¿Quieres
aprender a relajarte y lograr el bienestar de cuerpo y mente con tus hijos e hijas?
Practicar yoga en familia es una excelente idea para compartir una actividad divertida con los niños y niñas, y disfrutar aprendiendo a la vez que se entrena.
Beneficios de practicar yoga en familia
Si has practicado yoga alguna vez, ya conocerás sus beneficios. Pero, por si acaso, te contamos que el
yoga en familia aporta beneficios como:
- Mejora de la flexibilidad. Las posturas que se practican con el yoga ayudan a los niños y niñas a estirar sus músculos y a mejorar su flexibilidad.
- Relajación. No solo nos estresamos los adultos, también los niños y niñas. El colegio, las actividades extraescolares, las prisas o los deberes son circunstancias que influyen en los menores, y practicar yoga en familia es una oportunidad de relajarse juntos y encontrar un rato para estar tranquilos.
- Fortalecimiento de los músculos. Las posturas de yoga requieren que se utilice la fuerza del cuerpo, por lo que ayudan a fortalecer los músculos y a mejorar la postura corporal.
- Impulso de la creatividad. ¿Te has parado a pensar cuándo tienes las ideas más creativas o cuándo se te ocurren las soluciones a los problemas? Suele ocurrir cuando te relajas. Por ese motivo, el yoga en familia impulsa la creatividad de adultos, niños y niñas.
- Mejora de la autoestima. Cuando se practica yoga no hay que competir, sino que se trata de ir conociéndose a uno mismo, practicando nuevas posturas, mejorando y aprendiendo. Por ese motivo, el yoga ayuda a fortalecer y mejorar la autoestima de los niños y niñas.
Ya conoces los beneficios de la
práctica del yoga en familia, pero ¿por dónde puedes empezar? Te damos algunos consejos a continuación.
Ideas para practicar yoga en familia
Para practicar yoga en familia no necesitas muchos elementos, sino seguir algunas ideas sencillas como las que te proponemos:
Encuentra el mejor momento y lugar.
Busca un momento del día en el que todos los miembros de la familia puedan dedicar un rato a practicar yoga. Vestid de forma cómoda, colocad las esterillas en el suelo y buscad un lugar tranquilo y sin interrupciones del móvil o del ordenador. Es aconsejable poner algo música relajante, por ejemplo, audios o vídeos con sonidos de la naturaleza que sean tranquilos, como el agua de un río o las olas del mar.
Comienza con algo sencillo: la respiración
En la práctica del yoga es fundamental conocer y controlar la respiración, porque será el primer paso para relajarnos. Se puede empezar tumbados boca arriba sobre una esterilla y observar cómo sube y baja el abdomen con cada respiración. Cerrad los ojos y enseña a tus hijos e hijas a inspirar y expirar lentamente, y a observar cómo sube y baja el abdomen. Practicad la respiración durante unos minutos. La relajación que se consigue controlando la respiración puede ayudar a calmar el conflicto entre hermanos o entre padres e hijos o hijas, o los nervios previos a un examen, por ejemplo.
Posturas de yoga que se pueden realizar en familia
Antes de nada, debes tener claro que no puedes ser excesivamente exigente con tus hijos e hijas y debes dejarles que interpreten cada postura a su manera hasta que vayan aprendiendo poco a poco.
Lo que mejor funciona es que relacionen cada postura con un animal, para que la recuerden y la interioricen. Te ponemos algunos ejemplos:
- El gato. Tendréis que poneros a cuatro patas, inspirar levantando la cabeza y arqueando la espalda hacia el suelo, y expirar bajando la cabeza hacia el pecho y redondeando la espalda hacia arriba. Podéis repetir el ejercicio, despacio, unas cinco veces.
- El perro. Para esta postura hay que apoyar manos y rodillas en el suelo, se expira y se estiran piernas y brazos. A continuación, apoyamos de nuevo las rodillas. Se puede repetir el ejercicio entre tres y cinco veces.
- La rana. Partimos de una posición en cuclillas con las rodillas un poco abiertas y con los brazos entre las piernas tocando el suelo. Al inspirar estiramos la cadera hacia arriba y dejamos la cabeza relajada hacia abajo. A continuación, apoyamos de nuevo las manos en el suelo.
- El león. Se parte de la postura del loto, avanzamos con las manos sobre las piernas hasta apoyarlas en el suelo, abrimos los ojos y sacamos la lengua intentando tocar la barbilla. Mantenemos la posición cinco segundos y volvemos a la posición original. Se puede repetir el movimiento cinco veces.
Giro de los ojos
Se parte de una posición de sentado sobre las piernas y con la vista fija en el frente. Primero hay que mirar hacia la derecha y aguantar cinco segundos, a continuación, hacia la izquierda y otros cinco segundos, luego hacia arriba y al suelo, finalmente hacemos rotaciones con los ojos en el sentido de las agujas del reloj y luego, al contrario. Para terminar el ejercicio cerramos los ojos y nos relajamos.
Movimientos de hombros
En este caso también se parte de una postura de loto. Inspiramos y elevamos los hombros como si intentáramos tocar nuestras orejas, aguantamos cinco segundos la posición y descansamos. Se puede repetir el ejercicio unas cinco veces. Otra opción para los hombros es hacer giros hacia detrás y hacia delante.
Sin duda, el yoga en familia es una oportunidad para que todos disfrutemos de pasar un rato de ocio juntos y para conocernos y fortalecer las relaciones con nuestros hijos e hijas.
¿Te apuntas a practicar yoga desde hoy mismo con toda tu familia?
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