Una
mamá se dirige con su bebé a nuestro Centro de Recuperación y Educación Nutricional (CREN) de Ouahigouya, en Burkina Faso. En algunas ocasiones, las mujeres vienen hasta el centro porque lo conocen; en otras, llegan a él después de las visitas que realiza nuestro personal médico a los pueblos de la provincia de Yatenga. Otras veces son los enfermeros de los pueblos con los que trabajamos codo con codo los que envían a las madres con sus bebés a nuestro centro.
La madre se entrevista con el personal médico del CREN, que recibe así las primeras impresiones del estado de salud del pequeño. A menudo la causa de la
desnutrición que sufre el niño tiene su origen en alguna de las enfermedades que más les afectan, sobre todo las diarreicas, respiratorias y el paludismo.
Nuestro personal hace el seguimiento ambulatorio de los niños con malnutrición leve y moderada.
Los casos de desnutrición severa, incluso lo de desnutrición moderada con presencia de ciertas enfermedades,
son atendidos en nuestro centro.
El pequeño, en evidente estado de desnutrición, es examinado por el director del CREN, Esaí. Él le toma la temperatura, lo pesa, lo mide, le ausculta y, si lo considera necesario, como en este caso, le pone una sonda para administrarle de forma efectiva la medicación adecuada y, a veces, la alimentación.
Después del examen médico, si es necesario como en este caso, se decide
el ingreso del pequeño en el centro. Durante los próximos 30 días, el tiempo de estancia media, vivirá aquí con su madre, haremos el seguimiento de su evolución dos veces al día e iremos adaptando la medicación y la alimentación que recibe para que recupere su salud.
Dioukou es ingresado en nuestro Centro de Recuperación y Educación Nutricional
(CREN) de Burkina Faso, en África.
En nuestro centro, los
bebés y sus madres reciben cuidados médicos según el protocolo del Ministerio de Salud para los menores de 5 años. Las mujeres reciben educación sanitaria y tanto sus hijos como ellas tienen acceso a una alimentación equilibrada. Si es necesario, las
madres también reciben atención médica durante toda la estancia.
Tras quince días de ingreso,
los progresos del pequeño se hacen evidentes… ¡cada día está más despierto y activo!
La
madre ayuda en los cuidados y la alimentación de su hijo y en muchos casos le administra la medicación. Tanto él como su mamá reciben cuidados nutricionales.
Tras 30 días de ingreso y cuidados,
Dioukou le ha ganado la batalla a la enfermedad, ¡cada día está más despierto y activo!
El pequeño
ha recuperado peso y su madre ha recuperado la sonrisa. Están a punto de recibir el alta y volver a casa. Él, con fuerza y salud para seguir creciendo; ella, con nuevas herramientas para cuidarlo y acompañarlo en su desarrollo.
La
educación sanitaria es muy importante para la prevención de la malnutrición, para la salud en general y para evitar las recaídas de los niños curados. Las demostraciones a las madres de cómo elaborar las papillas enriquecidas, a base de ingredientes locales que encontramos en las comunidades, les aportan conocimientos para la buena alimentación de sus hijos.
También reciben una
formación complementaria tres veces a la semana sobre higiene, salud y alimentación equilibrada, salud sexual y contracepción y sobre el proceso del embarazo y el nacimiento, entre otras.
Tú puedes ayudar a que muchos niños de Burkina Faso tengan la misma suerte que Dioukou:
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