El nivel socioeconómico de las familias afecta a las habilidades cognitivas de los niños, ya en el ciclo de preescolar. Así lo afirma
un estudio publicado el mes pasado en la revista Pediatrics, de la
Academia Americana de Pediatría.
El estudio se centró en comparar las habilidades en matemáticas y lengua de 6.600 niños estadounidenses en su entrada en preescolar y analizar los datos obtenidos en relación al estatus socieconómico de los padres: ocupación, nivel de estudios y salarios. El objetivo era establecer las relaciones entre las habilidades congnitivas y el ambiente familiar, la salud, el aprendizaje en casa, el tipo de crianza y la educación temprana.
La relación entre la familia y el éxito escolar
La baja edad de las madres, el pobre acceso a los ordenadores, que haya pocos libros en casa y por supuesto la falta de apoyo paterno son determinantes a la hora de adquirir habilidades cognitivas en matemáticas y lengua según este estudio. Hasta las expectativas paternas sobre el éxito escolar (si se iban a graduar o no los niños) influyen en los resultados. Otros factores importantes son la salud y el estilo/creencias en cuestiones de crianza. Por supuesto
los niveles socioeconómicos bajos se correlacionan con peores capacidades cognitivas y resultados escolares ya a temprana edad.
Con este estudio los pediatras pretenden determinar qué factores son influyentes en la adquisición de habilidades matemáticas y lingüísticas de forma que se puedan desarrollar programas de actuación enfocados en los distintos parámetros y las distintas familias. La intervención "personalizada" o por factores de riesgo.
Cómo combatir esta realidad
Empezar con buen pie es importante también para el futuro académico. Existen multitud de factores evitables o de parámetros que incrementando el riesgo de fracaso escolar o de pobre desarrollo cognitivo pueden ser tratados de forma que este riesgo se minimice.
Por ejemplo, es bien sabido que la leche materna aumenta el cociente de desarrollo en prematuros (
por cada 10 cc/kg/día de leche de madre que recibe el niño, el cociente de desarrollo mejora 0,6 puntos, los puntajes globales de comportamiento mejoran en 1 punto) y por tanto minimizar los riesgos de parto prematuro y adoptar políticas de fomento de la lactancia materna - también relacionado con factores socioeconómicos - son dos buenas actuaciones para mejorar el futuro escolar de nuestros niños.
Motivos de salud aparte, este estudio revela que
las desigualdades académicas están, como era de esperar, relacionadas con el ambiente. Nacer en un mal entorno condiciona no sólo tu salud física y emocional sino también tu desarrollo cognitivo y cualquier intervención en el área de la infancia debería tratar principalmente de soslayar las desigualdades sociales, que, desde edades tan tempranas, condicionan el futuro de todas las personas.
Los resultados de estudios como éste indican la necesidad de promover políticas sociales que disminuyan las desigualdades a las que los niños se ven avocadas desde su infancia, sólo por el entorno en el que nacieron.
Y por último, dejando a un lado lo injusto del problema, también tal vez nos deberíamos parar a pensar en todo el potencial creativo que la humanidad pierde con cada niño que, por causas sociales o económicas no desarrolla totalmente su talento.
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