Estudiar para preparar los exámenes en septiembre es complicado. Los niños no solo han de aprender a decir que no a otros planes sino que el verano trae consigo muchas distracciones y van perdiendo el hábito del estudio. Sin embargo, existen trucos que les ayudará a disfrutar del verano mientras estudian y se preparan para aprobar. Aquí te lo contamos.
Los expertos aseguran que estudiar en el verano para preparar los exámenes de recuperación en septiembre incrementa "las emociones negativas, empeora su rendimiento e incluso puede producirles un bloqueo mental y emocional.” Además, a estas alturas del año, los niños también necesitan desconectar y recargar las pilas. Por eso es importante ayudarles a conciliar ambas cosas, creando hábitos saludables y rutinas.
Comer. Los expertos dicen que una buena alimentación y dormir lo suficiente son dos factores claves para el estudio. Por un lado, los alimentos que contienen glucosa mejora la memoria y la atención. ¿Sabías qué alimentos con glucosa son saludables? Frutos secos, hidratos de carbono y cereales. La glucosa también se encuentra en las zanahorias, la miel, el chocolate y la remolacha.
Dormir. Dormir entre siete y nueve horas es necesario para poder recuperar la atención y activación.
Planificar. Es mucho más eficaz estudiar con descansos que sin ellos. Pero habría que limitarlos a 15 minutos máximo para no perder la capacidad de concentración. Lo ideal es estudiar por la mañana, después de desayunar cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están a pleno rendimiento.
Mismo lugar. Es recomendable estudiar siempre en el mismo lugar y que este sea luminoso, aireado y sin distracciones.
Empezar por lo más difícil. Es mejor comenzar a estudiar aquellas materias que les cuesten más esfuerzo y concentración, dejando las materias más fáciles para el final.
Repasar. Es importante repasar lo aprendido para consolidar la información. Ayúdale a fijar un día a la semana para revisar. Aunque es mejor dejar que estudien solos, es buena idea involucrarte en el repaso de lo aprendido y ¿por que no? hacerlo divertido. Repasar durante un paseo por la playa o el parque, mientras se esté disfrutando de un rico helado o de noche bajo las estrellas.
Recursos. Además del libro de texto, hay otras maneras de consolidar lo aprendido. Si tiene que examinarse de ciencia o naturales, ¿qué mejor que reforzar sus horas de estudio con una visita a un museo o compartir juntos una película o documental que trata sobre el tema que están estudiando?
Actividades físicas. Tal y como te contamos aquí, el ejercicio mejora su salud cerebral y aumenta su capacidad cognitiva. La práctica del deporte también está relacionada con mayores habilidades lingüísticas y mejores resultados en los exámenes de matemáticas o de lectura”.
Premios. Es importante el refuerzo positivo. Si está estudiando y siguiendo el plan, no dudes en animarle a darse un capricho. Puede ser una salida especial, una actividad o su comida preferida.
Visualizar. Un ejercicio que les puede ayudar a afrontar el verano estudiando es visualizar el éxito. Esto les ayudará a pensar de manera positiva y a ser consecuentes con el plan de estudios.
Tus hijos, ¿tienen que estudiar este verano? ¿Cómo les ayudarás a organizarse?
Derechos de Imágenes: Tim Pierce, Steven Saus
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