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Crisis de hambruna en el Sahel

Crisis de hambruna en el Sahel

agosto 03, 2021
Las condiciones de vida en el Sahel se recrudecen al terminarse las reservas alimentarias y aún no ser tiempo de cosecha. Su gente se vuelve especialmente vulnerable porque, además, arrastra las devastadoras consecuencias de las fuertes lluvias y sequías, la pandemia y los conflictos sociales y políticos. 

En Educo llevamos muchos años trabajando en la zona, con distintos proyectos en Burkina Faso, Malí, Níger y Senegal. Buscamos mejorar la educación, la protección, la gobernanza, y la higiene y el saneamiento. Además, brindamos acceso a agua potable y promocionamos la cohesión social. En Burkina y Malí impulsamos programas de seguridad alimentaria destinados a cerca de 50.000 personas, de las cuales, 35.000 son niños y niñas. 

Redoblar los esfuerzos para proteger a los niños, niñas y adolescentes de la región del Sahel

La zona del Sahel es desde hace tiempo una de las más vulnerables del continente africano. Los conflictos habituales en la región y las fuertes lluvias y sequías, que sacuden sus distintos países, malogran la vida de miles de refugiados y desplazados internos. El resultado es una problemática apenas abarcable, que exacerba una crisis que ya es endémica. 

Endémica y frustrante para su población, porque, según comenta Edouard Ndeye, director de estrategia de la región del Sahel de Educo, “la pandemia de la COVID-19 ha sacudido a la región y las medidas que se han impulsado para frenarla han aumentado los sentimientos de frustración contra el Estado”.
 
La restricción de movimientos, motivados por la pandemia, contribuye a reducir el acceso a los servicios sanitarios, con lo que apenas pueden complementar a los servicios estatales. La crisis expone a las poblaciones a retos humanitarios, de seguridad y de desarrollo. 

Intervención de Educo en la zona del Sahel

Un total de dos millones de personas, entre ellas cerca de 800.000, niños y niñas, participan directamente en los programas de Educo en Mali, Burkina Faso, Níger y Senegal. Nuestro foco está siempre en las familias más vulnerables, en las cuales repercute especialmente el deterioro de la situación alimentaria. La crisis expone a los niños y niñas a sufrir una grave desnutrición, además de diversas formas de violencia. En Educo vemos fundamental no escatimar los recursos, ahora menos que nunca, y evitar que niños, niñas y adolescentes se vean abocados a la mendicidad, la explotación laboral -tratando de mantener a sus familias-, o los matrimonios infantiles

Proyectos de seguridad alimentaria en el Sahel

En Educo trabajamos en Burkina Faso, en la provincia de Yatenga -al norte del país-, desde 2005. Allí la pobreza afecta al 45% de la población, y el 80% de los habitantes se dedica a la agricultura. Las lluvias irregulares y los suelos pobres, faltos de nutrientes, hacen que la disponibilidad de alimentos no sea suficiente. En esta zona tenemos dos proyectos activos: uno centrado en la atención médica y educación para combatir la desnutrición en niños y niñas menores de 5 años. Y otro dedicado a reforzar los medios de vida de las familias para garantizar el acceso de sus hijos a la Educación.

Por ello, trabajamos activamente en la prevención, tratando de localizar casos tempranos de desnutrición aguda. La detección a tiempo, el diagnóstico y la atención médica son los pilares sobre los que pivota nuestro proyecto. El monitoreo es cercano y a las familias más vulnerables les repartimos kits de alimentos complementarios. 

La causa principal de la desnutrición es la ingesta insuficiente o inadecuada de nutrientes; también por enfermedades infecciosas y parasitarias. La inseguridad alimentaria de los hogares, el escaso acceso a la atención sanitaria, el cuidado inadecuado de los niños, las deficiencias higiénico-sanitarias son factores que agravan la desnutrición y complican el rendimiento escolar y la continuidad de la educación de los niños.

Por ello, en Educo buscamos originar un cambio de hábitos, para prevenir la enfermedad y garantizar la sostenibilidad de nuestra intervención. La sensibilización de las familias sobre la nutrición, salud e higiene es fundamental. 

Para mejorar la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de sus hogares vulnerables, en Educo nos proponemos: 
  • Recuperar tierras degradadas para aumentar la superficie cultivable.
  • Formar y apoyar a los productores en el compostaje de las pilas, para aumentar la productividad agrícola. 
  • Desarrollar huertas para diversificar las fuentes de ingresos y complementar la producción de secano.
  • Desarrollar actividades generadoras de ingresos mediante la promoción de un mecanismo interno de ahorro y crédito. 
  • Apoyo en la cría de aves de corral.
La mejora de las capacidades económicas y de la situación alimentaria de los hogares les permitirá hacer frente a los gastos escolares, favoreciendo la matriculación y la permanencia de los niños en el sistema educativo, evitando el riesgo de trabajo o matrimonio infantil. 

El proyecto también integra aspectos medioambientales que Educo viene aplicando desde 2006 con sus trabajos de recuperación y fertilización de tierras degradadas, además de la sensibilización del grupo destinatario, con vistas a promover una cultura y un compromiso con el medio ambiente.

Tras 13 años de experiencia en la prevención y tratamiento, hemos acogido a más de 3.500 niños con desnutrición severa, 10.000 niños con desnutrición moderada y 4.000 madres. 

Por otro lado, en Malí llevamos un proyecto en la región de Segou, destinado a la alimentación en las escuelas y contra la desnutrición infantil.

En Malí, el 52.4% de la población local se encuentra con dificultad para acceder a alimentos y a servicios sociales y casi el 43% de los niños sufre malnutrición. El motivo principal es la falta de recursos y la gran dependencia de un sistema agrícola poco productivo. También por la escasa disponibilidad de productos alimentarios en los mercados locales. 

Con la construcción de dos comedores y huertos escolares en Malí aseguramos que 288 niños y niñas de 6 a 12 años reciben un menú caliente y equilibrado cada día. Para ello, se ha formado a cocineras en buenas prácticas, y se están reforzando las capacidades de los actores locales en gestión del sistema alimentario escolar. Además, se están asegurando sistemas agrícolas de abastecimiento y el acceso a agua. 


Ayúdanos a conseguir un millón de comidas antes de que cabe el año.

África , alimentacion , Burkina Faso , crisis alimentaria , huertos comunitarios , Mali , Malnutrición , protección , Sahel , seguridad

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