríos, parques, o jardines, así como para la reforestación de bosques.
Voluntariado en el extranjero. También existe la posibilidad de realizar un voluntariado en el extranjero en familia. Esto permitirá conocer otras culturas y otras formas de vida que ayudará a los niños y niñas a abrir su mente a situaciones diferentes.
Ayuda a personas mayores. Muchas personas mayores viven solas y sin la ayuda de familiares, por lo que necesitan ayuda. Una buena opción es colaborar para ayudar en familia y que tus hijos e hijas descubran la importancia de cuidar y apoyar a los ancianos y ancianas.
Colaboración con un banco de alimentos o comedor social. En los bancos de alimentos suelen necesitar ayuda para clasificar y recopilar los alimentos que reciben como donación. Por otro lado, en los comedores sociales también se puede colaborar para dar de comer a personas que lo necesitan y no tienen medios.
Escribir cartas. Una actividad tan sencilla como escribir una carta puede significar mucho para un niño o niña que necesita apoyo, por ejemplo, niños o niñas refugiados que han tenido que huir de su país y empezar desde cero en otro país.
Ayudar a un vecino. En ocasiones no es necesario irse muy lejos para realizar una acción solidaria y basta con ayudar a algún vecino haciéndole la compra en el supermercado, paseando a su perro o charlando para darle compañía.
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