En Educo sabemos que el
papel de la familia es esencial en el desarrollo de la infancia. Sin embargo, en España,
conciliar la vida laboral con la familiar se hace cada vez más difícil. A pesar de ser un derecho tanto de los adultos como de los niños y niñas, la conciliación laboral es un tema que no termina de resolverse.
¿Te imaginas que un día te levantas por la mañana temprano y tuvieras tiempo para sentarte con a desayunar con tus hijos y acompañarles al colegio, o al menos hasta la parada del transporte escolar? Algunas personas quizás pueden porque tienen
flexibilidad de horario laboral o la posibilidad de teletrabajo, pero la mayoría no pueden.
Una de las posibles soluciones sería la distribución de horas que podría ayudar a que pudieras ir a recoger a tus hijos de la escuela, acompañarles a las actividades extraescolares, o pasar con ellos la tarde, jugando o ayudándolos con los deberes. Sin embargo, esto es una rutina que se aleja de la situación real de muchas familias españolas.
Actualmente,
todos los miembros de la familia pasan casi todo el día fuera de casa. Los niños y niñas desayunan, comen y casi meriendan en el colegio. Muchos son los primeros en llegar a la escuela y los últimos en abandonarla, y al llegar a casa
solo queda tiempo para hacer los deberes, cenar e irse a la cama. Muchas familias no se ven capaces de ofrecer a sus hijos el tiempo y la atención que requieren sus necesidades tanto afectivas como sociales. Sin embargo, es necesario que
tomemos consciencia de las consecuencias negativas que puede tener la falta de conciliación entre la familia y el trabajo, no sólo en el ámbito doméstico general sino en el desarrollo vital de nuestros hijos e hijas.
Los niños y niñas necesitan pasar tiempo con su familia, para crecer sanos y felices. Está demostrado que una relación emocional estable y continuada tiene un efecto muy positivo en su desarrollo. Además, para el buen desarrollo del niño, se hace necesaria la figura de unos referentes estables que se impliquen en su vida a diario, ofreciéndoles afecto, diálogo y orientación.
¿Qué alternativas tenemos?
Sin medios o tiempo suficiente para poder compartir momentos cotidianos con nuestros hijos o hijas es imposible que esta interacción ocurra de manera continuada, garantizando el bienestar de los niños y niñas. Las soluciones no son complejas, se pueden resumir en:
- Permisos de maternidad y paternidad más largos, afines a los que muchos de los países europeos contemplan.
- Posibilidad de teletrabajo..
- Flexibilidad de horario en el ámbito laboral.
En
Educo pensamos que la conciliación familiar y laboral debería concebirse a los ojos de los gobiernos como una herramienta de protección de las familias y especialmente
de los niños y niñas. Así como una inversión de futuro para el conjunto de la sociedad. Por eso, creemos que es necesario
impulsar medidas para la conciliación familiar que permitan a las familias ser las protagonistas de la educación de las niñas y niños en los primeros años de vida, acompañadas el establecimiento de ayudas públicas para las familias, como guarderías o centros de acompañamiento a familias, entre otros.
¿Qué opinas? ¿Crees que aún queda trabajo por hacer en este sentido?
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Simon Watson
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