En los barrios más desfavorecidos de
La Paz (Bolivia),
ayudamos a las familias a disponer de alimentos frescos y nutritivos para mejorar la salud y la nutrición de los más pequeños. Mónica Vergara es una madre que ha visto cómo, después de participar en los proyectos de
Educo, sus expectativas de vida y las de los suyos han cambiado.
Mónica tiene 30 años y vive en el barrio de Urkupiña, donde lidera uno de los grupos de mujeres que se han creado a partir del
trabajo de Educo para mejorar las condiciones de salud y la alimentación de mujeres y niños de zonas marginales de la capital boliviana.
Cuando era adolescente, Mónica tuvo que abandonar la escuela porque, tras la separación de sus padres, que emigraron dejando a sus hijos bajo la custodia de los abuelos, tuvo que hacerse cargo de sus hermanos menores. Desde entonces siempre soñó con estudiar y poder llegar a la universidad. Sin embargo, movida por las circunstancias de la vida y la pobreza de su entorno, se casó a los 20 años y decidió dedicarse a su esposo y sus tres hijos.
En La Paz, Mónica empezó a participar en el proyecto que Educo desarrolla junto a la Fundación Centro de Cultura Popular (FCCP) en el macrodistrito 3 Periférica para reducir las tasas de mortalidad y enfermedad entre la población infantil causadas por la escasa calidad de los alimentos que se consumen y las malas condiciones de conservación y manipulación de los productos.
Acceso y disponibilidad de alimentos
Su implicación en el proyecto ha ido creciendo hasta el punto de que es la tesorera de uno de los 22 grupos de madres que se han creado. Los técnicos de Educo y de FCCP ayudamos a estas mujeres a organizarse para disponer de alimentos frescos todo el año a costes reducidos (gracias al hecho de realizar las compras en grupo se benefician de precios al por mayor) y trabajamos para que estos productos lleguen a todas las familias (a través de pequeñas tiendas móviles que están a cargo de cada grupo de mujeres).
En el ámbito doméstico, les enseñamos cómo conservar los alimentos (muchas de las familias no tienen recursos para comprar una nevera) y cómo cocinarlos de una manera económica y saludable. Para ello, hemos repartido hasta la fecha 150 cocinas ecológicas solares a las familias, unos contenedores que aprovechan la energía del sol para cocer los alimentos de una manera segura (sin riesgo a quemaduras), ahorrando tiempo y, sobre todo, dinero. También les enseñamos a preparar comidas saludables para ellas y sus hijos, especialmente si se trata de mujeres embarazadas o madres lactantes. Todo esto se complementa con talleres de autoestima y derechos sexuales y reproductivos, que ayudan a las mujeres a coger confianza en sí mismas.
- Mónica Vergara junto a su cocina solar ecológica
Algunas de las madres participantes han aprovechado los conocimientos adquiridos para
iniciar pequeños negocios de venta de alimentos. Una de estas emprendedoras es Mónica Vergara, que vende las mermeladas que elabora a sus vecinos, lo que le permite contribuir a la economía familiar. Ella está muy agradecida con el proyecto, que ha mejorado su autoestima y ha despertado su deseo de concluir sus estudios y empezar una carrera universitaria. “Con la venta de mermelada me he dado cuenta que soy buena en matemáticas –apunta–. Me inscribí para estudiar bachillerato y también he aprendido a usar el ordenador. Ahora navego en Internet e investigo cosas de interés principalmente para la salud de mis hijos. Quiero lo mejor para ellos, que no les pase lo que a mí. Mi mayor sueño es verlos profesionales”.
- Una técnica de Educo realiza una demostración de conservación de alimentos durante un taller en La Paz
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