Practicar deporte es bueno para casi todo. Evidentemente para la salud física, la práctica del deporte ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con el sedentarismo como obesidad, diabetes e incluso trastornos cardiovasculares, no sólo en la edad adulta, sino también durante la infancia. Practicar algún deporte siendo niño te asegura una mejor salud durante tu vida adulta, los efectos del deporte en la infancia duran toda la vida y además a la mayoría de los niños les gusta practicar algún tipo de deporte que les permita moverse, correr y descargar toda la energía que acumulan durante jornadas escolares larguísimas.
Probablemente una mayor parte de la infancia de nuestros hijos debería estar más encaminada a la práctica de deportes y juegos más físicos, porque además y
según un estudio publicado en American Journal of Health Promotion practicar deporte también ayuda a nuestros hijos a mejorar el rendimiento académico.
Según el estudio
los niños que participan en deportes organizados después del colegio presentan más facilidad para prestar atención y un mejor autocontrol durante las clases. El estudio se realizó entrevistando tanto a padres como a profesores y comparando los resultados académicos con las actividades extraescolares de los peques. En este informe han participado más de 2700 niños canadienses nacidos entre 1997 y 1998.
Jugar en equipo es bueno
Los investigadores aseguran que los niños que participan en deportes organizados siguen mejor las instrucciones en clase y se centran mejor en las tareas. Según los científicos el resultado del deporte durante la primera infancia puede verse incluso hasta cuatro años después, a los diez años en cuarto curso. Los niños que practicaban deporte durante su primera infancia también eran más propensos a seguir practicándolo después. Los resultados se han obtenido después de eliminar otros factores como el nivel socieconómico o de estudios de los padres.
Los investigadores no saben cual es la causa que provoca que el deporte se asocie a esta mejora en los resultados en estos aspectos de la evaluación de competencias académicas, pero apuntan que
el entorno que rodea a los deportes, principalmente los de equipo, facilita el sentimiento de pertenencia a un grupo. De este modo se promueve un sentimiento de responsabilidad y cierto respeto por las normas que después se refleja en comportamientos como la atención en clase o la capacidad de centrarse para conseguir objetivos y de seguir instrucciones.
Sea este o no el motivo también es probable que los niños que asisten a actividades extraescolares que incluyen deporte y movimiento físico compensan notoriamente el sedentarismo que caracteriza a las instituciones escolares actuales y que, en cierta sentido, parece ir algo en contra de la naturaleza infantil. Los niños han de moverse, explorar, jugar, correr y realizar actividades eminentemente físicas todo lo que se pueda. La práctica del deporte contribuye a mejorar la salud no sólo física, sino también emocional de los chavales. Sea organizado o en juego libre, moverse es lo que hace que los niños sean niños. Y los niños que se mueven al final también se portan "mejor" en el cole.
Derechos de imágenes:
USAG-Humphreys.
colegio
,
deportes
,
deportes de equipo
,
escuela
,
Rendimiento académico
,
resultados académicos