¿Crees que la educación de niños y niñas puede influir para frenar el cambio climático? Nosotros creemos que sí. De hecho, según un estudio de la Universidad de Stanford
las asignaturas sobre la protección del medioambiente, además de generar interés en los jóvenes,
benefician a los estudiantes de cualquier edad, ya que el 83% mejora su comportamiento ecológico tras recibir educación medioambiental.
Desde el 31 de octubre al 12 de noviembre se celebra en Glasgow (Escocia) la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, llamada
cumbre del clima. Es el momento en que los países deben demostrar su
compromiso para frenar el cambio climático después de seis años desde que se suscribió el acuerdo de París. Uno de los principales objetivos de la cumbre es
limitar el calentamiento global. Es evidente que en
el cuidado del medioambiente no solo son importantes las acciones que se lleven a cabo en el futuro, sino también la educación de los niños y niñas.
¿Cómo ayuda la educación a frenar contra el cambio climático?
La educación de niños y niñas es un elemento esencial para
frenar el cambio climático y puede ayudar de muchas formas, como las siguientes:
- Sensibilización de niños y niñas sobre las consecuencias del cambio climático. Los más pequeños deben conocer los efectos que tiene el cambio climático en todos los aspectos de nuestra vida.
- Alfabetización medioambiental. La educación ambiental debe ser una materia independiente o transversal, de manera que los niños y niñas tengan siempre en consideración los efectos ambientales de las acciones que realiza la humanidad.
- Evitar los riesgos futuros del cambio climático. Conocer los riesgos del cambio climático ayudará a las futuras generaciones a prepararse ante posibles crisis climáticas y a evitarlas.
- Formación de los profesionales cualificados del futuro. La formación también es fundamental para que en el futuro existan profesionales expertos en tecnología, ingeniería u otras materias para lograr una economía sostenible y respetuosa con el medioambiente.
- Concienciación sobre el uso eficiente de la energía. Las escuelas pueden ser un referente para niños y niñas en el uso eficiente de la energía, de manera que no solo se enseña a los niños y niñas a ahorrar energía y proteger los recursos naturales, sino que la propia escuela se convierta en un referente del cuidado medioambiental.
¿Cuál es la relación entre objetivos de desarrollo sostenible, educación y cambio climático?
La
educación ambiental tiene una relación directa con los
Objetivos de desarrollo Sostenible (ODS) y la necesidad de
frenar el cambio climático. En este sentido, Naciones Unidas considera que la educación puede conseguir que las personas cambien su actitud y su conducta y contribuyan a tomar decisiones que protejan el medio ambiente.
El objetivo número cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible consiste en
garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Por otro lado, el objetivo número 13 de los ODS consiste en adoptar
medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
La información y formación que reciban los niños y niñas en la escuela sobre el cambio climático puede contribuir a un futuro en el que se cuide el planeta. Los niños y niñas pueden aprender en la escuela aspectos tan importantes como:
- Efectos que puede tener el calentamiento global: olas de calor, tormentas más intensas, incremento de la sequía, aumento del nivel del mar o pérdida de la biodiversidad, entre otros.
- Cómo frenar el cambio climático con acciones cotidianas. Por ejemplo, caminar para ir a la escuela, apagar las luces de casa, evitar el uso de plásticos, reciclar o plantar un huerto urbano.
- Perder el miedo a entrar en acción. En ocasiones se ve el cambio climático desde un punto de vista catastrofista y como un hecho ante el que se puede hacer poco. Con la educación se puede cambiar este punto de vista para que los niños y niñas pierdan el miedo a entrar en acción y comprendan la importancia de cada acción, por pequeña que sea, para cambiar las cosas y salvar el mundo del cambio climático.
Un estudio de la revista
Nature Sustainability pone de manifiesto que el aumento del nivel de educación de la población puede reducir la vulnerabilidad frente a los desastres naturales y los riesgos climáticos. En este sentido, es importante destacar que no solamente es esencial que los
niños y niñas reciban educación ambiental, sino que también esa educación sea de calidad. Por ejemplo, una mejor calidad en la educación puede incrementar el desarrollo de nuevas tecnologías que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y modifiquen los patrones de consumo.
La realidad es que existen 258 millones de niñas y niños en el mundo que no van a la escuela, por lo que se les niega el
derecho a la educación. Por lo general, pertenecen a minorías étnicas, viven en una situación de pobreza, tienen alguna discapacidad funcional o están en zonas de guerra o de conflicto. Además de lo anterior, debemos destacar que, en algunos casos, la calidad de la educación es reducida debido a la falta de recursos, por lo que se limita el aprendizaje.
En Educo somos conscientes de la importancia de la
educación de calidad para frenar el cambio climático, por lo que nos esforzamos para fomentar el acceso de niños y niñas al proceso educativo y su permanencia. En este sentido, impulsamos la formación de los profesores en técnicas de enseñanza innovadoras y aportamos a las escuelas materiales pedagógicos, a la vez que garantizamos su seguridad.
Si quieres ayudarnos, puedes hacerlo de diversas formas: haciéndote socio, apadrinando a un niño o niña, contribuyendo con las Becas Comedor o las Becas Ella o comprando alguno de nuestros regalos solidarios como la
lámpara solar o el
kit huerto.
En definitiva, es fundamental que todos seamos conscientes de que podemos aportar mucho para frenar el cambio climático, incluso con pequeños gestos cotidianos.
Imagen de
ELG21 en
Pixabay
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