El aprendizaje de los niños y niñas tiene muchas facetas y la educación sexual es una de ellas. Se trata de un tema en el que existen muchos tabúes y malos entendidos, sin embargo, es fundamental para que los más jóvenes actúen con valores y tengan una vida sexual saludable, respetuosa, basada en el consentimiento y en la igualdad. Por otro lado, una educación sexual adecuada y temprana puede tener un papel esencial en diversos aspectos esenciales como los siguientes:
1. Prevenir el acoso sexual.
2. Impedir las infecciones de transmisión sexual.
3. Evitar embarazos indeseados y fomentar el uso de métodos anticonceptivos.
4. La lucha contra los matrimonios infantiles.
Estas dos últimas situaciones afectan especialmente a las niñas que se ven obligadas a abandonar su educación y ponen en riesgo su futuro. Los datos avalan la necesidad de una educación sexual para evitar estos problemas:
Cada año 1.000 millones de niños y niñas sufren violencia física, sexual o psicológica.
Cada año 12 millones de niñas están obligadas a casarse.
Los datos de la OMS muestran que más de 200 millones de mujeres y niñas han sido objeto de mutilación genital femenina en 30 países de África, Oriente Medio y Asia. Esta práctica suponer una violación de derechos humanos y produce problemas graves de salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la educación sexual incluye la capacitación en cuestiones relativas a la familia o las relaciones y también se refiere a la anatomía, la pubertad, la menstruación la anticoncepción y el embarazo, así como a la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).
Por lo tanto, enseñar educación sexual no significa hablar solo de aspectos biológicos como los órganos sexuales o la reproducción, sino que la educación sexual integral incluye muchos aspectos:
La enseñanza de valores esenciales como la igualdad y el respeto. Es importante destacar cómo estos valores son una parte fundamental para tener relaciones sexuales saludables y consentidas en el futuro.
La necesidad de conocerse y entenderse, cómo funcionan y evolucionan nuestros cuerpos.
Las emociones y los sentimientos y la forma que tenemos de sentirlos y expresarlos.
Para los padres y docentes, hablar de sexualidad con los niños puede parecer desafiante. Para hablar de estos temas es esencial:
1. Afrontar las preguntas que hagan los niños y niñas con apertura y naturalidad y si no se tiene claro cómo responder decirlo y buscar información para dársela al niño o niña.
2. Adaptar la conversación a la edad y madurez del niño o niña.
3. Dejar que sean ellos o ellas quienes marquen el ritmo de lo que quieren saber y en qué momento.
4. Que sepan cómo enfrentarse a situaciones de abuso o falta de consentimiento.
Otro elemento importante consiste en trabajar los estereotipos de género. Por ejemplo, se les puede pedir a los niños y niñas que recorten fotografías de juguetes o que hagan fotos de los que tienen en casa. A continuación, se puede plantear un debate sobre los tipos de juguetes que tienen los niños y los que tienen las niñas y cómo influye la publicidad en ello.
Con niños y niñas un poco más mayores y con adolescentes se puede hacer un role play. Por ejemplo, un niño le pide a una niña que salga con él y ella se niega. Es una forma de entender la necesidad de respetar una negativa.
Ya hemos visto la importancia de la educación sexual, pero, en la práctica se a enfrenta a numerosos desafíos como la falta de recursos, las barreras culturales, o los tabúes sociales. Pero para que los niños y niñas tengan una vida sana es fundamental superar estos obstáculos y aportarles toda la información que necesiten, así como aclarar todas sus dudas de forma natural.
Porque la sexualidad está presente a lo largo de toda nuestra vida y es un tema muy amplio que abarca multitud de aspectos, tal y como hemos visto. La educación sexual, por lo tanto, es una parte esencial del desarrollo de niños y niñas, por lo que debe comenzar desde la infancia y adaptar la información a la edad del niño o niña y a su grado de madurez.
Los proyectos educativos sobre educación sexual y reproductiva que llevamos a cabo desde Educo en los países en los que trabajamos también luchan contra el embarazo infantil y la transmisión de enfermedades. Por eso, formamos a maestros, estudiantes y madres y padres y desarrollamos material informativo y de divulgación. Si te estás preguntando cómo puedes colaborar para evitar el matrimonio infantil o el embarazo precoz, puedes consultar nuestros programa de apadrinamiento, Becas ELLA o hacerte socio.
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