6 claves para erradicar la violencia contra la mujer

Ser mujer en todo el mundo significa vivir en desigualdad en muchos sentidos, acceso a la educación, al mercado laboral o a puestos directivos, entre otros aspectos. Pero, también, significa sufrir violencia. El día 25 de noviembre se celebra el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer y en este post queremos mostrarte cuál es la situación actual y cómo se puede eliminar este tipo de violencia.

La violencia contra las mujeres y niñas es una realidad y las cifras que publica ONU Mujeres, lo demuestran:

- Se estima que el 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental, o violencia sexual por parte de otra persona distinta a su compañero sentimental, en algún momento de sus vidas.

- Se estima que de las 87.0000 mujeres que fueron asesinadas globalmente en 2017, más del 50% fueron matadas por sus parejas o miembros de su familia.

- Las mujeres adultas representan casi el 50% de las víctimas de trata de seres humanos detectadas en el mundo.

¿Qué tipos de violencia contra la mujer existen?

Conocer las distintas formas que puede tener la violencia contra la mujer es una manera de poder identificar la violencia y luchar contra ella.

En general, la violencia contra la mujer es cualquier acción sexista que tiene como consecuencia un daño físico, psicológico o emocional en la mujer y que puede ser producido por un maltrato verbal o físico. Podemos distinguir los siguientes tipos:

- Violencia psicológica. Se puede producir tanto en el ámbito personal como en el laboral y consiste en acciones de acoso, humillación o manipulación que producen un daño emocional en la mujer que los sufre.

- Violencia física. Suele ir acompañada de la psicológica y supone la producción de un daño físico que se puede manifestar con heridas, quemaduras, cortes etc.

- Violencia sexual. Supone una amenaza contra la libertad sexual de la mujer. No solo aparece cuando se fuerza a la mujer en contra de su voluntad, sino también cuando se produce acoso o abuso.

- Violencia basada en estereotipos. Es un tipo muy común de violencia en el que se perpetúan estereotipos o valores que suponen una desigualdad de la mujer frente al hombre.

- Violencia en el trabajo. Supone una discriminación que afecta a las mujeres cuando quieren acceder a determinados puestos de trabajo tradicionalmente ocupados por hombres, que quieren progresar en su carrera, pero se les impide llegar a puestos directivos, que simplemente aspiran a ganar el mismo salario que los hombres por el mismo trabajo o que temen quedarse embarazadas por perder el trabajo. Este tipo de violencia se puede dar también en el ámbito de las entidades públicas, de manera que las mujeres tengan dificultades para acceder cargos públicos.

- Violencia de tipo económico. Supone la limitación de acceso a recursos económicos, por ejemplo, cuando se impide que la mujer trabaje, gane dinero o tenga y administre su propio patrimonio.

Consecuencias de la violencia contra las mujeres y las niñas

La violencia contra las mujeres y niñas produce multitud de secuelas graves como:

• Daños físicos como fracturas o sangrados.

• Enfermedades crónicas o de larga duración.

• Ansiedad, depresión, estrés.

• Intentos de suicidio.

• Problemas sexuales.

• Abuso de alcohol, drogas o medicamentos.

• Aislamiento social por falta de habilidades para relacionarse con otras personas.

• Muerte.

Claves para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas

La violencia contra las mujeres tiene, tal y como hemos visto, consecuencias muy graves, pero la clave es ¿Qué se puede hacer para erradicar la violencia que sufren mujeres y niñas en todo el mundo? Proponemos varias vías:

- Educación. Uno de los factores que más afecta a las mujeres y las hace vulnerables frente a la violencia es la falta de formación. Por un lado, el hecho de ir a la escuela supone que las mujeres tienen más opciones en el mercado de trabajo y, por lo tanto, más posibilidades de valerse por sí mismas y salir de la pobreza y de la dependencia de un hombre. Además, una educación en valores ayuda a que tanto los niños como las niñas descubran e interioricen valores como la igualdad, el respeto y la solidaridad.

- Empoderamiento de la mujer. El empoderamiento de las mujeres tiene muchas facetas y, en general, supone la superación de prácticas culturales y estructurales que contribuyen a perpetuar la desigualdad de las mujeres. El empoderamiento de las mujeres se refleja en su participación en las estructuras de poder y en órganos de toma de decisiones, entre otros aspectos.

- Acceso a puestos directivos. Actualmente siguen existiendo muchos puestos directivos, tanto en empresas privadas como públicas, que están ocupados por hombres. En este sentido tanto los gobiernos como las propias empresas deben favorecer la igualdad y evitar que exista una discriminación por razón de sexo para ocupar puestos en órganos de dirección o de administración de las empresas.

- Información. El conocimiento y la visibilidad de la violencia contra las mujeres y niñas son claves para hacer que desaparezcan. Esto se logra dando a conocer los distintos tipos de violencia que existen para que tanto hombres como mujeres los conozcan, sepan detectar los signos de violencia y actúen para evitarla.

- Denuncia. Actualmente, existen muchas mujeres y niñas en el mundo que sufren violencia, incluso por parte de familiares o de sus parejas, y no denuncian. Es importante poner a disposición de las mujeres medios para que sepan cómo denunciar y abogados que puedan defender sus intereses.

- Fortalecimiento de la autoestima. La tolerancia de las mujeres o niñas hacia la violencia puede deberse también a una falta de autoestima. El trabajo para fortalecer la autoestima permitirá que las mujeres y niñas sepan identificar las situaciones de maltrato y sean conscientes de que no deben permitirlas.

En definitiva, la violencia contra las mujeres y niñas es mucho más habitual de lo que parece y está en manos de todos acabar con esta lacra y lograr una sociedad más justa e igualitaria para las mujeres y niñas del futuro.

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