La educación de nuestros hijos e hijas es un reto, especialmente cuando se trata de establecer límites adecuados porque es necesario encontrar un equilibrio entre la disciplina, el aprendizaje y el cuidado de los más pequeños. Los límites son una herramienta importante en la educación ya que ayudan a los niños y niñas a desarrollar habilidades esenciales para la vida como la autodisciplina, la responsabilidad y el respeto hacia los demás.
Los límites aportan un marco seguro y predecible que ayuda a los más pequeños de la casa a comprender que existen normas que contribuyen a vivir en paz y a saber cuáles son los límites de otras personas para construir una base sólida de empatía y compresión hacia otras personas.
Los límites en la educación aportan diversas ventajas a los niños y niñas como los siguientes:
Desarrollan la tolerancia a la frustración, la empatía, la autodisciplina y el control de los impulsos.
Les hacen conocer los riesgos de determinadas conductas que pueden causarles un daño.
Les hacen organizarse y planificar las tareas, así como establecer objetivos.
Fomentan el aprendizaje positivo.
Desarrollan hábitos saludables y buenos hábitos de higiene.
Impulsan valores como la honestidad, la tolerancia, la igualdad, el respeto o la amistad.
Toman conciencia de las consecuencias de sus acciones y de la responsabilidad frente a esas consecuencias.
Debemos partir de una idea importante: cuando los niños y niñas conocen los límites y las consecuencias de superarlos, no harán la prueba de “a ver qué ocurre si me paso el límite”. Es habitual que un niño o niña tenga rabietas porque quieran algo y los padres no se lo den. Si no conocen los límites reaccionarán frente a la frustración con lloros y pataletas.
Para establecer límites adecuados es importante que tengas claras tus expectativas, es decir, qué quieres lograr con esas limitaciones, y las comuniques de manera clara y consistente a tus hijos e hijas. A continuación, te proponemos algunos ejemplos de cómo puedes establecer límites en la educación que sean efectivos:
Si deseas que tus hijos e hijas hagan algo o eviten hacerlo, asegúrate de comunicar de manera clara y sencilla cuáles son tus expectativas y las consecuencias de no cumplirlas. Por ejemplo, puedes decir "Es importante que respetes a tus compañeros de clase y no les hables mal”, “No te asomes al balcón porque podrías caerte”. Ten en cuenta que deben ser límites sencillos y adaptados a su edad porque necesitarán tiempo para asimilarlos y comprender las consecuencias de sobrepasarlos.
Es importante que seas firme con tus límites para que tus hijos e hijas puedan entenderlos y respetarlos. Si cambias de opinión constantemente, se confundirán y no sabrán qué esperar de ti. Por ejemplo, si les dices que no pueden ver televisión después de las ocho de la tarde, asegúrate de cumplirlo, porque si les dejas ver la televisión durante varios días más allá de esa hora, el límite ya no será válido.
Si tus hijos entienden los motivos que hay detrás de tus expectativas es más probable que las respeten. Por ejemplo, si les dices que no pueden comer dulces en exceso, explícales los riesgos para su salud y por qué es importante cuidar su cuerpo. También es importante que el niño o niña pueda reflexionar sobre su conducta y las consecuencias de la misma, de esa forma entenderán por qué existen límites.
Es importante que los límites que establezcas sean adecuados para la edad y etapa de desarrollo de tus hijos e hijas. Por ejemplo, si tus hijos o hijas son muy pequeños, no puedes esperar que entiendan y sigan límites muy complejos. Para que los comprendan y asimilen puedes utilizar juegos, libros, vídeos o ejemplos, de esa forma aprenderán divirtiéndose.
Si tu hijo e hija está muy nervioso cuando le hablas del límite puedes utilizar el denominado tiempo de espera para que se calme y reflexione. La duración del tiempo de espera depende de cada circunstancia y de cada niño o niña. Cuando finalice ese tiempo será el momento de reflexionar con él o ella sobre lo que ha sucedido y cómo se ha sentido.
Aunque es importante ser firme al establecer límites, también es fundamental demostrar amor y cariño hacia tus hijos e hijas. Hazles saber que estás estableciendo límites porque te preocupas por su bienestar y quieres que se conviertan en adultos responsables y respetuosos.
Una forma de que los niños y niñas acepten y entiendan los límites consiste en proponerles opciones. Por ejemplo, si estableces un límite de hora para ver la televisión, puedes decirles que, en lugar de verla, pueden leer un libro. Es decir, es importante que se de una alternativa positiva.
Imagina que tu hijo o hija pinta las paredes de la casa con un bolígrafo, cuando ya le has dicho que no lo haga. Una forma de enseñarle los límites consiste en ponerle a limpiar lo que ha pintado. De esa forma conocerá el límite y sus consecuencias a la vez que aprende.
Si les pones límites a tus hijos e hijas es fundamental que seas su modelo. No olvides que te observan y que “copian” tu forma de actuar, por lo que tendrás que pensar en los límites que pones y en tu forma de actuar para ser coherente y que aprendan de ti.
En resumen, establecer límites adecuados puede ser una herramienta poderosa en la educación de tus hijos e hijas y una forma de que respeten a los demás y controlen y gestionen adecuadamente sus emociones.educar , empatía , Hábitos saludables , límites , rabietas , Valores
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