En pleno siglo XXI aún 160 millones de niños y niñas tienen que trabajar y, de ellos, casi la mitad lo hacen en trabajos que ponen en riesgo su vida o su salud, comprometiendo así su desarrollo físico, emocional y educativo. Para abordar eficazmente este problema, es crucial reconocer la estrecha relación entre el trabajo infantil y la falta de acceso a la educación, porque la educación siempre debe ser parte de la solución a este problema. Gracias a ella, podremos erradicar el trabajo infantil. Te explicamos el porqué:
Empodera y hace tomar conciencia: La educación proporciona a los niños el conocimiento y la conciencia necesarios para comprender sus derechos y reconocer situaciones de explotación laboral. Los niños y niñas que van al cole saben identificar mejor cuándo se les priva de sus derechos y acuden a buscar ayuda.
Desarrolla sus habilidades: La educación brinda a los niños habilidades necesarias para su futuro, ampliando sus oportunidades laborales y reduciendo la dependencia de trabajos precarios desde temprana edad. El desarrollo de habilidades contribuye a la creación de una base sólida para su futura vida laboral.
Rompe el círculo de la pobreza: Cuando un niño va a la escuela adquiere conocimientos y habilidades que le abrirán las puertas a un mundo de oportunidades, además de que desarrolla el pensamiento crítico, la creatividad y las habilidades sociales, indispensables para tener una vida plena.
Fomenta valores: A través de la educación no solo se adquirieren conocimientos académicos, sino también se aprenden valores y ética. Una educación de calidad promueve la comprensión de la importancia de la dignidad humana y del respeto, lo que contribuye a crear sociedades más justas y equitativas.
Incentiva a las familias: La educación también puede ser un incentivo para las familias a renunciar al trabajo infantil. Cuando se les presenta la oportunidad de enviar a sus hijos a la escuela, las familias pueden ver un futuro más prometedor y optar por alejar a sus hijos del trabajo peligroso.
Fortalece las leyes y su cumplimiento: La educación contribuye al fortalecimiento de la legislación y su cumplimiento. Los individuos educados son más propensos a abogar por sus derechos y presionar por cambios legislativos que protejan a la infancia contra el trabajo infantil.
Desarrolla sociedades más justas y equitativas: Porque los niños y niñas que reciben una educación de calidad tienen más probabilidades de convertirse en ciudadanos activos, de tomar decisiones informadas y de contribuir al crecimiento económico y desarrollo de sus comunidades, y, por ende, de sus países.
La realidad nos muestra que hay millones de niños y niñas que deberían estar en la escuela, pero no pueden, porque sus familias se ahogan en la pobreza y muchas veces ellos son los únicos con capacidad para trabajar. Realidades distintas en distintos lugares del mundo, pero siempre con una única víctima: la infancia. Porque cuando a un niño o niña le roban la oportunidad de ir a la escuela su infancia se acaba, y condenan su vida adulta a malvivir de por vida.
Una de las recomendaciones de la OIT y con la que estamos totalmente en sintonía es la importancia de prestar especial atención a la educación en emergencia, pues en contextos de crisis, conflictos y desastres, el trabajo infantil se dispara. Por eso, la educación de los más pequeños debe tenerse en cuenta en todas las fases de la acción humanitaria – desde los planes de preparación para las crisis y los planes de contingencia hasta las respuestas humanitarias a los esfuerzos de reconstrucción y recuperación después de las crisis.
En Educo hace años que trabajamos para dar respuesta a las necesidades de los niños y niñas y sus familias. Estamos siempre alerta para acompañar a la infancia en el camino de vuelta a la escuela poniendo todos los medios a nuestro alcance. Escuchamos sus miedos, sus inquietudes y sus sueños y les devolvemos la oportunidad robada. Porque el trabajo infantil se cura con educación.
En Bangladesh, la mayoría de los niños y niñas de entre 5 y 7 años trabajan procesando pescado seco en Cox’s Bazar, dejando de lado la escuela. Para luchar contra esta dura realidad, llevamos a cabo un proyecto con el que queremos reducir el trabajo infantil peligroso, especialmente el que se realiza en el sector de la transformación del pescado seco, concienciando a las familias para que lleven a sus hijos e hijas de vuelta a la escuela. Y no solo a las familias, también llevamos a cabo campañas de concienciación a nivel comunitario.
Con este proyecto la realidad durísima de muchos niños y niñas está cambiando a mejor. Zannatul es un claro ejemplo: “Antes mi vida era muy triste. Mi familia no tenía ahorros, vivíamos al día, ya que somos siete y mis padres ganan muy poco dinero. Así que todos teníamos que trabajar, incluso a mi hermana mayor la obligaron a casarse muy joven y a mí a trabajar en el almacén de pescado seco con mi madre. Lloraba mucho cuando se me clavaban las espinas del pescado seco en las manos, pero trabajaba duro para mantener a mi familia”.
Pero gracias al apoyo de nuestra ONG ha podido retomar sus estudios y volver a las aulas: “Antes solía ir al cole, pero no con regularidad. La mayor parte del tiempo trabajaba. Después de matricularme en esta nueva escuela he ido dejando de trabajar poco a poco. Gracias a las reuniones de concienciación de Educo con mis padres, ahora saben lo perjudicial que puede ser trabajar en el sector de la transformación del pescado seco”, cuenta Zannatul.
Ahora Zannatul nunca falta a la escuela. Está muy contenta con sus profesores porque la quieren mucho y dice que cada día aprende cosas nuevas. Sus profesores dicen de ella que tiene un talento enorme y mucho entusiasmo, pues ganó el premio del concurso de dibujo de la Semana de los Derechos de la Infancia 2023.
En el acto de entrega de premios, la joven alzó la voz ante funcionarios del gobierno local con algunas reivindicaciones. Como resultado, un representante del gobierno le prometió apoyo para cumplir su sueño de ser médico. Ahora sus padres están muy contentos de ver el cambio en la vida de Zannatul. Es una de las alumnas más activas en el Consejo de estudiantes de su escuela: "Quiero ir a la escuela todos los días. Además de estudiar, disfruto luchando por los derechos de los niños y niñas de mi escuela" .
Bangladesh , derecho a la educación , educación , educación en emergencia , protección , Trabajo infantil
Conoce quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos.
Recibe nuestra newsletter con todas las novedades.
Con los REGALOS SOLIDARIOS EDUCO ayudarás a que miles de niños y niñas vulnerables puedan estudiar, crecer sanos y tener oportunidades de futuro. ¡Regala aquí!