Nacer siendo una mujer es ser consciente de que el camino que elijas no será igual de llano que el de un hombre. Solo por el hecho de ser mujer, estás expuesta a todo tipo de violencias, en especial la de género, que supone un ataque contra la dignidad y la libertad. “Un infierno”, es la palabra con la que definen muchas víctimas el sufrimiento que padecen y el lugar hasta el que descienden su autoestima y sus ganas de vivir.
Las cifras muestran claramente que la violencia de género sigue siendo un gran problema en todo el mundo: según datos de Naciones Unidas, se estima que a nivel global, el 35% de las mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de un compañero sentimental o violencia sexual por parte otra persona, en algún momento de sus vidas; y en España, ya se contabilizan 1.284 víctimas mortales por violencia de género desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy.
Una gran herramienta para erradicar la violencia de género es la educación. Tanto en la escuela como en casa se puede enseñar a los niños y niñas valores que les ayuden a evitar la violencia de género, como por ejemplo:
Enseñarles la importancia del respeto y la igualdad: pedir a los niños y niñas las mismas responsabilidades y que tengan, también, las mismas oportunidades.
Implicarles en todo tipo de labores sin distinción de género.
En el caso en que existan conflictos, fomentar el diálogo entre niños y niñas para que comprendan que no se debe utilizar la violencia.
Compartir información de actualidad y comentarla con ellos para conocer sus impresiones. Existen multitud de noticias sobre casos de desigualdad y de violencia de género que se publican en los medios y en las redes sociales a diario. Escoge la información que consideres relevante en función de las edades de tus hijos e hijas y plantea debates con ellos y ellas para conocer su opinión o las soluciones que plantean a los problemas.
Dar ejemplo siempre: Tus hijos e hijas van a analizar y copiar todo lo que tú hagas, por lo que es fundamental aplicar los valores que hemos visto en todo lo que hacemos para que comprendan lo que significa la igualdad de género.
En Educo creemos firmemente que la educación es una herramienta para transformar el mundo y hacer de él un lugar más justo y pacífico. Por ello, trabajamos para que los niños y niñas de nuestros proyectos aprendan desde muy pequeños, los derechos básicos de todo ser humano, incluido el derecho a ser respetado y no violentado.
También realizamos un trabajo de sensibilización con las familias, el profesorado y la comunidad en general para que tomen conciencia de la necesidad de educar a los niños y niñas en el buen trato y, en algunas comunidades, llevamos a cabo proyectos específicos para sensibilizar y educar a las mujeres en sus derechos.
Guatemala es uno de los países que sufre una gran desigualdad entre niños, niñas y adolescentes, pues ocupa los últimos puestos del ranquin de Latinoamérica. Tras un estudio propio de nuestra ONG Educo en 2017, encontramos que estas brechas también existen en el sistema educativo por causas como el abandono escolar, la falta de calidad en la educación, o la violencia física o psicológica, entre otras muchas más.
Es por ello por lo que iniciamos el proyecto Voces por la prevención con el que queremos prevenir la violencia de género tanto en el ámbito público como en el privado, es decir, desde las escuelas públicas de primaria, pero también desde los hogares. Y lo hacemos a través de la formación de profesores de 20 escuelas de Chichicastenango para que sensibilicen a estudiantes de entre 10 y 14 años.
Katherine, una de las niñas que participa en el proyecto, tiene claro cómo funciona este tipo de violencia y qué hacer para prevenirla: “Los niños deben tratar de llevarse bien, que no se molesten”. Para ella es importante convivir en un ambiente sano en el que reine el respeto porque sabe que una buena convivencia permite avanzar.
Omar, otro alumno que participa en el proyecto, reconoce la importancia de pedir ayuda para resolver conflictos, de informar a los maestros o hablar con sus padres en casa si es víctima de alguna agresión: “A mí me gustaría que todos mis compañeros y yo fuéramos felices”. Y es que en su escuela hay muchos carteles de información que les ayudan a reconocer la violencia y poner en práctica los valores cuando comparten tiempo con otros compañeros.
El proyecto no solo incluye formación para el profesorado y los niños y niñas, también trabajamos para sensibilizar a las familias en temas de crianza en positivo.
Ixchel, uno de los técnicos de nuestro proyecto, explica por qué es importante identificar la violencia: “Los niños, niñas y adolescentes han de conocer que eso es violencia para no repetir patrones que han visto en sus casas, porque lo que aprenden ahí, lo hacen en la escuela. Pero también los padres han de ver qué actitudes no repetir. Ahora están atentos a todos los temas que les contamos para saber si en casa han sido violentos con sus hijos, y aprenden a que no deben de hacer lo mismo”, explica.
Cada 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Aprovechemos esta ocasión para recordar que hemos de crear un mundo sin violencia de género en el que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades laborales y vitales y en el que podamos vivir en paz.
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