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Wendy y Belina, dos jóvenes ejemplos de superación

Wendy y Belina, dos jóvenes ejemplos de superación

agosto 12, 2021
En el Día Internacional de la Juventud, tenemos a muchísima gente que felicitar. En el mundo existen, según datos de la ONU, 1.200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años. Al ritmo de crecimiento actual se cree que para 2030 la cifra alcanzará los 1.300 millones. Aunque no hay una definición de juventud universalmente aceptada, Naciones Unidas define como jóvenes precisamente a esas personas con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. Si bien es cierto que en la Convención de las NN.UU sobre los Derechos del Niño quedó definido como niño o niña a personas de hasta 18 años de edad, se trataba en definitiva de abarcar una horquilla mayor en materia de protección y derechos, más aún cuando no había un documento sobre derechos de los jóvenes. Sin embargo, los matices del término “juventud” varían según el área geográfica, y dependen de factores socioculturales, institucionales, políticos y económicos. Aun así, la mayoría de los Estados dan por finalizada esta etapa de vida al alcanzarse los 18 años de edad, edad en que la persona se considera adulta frente a la ley. 

En cualquier caso, lo que está claro es que se trata de una etapa trascendental en la vida de cualquier ser humano. En los albores de la edad adulta se enfrentan importantes decisiones sobre la persona que se quiere llegar a ser; se empiezan a consolidar ideas abstractas sobre ética y moralidad, y la empatía cobra mayor peso. Además, para el resto de la sociedad, la juventud es vista como la gran esperanza. 

Hoy queremos reflejar esa juventud, en las caras de Wendy y Belina, dos adolescentes nicaragüenses, participantes de proyectos Educo en la comunidad rural de Matagalpa. 

En Educo llevamos trabajando en Nicaragua desde 2004. Trabajamos con 81 escuelas y nuestros proyectos alcanzan a más de 11.000 niños, niñas y jóvenes y a casi 5.000 personas adultas. Estamos focalizados en la protección de la infancia y en la promoción del buen trato, para alcanzar espacios donde los menores de edad gocen plenamente de sus derechos, y se promueva el bienestar y el buen vivir. Pero, además, velamos por el derecho de todos los niños y niñas a recibir una educación transformadora, autocrítica, propositiva y habilitante, que sirva para el pleno desarrollo de personalidad. 

Educación transformadora que desarrolle su personalidad

Un ejemplo de esta educación transformadora se ha visto reflejada en la joven Wendy, participante del proyecto "Comparte tu talento y mejora tu entorno comunitario". A través de este, y con diversas actividades artísticas y culturales se ha fortalecido la identidad y el desarrollo personal de adolescentes que, por diferentes circunstancias, podrían recurrir al alcohol, las drogas y la violencia. Wendy se apuntó a nuestro proyecto y aprendió a elaborar piezas de porcelana fría. Lo hizo para poder emprender y a través de este conocimiento generar ingresos y ayudar a sus padres. También para los estudios que iniciará el próximo año, porque Wendy quiere ser médica. Tras la participación en el proyecto, ella y otros jóvenes de la comunidad se organizaron y empezaron a comercializar cuadros en porcelana fría, tazas, llaveros y otras piezas por las que los clientes de la comunidad se interesaban. Incluso enviaron encargos a Managua, la capital. 

En Educo nos sentimos felices del impacto positivo del proyecto que, a pesar de concluir a fin de 2020, ha seguido rodando y es totalmente sostenible. Lo es porque Wendy, como tantos otros, sigue con el negocio y genera sus propios ingresos. Ahora ella es capaz de trasladar su conocimiento a otros jóvenes. “Nuestro deber es enseñar a personas que no tienen acceso a la educación”, afirma. Y es que Wendy tiene la empatía a flor de piel, de ahí que quiera estudiar Medicina. Además, porque “es necesario que exista un médico en la zona y no tener que viajar hasta la ciudad para recibir atención médica”. La joven no olvida la cantidad de situaciones vistas y vividas desde niña, y está comprometida con iniciar un cambio en su entorno.  Lo tiene claro: “Yo quiero estudiar medicina porque sé que voy a poder ayudar a muchos en mi comunidad. Todos los jóvenes podemos hacerlo, por eso les digo que sigan estudiando para que ellos mismos hagan su futuro”, nos dice. 

No dejar pasar la oportunidad de estudiar

Otro ejemplo de juventud es Belina, participante del Proyecto Apadrinamiento de Educo, también de la comunidad El Arenal, en Matagalpa (Nicaragua). La joven lleva con nosotros desde que empezó el primer grado de primaria y hoy es ya toda una adolescente comprometida con el valor de la educación: “la educación es importante, si tenemos la oportunidad de estudiar no hay que dejarla pasar, porque nos ayuda a tener un mejor futuro”.  Gracias al proyecto de Apadrinamiento en el que ha estado inmersa, ha recibido diferentes aportes y paquetes escolares, para continuar con sus estudios. “El apoyo que he recibido por parte de Educo me ha permitido continuar mis estudios ya que en ocasiones la situación económica complica que las chavalas podamos seguir estudiando”, nos dice. 

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La situación por la COVID-19 paralizó su comunidad, pero Belina no se quedó ni mucho menos quieta. Nos ayudó a entregar kits de higiene para las familias de la zona, para que tuvieran los materiales necesarios y pudiesen poner en práctica medidas de prevención. Belina y su madre se movilizaron y avisaron a las distintas familias. Se cuidaron entres todas y todos. 

Ahora Belina estudia secundaria y piensa formarse en Medicina en un futuro. Sigue convencida de que la educación mueve el mundo. Y lo dice de viva voz, empoderada, mientras comenta: “Educo nos ha ayudado a conocer nuestros derechos, y que los adultos tomen en cuenta nuestras opiniones, también a que nos respeten como personas y que nos involucren en las actividades que nos interesan”. 

Para Educo la educación para la ciudadanía global y el empoderamiento es una de las líneas de actuación fundamentales. Creemos que los niños, niñas y adolescentes deben ser socialmente reconocidos como agentes de cambio, con capacidad para decidir sobre todo aquello que les afecta, y reclamar sus derechos. 
Ayúdanos a conseguir un millón de comidas antes de que cabe el año.

América , apadrinamiento , educación , empoderamiento , gobernanza , Nicaragua

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