Consejos para crear buenas relaciones entre hermanos y hermanas

¿Tus hijos e hijas se pelean entre ellos o se enfadan a menudo? Los padres tenemos un papel esencial en las relaciones entre hermanos y hermanas y muchas veces no sabemos cómo actuar cuando hay problemas entre ellos. En el post de hoy te damos varios consejos para fomentar buenas relaciones entre hermanos y hermanas. 

Una buena relación entre tus hijos e hijas es fundamental para que comprendan la importancia de la empatía, la generosidad o la comprensión, de manera que logren tener vínculos afectivos de calidad con otras personas, tanto familiares como no familiares. 

¿Cómo fomentar buenas relaciones entre hermanos y hermanas?

Muchas veces parece muy complicado que nuestros hijos e hijas se lleven bien, pero no podemos olvidar que aprenden de nosotros y que está en nuestra mano que haya una relación de cariño, amor y respeto entre ellos. Estos son los consejos que puedes seguir para crear buenas relaciones entre hermanos: 

• No les compares. Las comparaciones no suelen ser positivas nunca y entre hermanos y hermanas fomentan la competitividad y una relación basada en “quién es el mejor”. Si hacen algo, reconoce las habilidades de cada uno, que serán diferentes, pero igual de importantes. Ten cuidado con los comentarios que hagas de uno de tus hijos o hijas en relación a los demás, puesto que, aunque parezcan inofensivos, a ellos o ellas les pueden ofender o doler. 
• Fomenta la colaboración. La colaboración y el trabajo en equipo son dos habilidades fundamentales en la vida de los adultos, por lo que no solo es importante que las aprendan los niños y niñas desde pequeños para el futuro, sino también para que tengan objetivos comunes, para que se sientan útiles, valorados y queridos, una parte importante de la familia. 
• Dedícales el mismo tiempo. Aunque uno de tus hijos o hijas sea más pequeño o tenga alguna discapacidad, es importante que les prestes la misma atención a todos, te necesitan por igual. 
• No les supervises todo el tiempo. El control sobre todo lo que hacen, les impedirá sentirse libres y actuar con naturalidad. Déjales solos en algún momento para que se conviertan en cómplices, aprendan a solucionar sus conflictos y disfruten juntos. 
• Fomenta la escucha activa. Como en otras muchas cosas, en la escucha tú, como padre o madre, eres el modelo de tus hijos e hijas. Si les interrumpen cuando hablan, si no les dejas hablar o si no respetas su opinión, será eso lo que aprendan. Fomentar la escucha activa es todo lo contrario, dejarles que hablen, interesarse por lo que dicen y hacerles preguntas para que se den cuenta de que te preocupa lo que piensan y sienten.
• Acepta sus enfados. Todos nos enfadamos en alguna ocasión con otras personas y entre los hermanos y hermanas ocurre lo mismo. No reprimas los enfados, simplemente ayúdales a que entiendan por qué se enfadan y a gestionar de forma positiva sus emociones. Fomentan que tus hijos e hijas hablen entre ellos, entiendan lo que piensan los unos de los otros y se reconcilien. 
• Hazles partícipes de lo que ocurre en la familia. Es fundamental que los hermanos y hermanas sepan lo que ocurre en la familia, si hay algún motivo de alegría o si existen problemas que les incumben o afectan, deben conocerlos y sentirse parte de la familia. 
• Fomenta el juego en familia. Los padres deberán compartir tiempo con sus hijos e hijas de forma individual, pero también habrá momentos para hacer cosas en familia, disfrutar y jugar. El juego es importante para que los niños aprendan, colaboren y se diviertan. Simplemente con una pelota o unas cartas, puede bastar para pasar un buen rato. Otra opción es ir al parque con tus hijos e hijas. 
• Planifica momentos en torno a la mesa. Aunque cada miembro de la familia tendrá sus horarios y sus actividades, encontrar un momento al día en torno a la mesa (desayuno, comida o cena) para compartir las experiencias del día, hablar y comunicarse, puede ser muy positivo para crear unas buenas relaciones entre hermanos y hermanas. 
• Establece normas de convivencia. Las normas de convivencia en casa pueden ayudar a evitar conflictos y a establecer buenas relaciones. Por ejemplo, puedes elaborar un listado que esté visible para todos con algunas reglas: saludo siempre al llegar, ayudo en las tareas del hogar, recojo mis juguetes, hago los deberes, respeto a mis padres, comparto los juguetes con mis hermanos y hermanas, pido todas las cosas por favor y siempre doy las gracias. 
• Ten paciencia. No olvides que son niños y niñas y que vas a necesitar mucha paciencia para lograr una buena relación entre ellos, pero con el tiempo verás que se convierten en adultos que se apoyan, se respetan y se quieren. 

¿Y si llega un nuevo hermano o hermana?

La llegada de un nuevo hermano o hermana a la familia da una gran alegría, pero también puede ser una fuente de conflictos y de celos, por eso, es fundamental saber cómo actuar. Ten en cuenta que un nuevo bebé va a cambiar radicalmente la vida de su hermano o hermana mayor.

Es fundamental involucrar al niño o niña en todo el proceso. Durante el embarazo, se le pueden ir contando los cambios que van a ocurrir para que se sienta partícipe. Escucha sus preguntas y responde con sinceridad. El hermano o hermana mayor también puede colaborar en la realización de las tareas que requiera el recién nacido, en función de su edad. Aunque nos esforcemos en que nuestro hijo o hija mayor se sienta bien, habrá momentos en los que la adaptación a las nuevas circunstancias le resulte difícil. En esos momentos es esencial tener mucha paciencia, mostrar empatía y ayudarle a gestionar sus emociones y sentimientos. 

En definitiva, las buenas relaciones entre hermanos y hermanas son un proceso de aprendizaje en el que los padres tienen un papel muy importante que influirá en el futuro de sus hijos e hijas. 

Imagen de Bessi en Pixabay  

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