¿Es bueno darle masajes a mi bebé? La respuesta es sí. ¡Por supuesto! A los bebés les encanta que los toquen, quieran y abracen, y el masaje es una actividad fantástica, que si se convierte en rutina, no solo
mejorará el humor del bebé sino que calmarán el llanto y ayudarán a conciliar el sueño. Pero además, estas caricias incrementan la sensación de confianza y seguridad.
Estudios científicos han demostrado que las caricias suaves que se emplean en un masaje pueden
aumentar el crecimiento y el desarrollo de los bebés prematuros, ayudan a evitar cólicos, tan comunes en los bebés y fortalecen su sistema inmunológico. En los casos de niños con problemas de vista, con Síndrome de Down o parálisis cerebral, los masajes pueden fomentar
una mayor conciencia del cuerpo y ayudan a mejorar su tono muscular. Otros beneficios importantes incluyen: fortalecer el vínculo afectivo, hidratación de la piel, estimular el sentido del tacto en el bebé y reforzar su sistema inmunitario.
Cuándo y cómo darle un masaje a tu bebé
Es mejor no dar un masaje justo antes o después de una comida. El momento idóneo es antes o después del baño o cuando el bebé sufra de cólicos o se muestre muy nervioso. Lo importante es establecer cierta rutina para que tu hijo sepa cuándo va a recibir el masaje.
- ¿Cuándo puedo comenzar? Desde que tu bebé cumpla su primer mes (después de que se le haya caído el cordón umbilical).
- ¿Qué duración debe tener? Podrás empezar a darle masajes cortos, de pocos minutos. Con el tiempo, podrás ir ampliando este tiempo hasta un máximo de diez.
- ¿Dónde le hago el masaje? Lo mejor es dar un masaje en una habitación tranquila, a temperatura ambiente, sin ruidos o mucha luz. Extiende una toalla o suave manta en el suelo y desnúdale (dejando solo el pañal). Recuerda que tus manos han de estar a la misma temperatura que el cuerpo de tu bebé o incluso más calientes.
- En qué consiste. Los masajes en los bebés se basan en repeticiones lentas y suaves que aumentan la presión de forma gradual. Es importante que la presión que ejerzas se adapte a la edad y la musculatura de tu hijo.
Los primeros días, los masajes deben aplicarse solo en brazos, espalda y piernas ya que estas zonas del cuerpo menos sensibles. Pon a tu bebé boca abajo y traza círculos diminutos con las puntas de tus dedos, a cada lado de su espina dorsal, empezando en el cuello y llegando hasta sus pies. Coge uno de sus pies y gíralo suavemente en círculos unas cuantas veces en cada dirección.
También podrás acariciar el tobillo, la planta y la parte de arriba del pie usando tus pulgares. Repite lo mismo en el otro pie. Recuerda que
en la planta de los pies, se concentran miles de terminaciones nerviosas por lo que una presión suave es lo mejor.
Cuando el bebé y tu estéis preparados para añadir el pecho, la cara y el estómago, coloca al bebé boca arriba. Extiende tu mano sobre la parte superior de su pecho y acaríciale realizando grandes círculos hasta llegar a sus muslos. Repite este movimiento varias veces.
Si tu bebé sufre de cólicos es mejor ponerle de lado, colocar una pierna sobre otra y ejercer una cierta presión sobre la cadera.
¿Qué crema utilizo?
Siempre es mejor un aceite suave y sin perfume. Vierte una pequeña cantidad en la palma de tu mano y
frótalas para crear calor antes de tocar a tu bebé. Al terminar, tápale y abrázale para seguir conteniéndole. Si aun no se ha quedado dormido, puedes poner una música suave o contarle un cuento.
No solo disfrutarás de este momento especial con tu hijo sino que estas rutinas son las que
le quedarán en la memoria a lo largo de su vida y seguramente, serán las que más disfrute y recuerde.
¿Ya has empezado a darle masajes a tu bebé? ¿Qué técnica utilizas? Seguro que podremos aprender de tus experiencias. Escríbenos y comparte tu ideas.
Derechos de imágenes:
Saia.neogaia,
Adrian Drebler.
Actividades en familia
,
Actividades infantiles
,
Maternidad
,
Salud infantil
,
Sueño infantil