El Dr. Abraham B. Bergman, el primer presidente de la Natioanal SIDS Foundation (la institución internacional más prestigiosa sobre el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante),declaró que colechar no es peligro en una editorial en
JAMA Pediatrics que vuelve a ser actualidad al rescatarla en su web
Nils Bergman, médico especialista en neurología perinatal y defensor del
Método Madre Canguro.
Dormir con los hijos es un tema controvertido desde hace siglos. Y aunque no existen estadísticas formales sobre la práctica del colecho sólo hay que preguntar en la puerta de cualquier colegio para ver dos cosas: que muchos más padres de los que parece a primera vista duermen con sus hijos.
Dormir con los hijos no es peligroso per se
Las instituciones oficiales no se ponen de acuerdo y
el debate está servido, pero Bergman ha sido claro: según la evidencia científica no existen datos que muestren que dormir con los hijos en ciertas condiciones aumente los riesgos de muerte súbita del lactante. La misma postura adopta UNICEF, que además, al igual que otros autores o
instituciones recuerda que el colecho favorece la práctica de la lactancia materna, que disminuye el riesgo de muerte súbita, entre otras cosas.
Hay que saber colechar
Igual que para poner a tu niño a dormir en una cuna o para viajar con niños en coche, cuando uno es padre se empapa de las normas de seguridad a seguir en todo. Cunas y sillas homologadas y que cumplan todos los requisitos de la UE no son ya ninguna excepción, los padres somos personas responsables y, aunque nosotros viajábamos "sueltos" en el coche y "no nos ha pasado nada", a casi ningún padre se le ocurre ahora poner a dormir a su hijo en una cuna que no cumpla las
medidas de seguridad adecuada o viajar con niños sin silla.
En lo que al colecho respecta pasa lo mismo. Seguir unas mínimas recomendaciones es la mejor garantía para un colecho seguro. Ser consciente de estas prácticas también es importante cuando se practica colecho esporádicamente, ya que es en estos casos cuando se aumentan los riesgos.
Recomendaciones para un colecho seguro
- Los niños deben dormir en superficies planas y firmes. No se recomienda los colchones mullidos, dormir sobre almohadones o cojines o dormir con los niños en sillones o sofás.
- Siempre deben disfrutar de una superficie segura. Si el niño duerme en una cuna o en otro colchón adosado a la cama principal, ambos colchones deben quedar a la misma altura. La parte en la que duerme el niño debe estar pegada a la pared o tener una barrera y se deben evitar los huecos entre superficies en los que el bebé pueda quedarse atrapado.
- Los bebés muy pequeños deben dormir al lado de la madre. No es conveniente que los bebés compartan cama con otros hermanos, a menos que un adulto duerma en medio, ni con mascotas.
- Se debe evitar colocar mantas o cobertores en exceso. Así mismo se deben evitar los lazos largos en sábanas, colchas o camisones.
- El bebé no debe dormir teniendo calor. No es recomendable que duerma con la cabeza cubierta y además la habitación no ha de estar en exceso caldeada.
- No dormir con un bebé en los determinados casos: Si se tiene un cansancio excesivo, si se ha fumado en el embarazo (hasta que el bebé cumpla 14 semanas) o bajo los efectos de alcohol o drogas, ni tampoco de medicamentos para dormir.
El ser humano ha compartido cama con sus hijos durante toda su historia. La separación nocturna de los niños, incluso a habitaciones independientes es una práctica moderna y occidental, la mayor parte de las sociedades humanas no occidentales suelen compartir cama con sus criaturas durante mucho tiempo.
Dormir con los niños favorece la lactancia y es una experiencia dulce y bonita, reduce los miedos nocturnos y el estrés y favorece el vínculo, además de que te evita tener que acudir a métodos de adiestramiento del sueño. Si quieres dormir con tu hijo basta con que sigas unas mínimas normas de seguridad, como con todo en la vida. Y no te escondas. Hay muchos más de los que parece.
Derechos de imágenes:
Hebe Aguilera,
Tones Photos.
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