Mientras es importante ayudar a nuestros hijos a cultivar una autoestima saludable,
algunos expertos dicen que hay que tener cuidado con sobrevalorar o elogiarles demasiado. Lejos de mejorar su autoestima, situarles en un pedestal, puede acabar teniendo el efecto contrario.
Estudios recientes apuntan a que la clave está en los matices y en ser sinceros.
Demasiados elogios pueden tener el mismo efecto negativo que no elogiarles nunca. Según el doctor y pediatra
Roy Benaroch, “los niños que son colocados en un pedestal por sus padres pueden llegar a pensar que no son lo suficientemente buenos o se pueden encontrar sin ganas ni estímulos para esforzarse en conseguir algo.” Aquí te contamos cómo elogiar a los niños para que surja el efecto deseado.
Sinceridad
A veces, elogiamos a nuestros pequeños sin razón pero con el buen propósito de protegerles o animarles.
Lo que se nos olvida es que los niños tienen una sabiduría innata y saben cuando no somos sinceros.
Lo malo de esto es que van perdiendo confianza en lo que les decimos.
Jenn Berman, psicóloga familiar, apunta a que si elogiamos sin ser sinceros, el niño “se vuelve inseguro porque no se cree lo que le decimos y tiene dificultad diferenciando lo que es de verdad y lo que no".
Ofrecer detalles
Para que el elogio tenga el efecto deseado,
es importante ser específico y ofrecer detalles. Generalizar no es suficiente ya que el niño necesita identificarse con unas habilidades concretas si queremos motivarle a seguir esforzándose. En lugar de decir: “serás el próximo Picasso” o “eres el mejor” prueba a decir: “Me gusta mucho cómo has utilizado el color en tu dibujo” o “Me interesa mucho tu forma de componer. Quizás deberíamos ir juntos a ver una exposición.” Cuanto más específicos seamos, mejor.
El Esfuerzo
Conseguir algo a costa del sacrificio, esfuerzo o trabajo, bien merece un reconocimiento. Cuando nuestros hijos se hayan esforzado, ya sea intentando acabar un puzle o estudiando más para mejorar sus notas, no importa tanto el resultado.
Hay que elogiar el esfuerzo. Podrás decir: “No has acabado el puzle pero vas por buen camino. Mira cuanto has progresado desde ayer. Has trabajado mucho.”
Desarrollar los puntos fuertes
Marshall Duke, un psicólogo clínico e investigador en la Universidad de Emory en Atlanta,
asegura que si identificamos y ayudamos a fomentar sus habilidades especiales, aumentará su autoestima y confianza mucho más que a través del simple elogio generalizado. El elogio pierde efecto si es el mismo para todos. Si les decimos a todos los alumnos de la clase que sus trabajos son geniales o estupendos, el elogio tendrá el efecto contario. Ellos saben perfectamente que unos trabajos son mejores que otros.
Ni uno ni lo otro
No se trata de dejar de elogiarles. Solo hay que tener cuidado en cómo lo hacemos. Benjamin Mardel investigador del proyecto
Project Zero de la Universidad de Harvard,
advierte del peligro que tiene elogiar sin fundamento. “Los niños lo captan enseguida y aprenden mucho más de los comentarios descriptivos. Pero hay que seguir elogiándoles, siempre y cuando nos basemos en cosas reales.”
J. D. Hawkins, presidente de la Asociación Nacional de la Auto Estima, advierte que "
la exageración de elogios produce niños que buscan aprobación constante porque su auto estima se basa en lo que otros dicen de él, no en lo que realmente destacan.”
Como padres y educadores debemos seguir elogiando a nuestros pequeños cuando se esfuerzan en conseguir algo, cuando mejoran, cuando lo intentan una y otra vez. Pero intentemos
ser lo más específicos posibles y sobre todo, ser sinceros.
¿Debemos elogiar a nuestros hijos hagan lo que hagan? ¿Qué opinas tú?
Derechos de imágenes:
Dad Blunders,
Navy Hale Keiki School.
Aprender a valorar
,
Autoestima
,
concienciar
,
criticar
,
Educación infantil
,
elogiar
,
sinceridad
,
Valores