Kadi vive en Burkina Faso y trabaja muy duro como agricultora para mantener ella sola a sus cinco hijos pequeños. “Me conformo trabajando en el campo pero cada día espero el regreso de mi marido”. El padre de los niños se ha tenido que ir a trabajar a una mina de oro en otro país para tratar de obtener mejores ingresos y ayudar así a mantener a su familia. Burkina sufre de un problema de inseguridad cada vez más grave, lo que significa que las oportunidades de trabajo van disminuyendo.
Lleva 40 días ingresada junto a sus dos hijos menores en nuestro Centro de Recuperación Nutricional (CREN), al que llegó cuando su hijo más pequeño se debatía entre la vida y la muerte por un grave problema de desnutrición. “Suelo llevarme a mi hijo pequeño conmigo a trabajar ya que es muy pequeñito para dejarlo en casa con sus hermanos. Pero un día enfermó y cuando lo llevé al hospital le diagnosticaron malaria. Lo amamanté y alimenté como me dijo el médico, pero debido a su pérdida de apetito, la situación se deterioró rápidamente. Entonces se desnutrió”.
Kadi conocía de la existencia de nuestro CREN porque dos años antes acudió con su hermano mayor por recomendación del médico, ya que también sufría desnutrición. “En ese momento recibí la ayuda que necesitaba. Así que esta vez, cuando le diagnosticaron lo mismo a mi otro hijo decidí volver aquí sin esperar más. Hoy hace 40 días que estoy en el CREN de Educo donde vine con él y su hermano mayor del que os hablaba”.
Hace más de 15 años que en nuestro Centro de Recuperación y Educación Nutricional de Ouahigouya se recuperan niños y niñas menores de 5 años que padecen desnutrición severa. Cuando los niños ingresan se les da atención médica y dietética, y a las madres formación en temas nutricionales.
Las mamás, principales cuidadoras de los pequeños, aprenden a elaborar unas papillas nutritivas con productos que tienen a su alcance, a consumir agua de manera segura y a tratar las diarreas y otras enfermedades infecciosas que padecen sus hijos. También reciben una formación complementaria tres veces a la semana sobre higiene, salud y alimentación equilibrada, salud sexual y contracepción y sobre el proceso del embarazo y el nacimiento, entre otras.
“Aquí mi hijo ha encontrado una atención adecuada. Hoy está mucho mejor. Y su hermano mayor también está mejorando”, nos cuenta Kadi y añade: “La ayuda que he recibido y sigo recibiendo del CREN es realmente estupenda. También he encontrado aquí a otras mujeres que se enfrentaban a la misma situación que yo. Hoy estamos todas satisfechas y felices de ver cómo nuestros hijos vuelven a tener energía vital”.
Además de la actividad en el propio centro, nuestros especialistas efectúan un seguimiento a domicilio del estado de salud de los casos menos graves y visitan las comunidades para detectar nuevas situaciones de desnutrición o para formar a la población en estos temas.
“Muchas gracias a Educo por la increíble ayuda que presta a los niños necesitados. Me gustaría que supierais que realmente aportáis alivio a muchas madres. Si alguna vez conozco a una mujer que tiene un hijo desnutrido, le recomendaré encarecidamente que venga al CREN”, asegura Kadi.
África , Alimentación , Burkina Faso , CREN , desnutrición crónica , educación , Nutrición
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