Querer a nuestros hijos es fácil. Pero educarles no tanto. Para el trabajo más importante del mundo no hay universidad. Pero si la hubiera, habría una clase para que aprendiésemos a escuchar. A agacharnos para estar a su altura y escuchar sin juzgarles y con todo el tiempo del mundo.
En esa universidad imaginaria, algunas clases las podrían dar los propios niños para enseñar a los padres lo que quieren y esperan de ellos. Recuerda que el niño es inteligente y sabio. Solo hay que saber escuchar. Y sino, repasa esta lista de consejos de niños para padres.
Deja que me equivoque. No he nacido sabiendo pero si he nacido preparado para aprender. Te pido que seas paciente y que me enseñes las cosas, una a una, y con cariño. Y si me notas algo enfadado, pregúntame qué me pasa. Quizás me esté molestando algo.
Quiero saber que me quieres. No te limites a decírmelo, demuéstramelo. Porque así me siento mejor, me siento protegido. Cuando dejas de leer o trabajar en el ordenador para pasar un rato conmigo, me hace sentirme muy especial. Cuando te acuerdas de mí y me haces mi comida favorita, se que estás pensando en mí.
No me grites, ni me insultes. Cuando lo haces, me da miedo y me pongo muy triste. En vez de gritarme, habla con un tono de voz normal y de manera que te entienda. Cuando me insultas, me creo lo que me dices.
Confía en mí. Cuando hago algo bien, dímelo. Me gusta sentir que estás orgullosa/o de mí. Y cuando me elogies, intenta dar detalles para que yo pueda seguir mejorando.
No me confundas. A veces dices una cosa y haces otra. Si me confundes, no se cuando creerte.
Léeme cuentos e historias o canta alguna canción. Pasar un rato juntos me encanta. También me gusta mucho que me cuentes de cuando tu eras pequeña/o.
Abrázame y bésame todos los días.
A solas contigo. Organiza momentos en los que estamos solos tu y yo. Sin hermanos, abuelos, tíos o amigos. Por lo menos 1 vez por semana, hagamos algo que nos guste a los dos.
Quiero ser como tu. Tanto que te imito y hago y digo lo que dices tú. Si no quieres que diga alguna palabrota o coja un berrinche por una tontería, tu tampoco lo hagas.
Pensar juntos. Hagamos un plan divertido de cine y palomitas en casa. Luego, podemos decir lo que nos ha gustado y no. Cuando estemos todos sentados en la mesa o cuando estemos de camino al cine o a la casa de la abuela, hablemos de lo que haremos el fin de semana.
Déjame decidir. Déjame jugar fuera a lo que me gusta. No decidas por mí. Pregúntame con quien prefiero quedarme cuando tu no estés. Eso me hace saber que me quieres.
Cocinemos juntos. Aunque sea pequeño, hay muchas cosas que puedo hacer. No tengas miedo de que lo rompa todo y me equivoque. Confía en mí. Es la única manera que tengo de aprender a hacerlo bien.
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Derechos de Imágenes:Dave Williams, David J
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