La materia blanca es una parte del sistema nervioso central compuesta de los axones neuronales recubiertos de mielina. Aunque hasta hace poco se pensaba que la materia blanca era un tejido pasivo es la que forma las conexiones neuronales y está implicada en los procesos de aprendizaje. Es importante destacar que los seres humanos nacemos con muy pocas conexiones neuronales: la mielina que recubre los axones de las neuronas se va formando progresivamente desde el nacimiento hasta más o menos los siete u ocho años y por ello los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo del cerebro.
Un estudio afirma que el ejercicio en los niños puede variar la estructura de la materia blanca cerebral, haciendo que las distintas regiones cerebrales se comuniquen mejor y por tanto el cerebro aumente su capacidad. Esto, según los investigadores, no quiere decir que los niños que hacen deporte sean más listos, sino que el ejercicio mejora sus salud cerebral y aumenta sus capacidades cognitivas. Otros estudios sugieren que la práctica del deporte también está relacionada con mayores habilidades lingüísticas y mejores resultados en los tests de matemáticas o de lectura.
Hacer deporte mejora el desarrollo del cerebro
El nuevo estudio, realizado por la
Universidad de Illinois en EEUU no se ha enfocado en analizar test de capacidades, sino que ha ido directamente a comprobar la estructura cerebral. El resultado es que la materia blanca de los niños que practican deporte se estructura de una forma diferente a la de los que no lo hacen, sugiriendo que el deporte mejora la capacidad de comunicación entre las distintas áreas del cerebro, debido a un aumento del flujo sanguíneo que provoca que estas áreas puedan desarrollarse más.
El ser humano es nómada. Cuando evolucionamos desde nuestros antepasados primates la naturaleza no tenía previsto que los seres humanos pasáramos 10 horas diarias sentados en sillas delante del ordenador o en clase. Los estudios científicos relativos al deporte en la infancia no hacen más que redundar en la idea de que
el ejercicio no sólo es bueno para la salud de los niños, es que es imprescindible para su correcto desarrollo. Desde una perspectiva biológica no es tanto que hacer deporte o moverse sea bueno, sino que no hacerlo, también durante la infancia, o sobre todo durante la infancia, cuando todo el organismo y también el cerebro está en pleno desarrollo, es malo.
Los niños necesitan estar en movimiento. Trepar, correr, saltar, experimentarlo todo, jugar sin parar. No se trata tanto de apuntarlos a muchas extraescolares, como puede ser fútbol, tenis y baloncesto, sino de cambiar la perspectiva. Si el ser humano nació para estar en movimiento, los niños necesitan ese movimiento. Los niños necesitan ser niños.
El estudio se ha publicado en
Frontiers in Human Neuroscience y abre nuevas perspectivas para el desarrollo de los curriculos escolares de nuestros niños. Incentivar el deporte, también en el colegio, no sólo es bueno para la salud, es necesario para un buen aprendizaje.
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