La crisis de la COVID-19 ha cambiado muchos aspectos de nuestra vida: la forma en la que trabajamos, en la que consumimos, en la que nos relacionamos y en la que los niños y niñas estudian y asisten a la escuela. Pero las preguntas son: ¿la tecnología ha favorecido a todos los alumnos por igual?, ¿internet crea una brecha digital o es una forma de democratizar la educación? En este post vamos a tratar de responder a estas preguntas.
Según la UNESCO, 826 millones de niños y niñas sin clase durante la pandemia no han tenido acceso a ordenadores en su casa y el 45% no tiene internet en casa. Otro problema adicional es que muchos niños y niñas debían recorrer varios kilómetros desde su casa para acudir a algún lugar con acceso a internet y asistir a clase. En el caso de África Subsahariana los datos aumentan puesto que el 89% de los alumnos no tiene acceso a un ordenador y el 82% no puede acceder a internet.
La brecha digital es la diferencia que existe entre quienes pueden acceder y utilizar internet y quienes no pueden. La desigualdad se manifiesta en la cobertura de internet y en el conocimiento de la herramienta, entre otros aspectos. La brecha digital se manifiesta en muchos ámbitos como el laboral, el social, el académico y el del ocio.
Para entender mejor el problema es necesario ver algunos datos. Según el Informe Medición de la Sociedad de la Información elaborado por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), en los países desarrollados el 81,3% de los hogares disponen de acceso a internet, mientras que en los países en desarrollo el porcentaje baja a 34,1%.
Esto supone que existe una gran desigualdad entre los países desarrollados y los países en desarrollo y que los niños y niñas que viven en hogares con dificultades se enfrentan con varios obstáculos:
- No tienen acceso a internet.
- Cuando tienen acceso los dispositivos son pocos y suelen estar obsoletos.
- El conocimiento de las nuevas tecnologías, debido a la falta de acceso, es menor.
Internet es un medio que democratiza la educación porque:
- Da acceso a todo tipo de conocimientos en cualquier momento y desde cualquier lugar. Se pueden ver multitud de textos o de vídeos educativos y de calidad en toda la red.
- Potencia las habilidades de los niños y niñas en el uso de nuevas tecnologías. El uso de internet potencia las habilidades de los niños y niñas de cara al futuro, ya que desde pequeños se familiarizan con tecnologías y herramientas digitales que les convierten en nativos digitales.
- Pone al alcance multitud de oportunidades. El uso de internet abre el abanico de posibilidades laborales, de ocio o de educación, entre otros muchos aspectos.
Sin embargo, internet también puede crear desigualdades para quienes no tengan acceso a las nuevas tecnologías y, adicionalmente, puede suponer un riesgo, puesto que el desconocimiento de las nuevas tecnologías puede hacer que los niños y niñas sean más vulnerables a la hora de acceder a contenidos inapropiados o de sufrir ciberacoso, por ejemplo.
La brecha digital puede producir diversos problemas en los niños y niñas que la sufren, entre los que podemos destacar los siguientes:
- Retraso en las clases. Muchos niños y niñas no podrán asistir a las clases online por lo que se retrasarán respecto al resto de la clase.
- Falta de acceso a información. Actualmente muchos libros y otras informaciones para las clases y para hacer los deberes están en internet y los niños y niñas que no dispongan de acceso en su casa no podrán ver esa información.
- Abandono escolar. Los niños y niñas podrían terminar abandonando la escuela por falta de medios para continuar al mismo nivel que el resto de la clase.
Ya conocemos el problema y el reto está en saber cómo eliminar o reducir la brecha digital para que los más vulnerables y desfavorecidos no sufran las consecuencias de la desigualdad. Estas son algunas de las acciones que se pueden realizar:
- Los Estados deben legislar para que el acceso a internet sea universal y seguro. Por ejemplo, pueden crear subvenciones para financiar la compra de equipos y la contratación de internet por las familias más desfavorecidas.
- En las escuelas se tendrán que desarrollar programas especiales para fomentar y enseñar el uso de las nuevas tecnologías por parte de los niños y niñas desde edades tempranas.
- También se deberá formar a las familias y a los profesores para que tengan conocimientos sobre el uso de internet y puedan supervisar su uso por los niños y niñas de manera que se eviten riesgos.
En Educo apostamos por una educación igual para todos los niños y niñas. Nuestro objetivo es que terminen, como mínimo, la educación primaria y que la formación que reciban sea de calidad de manera que las escuelas tengan los materiales y los espacios adecuados.
Actualmente, cerca de 60 millones de niños y niñas en edad de asistir escolar no asisten a la escuela. Los que más sufren esta circunstancia son aquellos niños que viven en una situación de pobreza, tienen alguna discapacidad o se encuentran en zonas de guerra o de conflicto. Para evitar todo este problema se deben invertir muchos recursos, sin embargo, el déficit en la financiación de la educación sigue aumentando y ya supera los 25 millones de euros.
No basta con garantizar el acceso a la conectividad o la adquisición de ordenadores y tabletas, si no va acompañado del apoyo de padres y madres en el proceso de aprendizaje de sus hijos. La falta de habilidad en las nuevas tecnologías o un entorno que no pueda propiciar el estudio representan también una gran barrera a la educación.
Desde Educo, tenemos la esperanza de que entre todos podamos aprobar el examen con buena nota este septiembre. Es mucho lo que está en juego; una generación de niños y niñas depende de ello. ¿Nos ayudas? Firma por una vuelta al cole segura y sin brecha digital.
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Derechos de imagen: Vidmir Raic en Pixabay
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