El bullying o acoso escolar es un problema habitual en las escuelas. Las familias nos preocupamos cuando vemos que nuestro hijo o hija no quiere ir al colegio por miedo o muestra cambios en su comportamiento y no sabemos cómo actuar. Como padres y madres es fundamental que aprendamos a detectar las señales que indican que el niño o niña pueda estar sufriendo bullying en la escuela para así poder ayudarle y denunciar la situación para que se tomen medidas.
El bullying es un problema real en muchos colegios tal y como muestra el III Estudio Percepción sobre el bullying en la sociedad española. Los datos no dejan de sorprender:
El 22% de los alumnos preguntados admitieron haber sufrido bullying o acoso escolar
En la mayor parte de los casos (60%) el bullying tiene forma de ataques como burlas, motes o insultos.
La agresión física se da en un 28% de los casos.
El 57% de los alumnos, el 70% de los padres y el 76% de los profesores coinciden en que existe una falta de medios y programas para afrontar el bullying.
Lo que más nos preocupa a los padres o madres es saber cómo detectar si nuestro hijo o hija está sufriendo acoso en el colegio. A continuación, te describimos algunas conductas que pueden ser señales de alerta sobre la existencia de un caso de acoso escolar.
En un caso de acoso escolar es muy habitual que el niño o niña no se atreva a contarlo por vergüenza, por lo que es necesario que los padres y madres estén atentos a su comportamiento para saber detectar el bullying. Algunas de las conductas que pueden ser una señal de la existencia del acoso escolar son las siguientes:
1. Miedo a asistir a la escuela. Es habitual que el niño o niña que está siendo víctima de acoso desarrolle miedo a asistir al colegio, aunque antes le gustara. En estos casos es importante que los padres y madres generen un ambiente de confianza para que el niño o niña pueda expresarse y contar lo que siente y lo que está ocurriendo.
2. Malestar cuando tiene que ir al colegio. Un niño o niña que sufre acoso escolar puede inventarse un malestar para evitar acudir a la escuela. En estos casos es habitual que los progenitores le lleven al médico y no tenga ningún problema de salud.
3. Enfados o ataques de ira. Otra señal que puede alertar a los progenitores consiste en cambios de comportamiento como enfados o ataques de ira cuando tiene que ir al colegio.
4. Pérdida de material escolar o de ropa. Una forma de intimidar a la víctima que utilizan los acosadores es la sustracción de material escolar y de ropa. También puede ocurrir que el niño o niña llegue a casa con material escolar roto o ropa rota. Los padres y madres debemos estar atentos a esta señal y verificar que no se trata de meros despistes, sino que se produce de forma reiterada.
5. Alteraciones del sueño. Otra señal que puede servir para detectar la existencia del bullying consiste en la alteración del sueño del niño o niña. Puede que le cueste dormirse, que se sienta mal al levantarse o que duerma pocas horas.
6. Reducción del rendimiento en clase. El acoso escolar puede producir también que el niño o niña pierda el interés por el estudio y reduzca su rendimiento escolar.
Estas conductas o situaciones pueden ser señales de que existe bullying aunque es preciso analizar bien cada circunstancia porque puede deberse a otra causa. En cualquier caso, es fundamental que los progenitores transmitan tranquilidad y seguridad al niño o niña para que se sienta apoyado.
Como hemos dicho anteriormente, es posible que si tu hijo o hija es víctima de acoso no te lo cuente porque se sentirá avergonzado. Para ayudarle puedes tomar las siguientes medidas:
Presta apoyo tu hijo e hija y escúchale. Lo más importante es recabar toda la información posible de la situación para poder verificar si existe un caso de acoso escolar y apoyar a tu hijo e hija evitando culparle. Escucha lo que te diga con atención y dale todo tu apoyo y cariño para que se sienta tranquilo y protegido.
Enseña a tu hijo o hija a afrontar el acoso. El acosador suele disfrutar de una posición de poder sobre el acosado por lo que, si se muestra indiferencia frente a sus burlas, es probable que se canse y deje de acosar.
Refuerza la autoestima de tu hijo o hija. Es importante que el niño o niña entienda que no tiene la culpa de lo que está sucediendo y también es fundamental que refuerces su autoestima, por ejemplo, le puedes apuntar a actividades extraescolares que le gusten o buscar la ayuda de un psicólogo infantil.
Informa al tutor de tu hijo o hija y al director del centro. Si, en base a la información que has recopilado, consideras que existe un caso de acoso escolar, solicita una cita con el tutor de tu hijo o hija y el director del centro para informarles de la situación y que se tomen medidas para poner en marcha el protocolo de acoso escolar del centro.
Denuncia los hechos ante la policía. En el caso en que el acoso escolar derive en agresiones físicas, acoso sexual u otra situación grave, es fundamental que acudas a la policía y pongas una denuncia.
Una de nuestras prioridades es proteger a la infancia de cualquier tipo de violencia y asegurar su bienestar. Apostamos por una educación protectora, por ello tenemos programas de protección a niños, niñas y adolescentes tanto en España como en el resto de países donde trabajamos.
Trabajamos para que las escuelas, las entidades sociales o las agrupaciones de ocio y deporte que tratan con menores de edad sean espacios seguros. ¿Cómo? Con actividades que prevengan la violencia, como la promoción del buen trato, y, en caso de que exista, se sepa responder de manera adecuada.
También la tecnología y la innovación social pueden ser clave para erradicar la violencia hacia la infancia. Así, ponemos a disposición de las entidades dos herramientas tecnológicas que complementan sus sistemas de protección:
Kanjo: una plataforma de inteligencia artificial que permite la detección precoz de cualquier tipo de violencia contra niños y niñas en educación primaria. Los niños expresan su estado de ánimo de manera libre y privada a través de una tablet o dispositivo móvil y la herramienta analiza las emociones y permite detectar patrones emocionales asociados al sufrimiento. El algoritmo, realizado por expertos en psicología, va mejorando a medida que acumula información. Si se detecta un caso, el equipo de psicólogos de Kanjo se pone en contacto con los profesores del centro.
La app B-Resol: es una aplicación que los centros educativos, de ocio y deporte o entidades sociales pueden poner a disposición de los usuarios. A través de esta herramienta, cualquier adolescente puede alertar de situaciones de acoso. Y es que la violencia hacia niños, niñas y adolescentes es una gravísima lacra y como ONG de infancia, trabajamos para que su derecho a la protección se cumpla acompañando a más de 400 centros educativos y entidades sociales de España.
En definitiva, cuando se da una situación complicada en la que como padres, madres o educadores queremos proteger a nuestros hijos e hijas y nos preocupamos, mantener la calma y apoyarles en todo les ayudará a sentir que tienen un respaldo, que no están solos y que hay personas con las que pueden contar para solucionar la situación de acoso.
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