Huertos comunitarios para mujeres en Burkina Faso

“Estábamos cultivando sésamo y cacahuetes cuando Educo decidió ayudarnos, después de ver el trabajo que estábamos haciendo y a pesar de los medios limitados de los que disponíamos”, nos cuenta Sawadogo de la asociación de mujeres Nabonswendé, que participan en nuestro proyecto de huertos comunitarios en la provincia de Yatenga.  

Empezamos a trabajar con ellas hace cuatro años, aunque este grupo de mujeres ya había empezado con los huertos en 2011, pero su producción era muy limitada. Nuestro apoyo ha consistido en clases de formación y apoyo para ponerlos en marcha. “Cultivamos principalmente cebollas y algunas verduras como la acedera, que la utilizamos mucho las para cocinar. Esta labor de horticultura que realizamos nos permite contribuir enormemente en los estudios de nuestros hijos ya que con el dinero que ganamos, podemos comprarles todo el material que necesitan y cubrir los gastos escolares además de proporcionarles alimentos sanos cuando van a la escuela. A nivel familiar, estos ingresos extra, nos permiten ayudar con la compra de alimentos cuando nuestros maridos no pueden mantener a la familia. Cubrimos la necesidad”, cuenta Sawadogo.

Además, también hemos construido varios pozos, con ayuda de la comunidad, y les hemos entregado varios lotes de semillas para ayudar así a diversificar la producción. 
 


Sawadogo nos cuenta cómo se ganaban la vida antes de trabajar en los huertos: “Nuestra vida era difícil. Trabajábamos lavando oro para mantenernos a nosotras mismas y a menudo a la familia. A veces incluso vendíamos pequeños dulces para ganar un poco de dinero, pero nunca fue sencillo. Pero desde la creación del huerto, ya no vamos a ningún sitio, trabajamos a tiempo completo cultivando en este lugar de forma segura con nuestros hijos. Quiero agradecer a Educo por ayudar a las mujeres a salir de su vulnerabilidad. Las actividades del huerto nos ayudan enormemente”.   

Nuestro proyecto quiere mejorar la capacidad de los hogares para satisfacer las necesidades nutricionales básicas de los niños y niñas. Así, gracias a los huertos comunes, se aumenta la producción agrícola de los hogares vulnerables mediante la explotación de varias hectáreas de tierras no utilizadas para que tengan, por lo menos, una fuente adicional de ingresos monetarios y la diversificación de la producción agrícola para la prevención de la malnutrición.  

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