Los dientes de leche también se pican.
Muchos de nosotros tenemos la idea errónea de que los dientes de leche no son importantes, puesto que son dientes temporales y acaban cayéndose algún día. Sin embargo cuidar los dientes de leche de nuestros hijos es tan importante como cuidar de los definitivos, no sólo porque una mala salud dental puede arrastrarse durante toda la vida y cuanto antes se empiece a prevenir mejor, sino porque además nos pueden dar pistas de cómo va producirse la dentición permanente y sobre todo porque nos ayudan a instalar en nuestros peques unos hábitos de higiene bucal que son imprescindibles para una buena salud dental futura.
Los dientes de los peques hay que cuidarlos mucho antes de que nos visite el Ratoncito Pérez, desde el primer día, desde el primer diente.
Una mala salud dental durante la infancia puede tener consecuencias en toda la salud del niño, provocando problemas como una mala nutrición, infecciones dolorosas y peligrosas - el sistema inmune de los niños está todavía a medio desarrollar -, e incluso problemas con el lenguaje. Las mordidas incorrectas pueden acarrear problemas en las mandíbulas e incluso defectos estéticos que pueden afectar a la autoestima.
Por eso, vigilar los dientes de los niños es imprescindible desde el primer día.
Algunos consejos para cuidar la salud bucal de los peques
- Los dientes han de lavarse siempre después de comer y antes de que salgan y mientras están saliendo conviene también limpiar las encías con una gasa. Las bacterias que provocan la caries se alimentan de los azúcares de los alimentos, por lo que, sobre todo de noche, es conveniente evitar los zumos azucarados, sobre todo en biberón. Si se ha de dejar un biberón al niño por la noche, preferiblemente sólo con agua.
- Las bacterias de la caries además son contagiosas, así que es conveniente vigilar la salud bucal de toda la familia cuando llega un nuevo bebé.
- La lactancia materna no influye en la caries dental pero sin embargo evita muchos problemas de maloclusión o mala mordida, por lo que en cuanto a salud dental se refiere, es preferible también al biberón.
- En cuanto que aparece el primer diente se debe empezar con el cepillado. Primero sin pasta dentífrica, después con un poquito de pasta especial para niños - suelen contener flúor -, sobre todo porque el sabor es menos fuerte y más agradable para ellos y un cepillo blandito con cabezal pequeño.
- Los niños necesitan ayuda para el cepillado de los dientes más o menos hasta los 10 años.
- La primera visita al dentista debe realizarse entre el momento en que el primer diente ha salido y todos los dientes primarios son visibles, más o menos a los dos años.
- El hilo dental es fundamental para evitar caries interdentales, que no se ven a primera vista, sobre todo a partir de la aparición de los dientes definitivos.
- Los niños han de acudir al dentista al menos una vez al año.
- Consulta con tu especialista sobre la conveniencia de fluorar o no los dientes de tu peque, en algunas zonas el agua del grifo ya contiene flúor suficiente.
- Ante cualquier mancha, decoloración o cambios de color del esmalte, por muy pequeños que sean, hay que acudir al odontólogo. Las caries incipientes son más fáciles de tratar pero a veces los padres no sabemos distinguirlas.
- Informa a tu dentista de si tu hijo se chupa el dedo o usa chupete.
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Bruno Caimi,
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