¿Sabías que
el 28 de febrero es el Día Mundial de las Enfermedades Raras? Este día se ha creado para concienciar a la población sobre las diferentes enfermedades raras que pueden afectarnos. Ahora bien, ¿qué se entiende por enfermedades raras? Según la
definición de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) son "aquellas que afectan a menos de 1 cada 2.000 ciudadanos en Europa". Desde
Educo, queremos sumar nuestro granito de arena presentándote algunas de las
enfermedades raras de la alimentación infantil.
Una alimentación equilibrada y saludable basada en la
pirámide alimentaria infantil es una de las grandes preocupaciones de padres y profesores pero, ¿qué pasa cuando nuestra idea de alimentación variada y sana se ve truncada por una enfermedad prácticamente desconocida?
Hoy hablaremos de
enfermedades raras relacionadas con la alimentación infantil, específicamente de sus síntomas, para que seas capaz de reconocerlas y sepas cómo actuar ante su presencia. ¿Vamos allí?
Trastorno de la Pica, ansia por comer objetos
¿Has visto alguna vez a un niño comer papel, tierra o piedras? En algunos casos se trata simplemente de la clásica etapa de experimentación que viven todos los niños mientras que en otros señala una enfermedad conocida como
Trastorno de la Pica. Cuando los peques sienten ansias de comer objetos que no son comida, hablamos de esta dolencia. A veces, es difícil de diagnosticar justamente porque los niños suelen meterse cosas en la boca como parte de la exploración del entorno pero debemos permanecer alerta.
Si tu hijo manifiesta interés por comer sustancias que no son alimentos y los alimentos no le interesan, bien vale hacer una consulta con un especialista.
Intolerancia hereditaria a la fructosa
Las alergias e intolerancias alimentarias se han vuelto cada vez más comunes en los consultorios pediátricos debido a los avanzados estudios que se practican hoy en día. De hecho es probable que conozcas a algún niño que padezca
intolerancia al gluten, a la proteína de leche de vaca o alergia a la lactosa. No obstante, ¿sabes que existe una enfermedad rara llamada
intolerancia hereditaria a la fructosa?
La intolerancia hereditaria a la fructosa, conocida también como fructosemia o déficit de fructosa 1 fosfato aldolasa, es un error del metabolismo que se hereda y que implica una deficiencia de la enzima fructosa 1 fosfato aldolasa que se acumula en el hígado, riñón e intestino delgado.
Si tu bebé presenta
vómitos repetitivos y abundantes después de comer, tiene convulsiones o un sueño excesivo, está irritable o la ictericia neonatal se prolonga en el tiempo, es bueno que consultes con tu médico pediatra porque puede sufrir de fructosemia. En su forma crónica, a estos síntomas puede sumarse un rechazo al dulce e incluso, problemas renales. No te dejes estar y si sospechas que tu hijo puede padecer esta enfermedad, ¡ve al médico! Con una dieta preparada por el profesional, podrás mantener a raya la enfermedad.
Fenilcetonuria o PKU, el cuerpo no procesa proteínas
La fenilcetonuria o PKU es una enfermedad extremadamente rara que afecta a 1 de cada 10.000 recién nacidos por la cual
el organismo no puede procesar la proteína fenilalanina que se encuentra presente en una gran parte de los alimentos, como carnes, legumbres o huevos.
Veamos algunos síntomas que pueden alertar de la presencia de esta afección que, en sus casos más extremos y sin tratamiento, puede llegar a provocar un retraso mental:
- Un cierto retraso psicomotor del bebé e incluso, convulsiones.
- Un eccema facial difícil de curar.
- Temblores que se presentan en situaciones donde no hace frío ni el bebé está expuesto a corrientes de aire.
- Poco interés del niño en interactuar y mostrar curiosidad por el mundo que le rodea.
Como siempre repetimos, no dudes en consultar con el pediatra si ves que tu hijo presenta alguno de estos síntomas. Piensa que con una dieta baja en proteínas, tu hijo podrá llevar una vida totalmente normal.
Intolerancia alimentaria total, una enfermedad extrema
¿Tu hijo se niega a comer? Lo más probable es que se trate de una común
inapetencia infantil, pero quizá se trate de uno de los poquísimos casos a nivel mundial de niños que padecen
intolerancia alimentaria total, un mal que hace que cualquier alimento produzca llagas, sarpullidos e inflamaciones en la piel. Si el peque se niega a comer y ves que cualquier ingesta le produce estas reacciones alérgicas, consulta con el médico. En caso de diagnosticarle esta enfermedad, el niño deberá comenzar a ingerir preparados especiales para esta dolencia que le aporten los nutrientes necesarios para crecer sano y fuerte.
Galactosemia, incapacidad de procesar galactosa
La galactosemia puede confundirse con una alergia o intolerancia a la leche, justamente porque
los pequeños que la padecen no pueden descomponer el azúcar simple galactosa, presente en la leche y derivados lácteos.
Los principales síntomas que nos hacen pensar en la presencia de esta enfermedad son:
- Coloración amarillenta de la piel del bebé.
- El bebé se niega a consumir lácteos.
- El bebé aumenta poco de peso.
- Pueden presentarse convulsiones, vómitos o letargo.
Si tu hijo padece esta rara enfermedad, deberá evitar el consumo de leche y derivados durante toda su vida. Un consumo de galactosa por quienes padecen esta dolencia puede generar problemas en riñones, ojos, cerebro o hígado.
Acalasia, el peque regurgita alimentos continuamente
La acalasia es una enfermedad rara en la alimentación infantil pero aún así existen casos que generalmente pueden confundirse con el reflujo gastroesofágico, ya que al igual que en ese caso se produce regurgitación de alimentos. Además, quienes padecen acalasia experimentan dolor torácico, acidez estomacal, tos y dificultad para deglutir. ¿A qué se debe esto? Pues sencillamente a que el alimento se atasca en el esófago del pequeño y no continúa su tránsito hasta el estómago.
Quienes sufren esta dolencia pueden llegar a presentar anorexia o desnutrición. Consulta con el médico ante cualquier sospecha para que te explique cómo combatirla.
Como ves,
existen muchas enfermedades raras que pueden afectar a los peques y que son ampliamente desconocimiento. Estas son algunas de las afecciones que como padres o docentes podemos detectar en los niños. Para ello, debemos estar atentos,
compartir la mesa con los peques y no
descartar la posibilidad de alguna afección que impida la alimentación equilibrada y variada que todos deseamos.
Desde
Educo, te invitamos a prestar especial atención en la alimentación de los más pequeños de la familia, porque comer bien es necesario para que crezcan sanos y fuertes. Por eso,
queremos proponerte también que nos ayudes a continuar con nuestra labor que consiste en colaborar con un mínimo del 50% de una beca comedor en diferentes colegios del país. Trabajamos
para que miles de niños a lo largo y ancho de España puedan recibir una comida equilibrada y saludable al día.
¿Nos ayudas a ayudar?
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