El coronavirus sigue activo en muchas partes del mundo y parece que se va a quedar entre nosotros durante una buena temporada, por lo menos hasta que se encuentre la vacuna o una cura a la enfermedad. Pero no es el caso en Burkina Faso, donde parece que el virus se va debilitando: la tendencia a la baja en el número de nuevos casos continúa, además del continuo aumento en el número de recuperaciones.
No obstante, desde el equipo de Educo en Yatenga, la provincia de la región del Norte de Burkina Faso donde llevamos a cabo nuestros proyectos a favor de la infancia, estamos promoviendo el uso de mascarillas, la instalación de puntos de lavado de manos y la distribución de jabón en diferentes lugares ya que la escasez de agua limpia es uno de los desafíos que enfrenta el país.
Las escuelas han permanecido cerradas hasta el mes de junio, dejando la educación de la infancia en manos de los medios de comunicación, como la radio o la televisión —se han impartido cursos en directo en determinados canales de televisión para preparar los exámenes de cuatro asignaturas clave: matemáticas, fisicoquímica, filosofía y francés—, garantizando así la continuidad del aprendizaje y la protección de los niños y niñas en este contexto.
Pero ahora que parece que las escuelas pronto reabrirán sus puertas, nos hemos puesto en marcha para ayudar a frenar la propagación del virus en los centros educativos.
Este pasado mes de julio hemos instalado varios dispositivos de lavado de manos y jabón en las escuelas que han ofrecido clases preparatoria de examen y en septiembre, cuando empiece el curso escolar, entregaremos el resto, un total de 342 kits para 57 escuelas. Cada clase recibirá un kit, así las sesiones de lavado de manos no molestarán el tiempo de aprendizaje de otros alumnos.
El gobierno burkinés, por su parte, tiene previsto proporcionar a todos los estudiantes y profesores máscaras protectoras y a las escuelas jabón, cuando se reanuden las clases, pero no prevé instalar ningún punto de agua. Lo deja en manos de los padres o profesores...algo imposible para las comunidades en las que trabajamos.
Comunidades muy tocadas desde hace años debido a los problemas de inseguridad a los que hay que sumarle la pandemia de la COVID-19. Es por ello, que creemos que debemos ayudarles en estos tiempos difíciles.
Así, otra actividad que se estamos llevando a cabo son las clases de refuerzo para evitar que los niños y niñas se queden atrás y puedan aprobar los exámenes para acceder a la secundaria. Desde Educo hemos trabajado para establecer mecanismos de supervisión de la educación de los alumnos, tanto en el hogar, a través de los padres, como con clases de refuerzo de los maestros. Los profesores de estos alumnos, durante sus días y horas libres, los apoyan con ejercicios adicionales para reforzar su aprendizaje.
También habilitaremos espacios abiertos de aprendizaje, un total de 15, para acoger a la gran cantidad de niños y niñas desplazados a nuestras zonas de trabajo debido a la inseguridad que sufre el país desde 2017 y que han obligado a cerrar muchas escuelas. De hecho, en nuestra zona de intervención se han recibido 1.212 estudiantes desplazados, entre ellos 596 niñas.
Y finalmente, construiremos 3 pozos con bombas de accionamiento humano para el suministro de agua potable en las escuelas que tuvieron que alejarse de los puntos de agua debido a la inseguridad, reduciendo así las altas tasas de ausencia durante la temporada de calor.
Agua , Burkina Faso , coronavirus , COVID-19 , escuela , lavado manos
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