Cómo hablar a las niñas y niños sobre temas complicados si preguntan: muerte, enfermedad o pandemia

Todos los que tenemos hijos e hijas nos hemos enfrentado en algún momento a preguntas complicadas sobre la muerte, las enfermedades, el sexo o el divorcio: ¿Qué ocurre si se muere la abuela?, ¿Qué es una pandemia?, ¿Dónde va la gente que se muere?, ¿De dónde vienen los bebés?, ¿Por qué papá y mamá ya no se quieren?  Hablar de la muerte con niños y niñas o de otros temas complejos, no es fácil, muchas veces no sabemos qué contestar o no respondemos con la verdad por miedo a que sufran. En este post te contamos cómo afrontar estas situaciones y explicar lo que ocurre a los más pequeños. 
 
La crisis sanitaria producida por el coronavirus ha supuesto un cambio en nuestras vidas y los niños y niñas han tenido que vivir durante meses confinados en casa, sin poder ir al colegio o jugar con otros amigos. Esta situación, además de generar miedo tanto en adultos como en niños y niñas, genera muchas dudas debido a la incertidumbre y a que nos enfrentamos a algo desconocido hasta ahora. Pero no solo la pandemia suscita dudas, sino que los niños y niñas pueden tener preguntas sobre otros temas complicados como el suicidio, las enfermedades en general, el divorcio o las relaciones sexuales. 

¿Cómo hablar de la muerte y otros temas complicados con niños y niñas?

Explicarle a un niño o niña pequeño lo que ha ocurrido, las muertes que ha habido o por qué no podían salir de casa no es una tarea sencilla y tampoco lo es hablar de situaciones en las que los padres se divorcian o alguien de la familia enferma. Algunas de las pautas que se pueden seguir para hablar sobre la muerte con niños y niñas y otros temas complejos, son las siguientes: 

• Escucha sus preguntas. Durante la pandemia del coronavirus hemos visto multitud de imágenes impactantes en televisión, cifras de personas fallecidas que no paraban de crecer y nuestros hijos e hijas han observado la preocupación en nuestro rostro. Puede que te hagan muchas preguntas y debes escucharles atentamente, para saber lo que les preocupa y darles apoyo. Lo mismo ocurre con el tema del suicidio, harán preguntas y es importante que las afrontes sin mentir y mostrando tus sentimientos. Es mejor hablar de lo ocurrido porque se acabarán enterando y si no se les dice la verdad desde el principio perderán la confianza en nosotros. 
• No te burles ni te rías. Los niños y niñas tienen mucha imaginación y seguro que te harán preguntas raras o graciosas sobre sexo, por ejemplo, no te rías, escucha lo que tienen que decir y habla sin tapujos ni vergüenza. 
• Intenta no responder con un “No lo sé”. Muchas veces nuestros hijos e hijas nos bombardean a preguntas de las que no conocemos las respuestas, es importante intentar no contestar que no lo sabes e informarte para poder dar una explicación clara y acorde a su edad. 
• Adapta tu respuesta a la edad del niño o niña. Evidentemente no es lo mismo hablar con un niño o niña de 4 años que con uno de 12, por lo que tendrás que adaptar las respuestas que des a su edad y ser claro y honesto. 
• Tómate un momento para calmarte. Si quieres transmitir calma a tus hijos e hijas cuando hablas de temas complicados como enfermedades graves o muertes, deberás calmarte y evitar momentos de ansiedad o nerviosismo. Si les hablas con ansiedad lo notarán y se la transmitirás. 
• En caso de divorcio, habla con sinceridad. La separación de los padres afecta mucho a los niños y niñas por lo que es importante explicarles lo que sucede. Habla con ellos tranquilamente para que sepan que papá y mamá van a vivir separados y las consecuencias que tendrá esa situación. Pero reconfórtales explicando que verán a los dos, que pasarán tiempo con ambos y que los niños y niñas no tienen ninguna responsabilidad en la situación. Por otro lado, es fundamental no hablar mal del otro progenitor y mantener a los hijos e hijas al margen de las rencillas personales. 
• Encuentra el momento adecuado. Hablar sobre la muerte con niños y niñas y sobre otros temas complejos requiere encontrar el momento adecuado. Puede que te hagan preguntas y surja el tema de forma natural o puede que tengas que buscar un momento tranquilo a solas con ellos para explicarles lo que ocurre. En el caso del sexo pueden surgir muchas situaciones propicias para hablar del tema, por ejemplo, durante el baño se puede hablar sobre las partes del cuerpo, si nace un bebé se le puede contar cómo se conciben los niños y si ven una escena de sexo en televisión se puede hablar de relaciones sexuales. En este caso, también hay que adaptar las palabras a la edad de nuestro hijo e hija. 
• Evita que se sientan culpables. La culpabilidad puede surgir en niños y niñas en casos de suicidio de una persona cercada o de divorcio de los padres, por ejemplo. Puede que piensen que ha ocurrido por algo que han hecho mal. En el caso del suicidio se les puede explicar cómo se sentía la persona fallecida y que la muerte no tiene relación con el comportamiento de nadie. Con el divorcio también se debe evitar que sientan que la separación se debe a algo que han hecho, es conveniente explicarles que a veces las parejas se separan, pero que su padre y su madre van a seguir queriéndoles y atendiéndoles igual. 
• Evita eufemismos. Para evitar hacer daño, a la hora de hablar sobre la muerte con niños y niñas, es importante que evites utilizar eufemismos. Elige palabras sencillas, adaptadas a su edad y no mientas. 
• Repite todo lo que sea necesario. Puede que, por tratar de dar una respuesta completa, le des demasiada información a tu hijo o hija y se generen más dudas o te repita las mismas preguntas. Debes estar preparado para repetir tus respuestas las veces que sea necesario y hacerlo con calma. 
• Averigua si has resuelto sus dudas. Finalmente, es fundamental saber si has resuelto las dudas que el niño o niña tenía para que se quede tranquilo o para profundizar en lo que sea necesario. Pregúntale si tiene más dudas o necesita más información. 

Hablar sobre la muerte con niños o niñas o sobre otros temas difíciles como el divorcio de los padres o la enfermedad grave de un familiar es complicado, pero con paciencia y sentido común se puede lograr que entiendan la situación y que se tranquilicen. 

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