El 30 de julio es el Día Mundial contra la Trata, y desde Educo estamos firmemente convencidos de que la educación es una poderosa herramienta para alejar a los niños y a las niñas de las organizaciones de trata ya que las redes criminales tienen en su punto de mira a la población más vulnerable. De hecho, uno de cada cinco víctimas de trata es un menor de edad.
Además, la proporción de niños y niñas víctimas de la trata —uno de los delitos más crueles contra la humanidad porque convierte a las víctimas en simples mercancías ya que son reclutadas recurriendo a la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción para controlarlas y explotarlas— se ha triplicado en los últimos 15 años según el último informe de la UNODC. Las niñas son principalmente objeto de trata con fines de explotación sexual, mientras que los niños son utilizados para trabajos forzados.
"Los traficantes juegan con los sueños e ilusiones de sus víctimas, la posibilidad de un mejor futuro, de escapar de la violencia o de la pobreza".
Un negocio que mueve al menos 3.200 millones de euros al año y especialmente peligroso para los niños y niñas ya que capta a sus víctimas, generalmente, a través del engaño con el fin de explotarlas hacia una forma de esclavitud moderna. “Los traficantes juegan con los sueños e ilusiones de sus víctimas, la posibilidad de un mejor futuro, de escapar de la violencia o de la pobreza. Y van adaptando sus formas de captación según los contextos, sea la emigración forzada en Latinoamérica o la guerra en Ucrania, el mensaje es el mismo ‘yo soy la solución a tu problema’”, explica Nancy Ale, nuestra experta en Trata, “las víctimas son personas que están desesperadas buscando cualquier tipo de ayuda o apoyo”.
Nancy nos explica cómo captan los tratantes a sus víctimas, el potencial de internet y cómo desde Educo trabajamos para poner freno a esta lacra.
Desde Educo rechazamos cualquier forma de violencia contra la infancia y actuamos para prevenir y apoyar a las víctimas de la trata de personas, especialmente a los niños y niñas. En Moldavia hemos habilitado centros de atención a los refugiados ucranianos en el paso fronterizo de Palanca donde ofrecemos alojamiento temporal a las familias y les facilitamos productos básicos de alimentación e higiene. Además, en estos centros los menores cuentan con espacios de protección especialmente habilitados para ellos donde se llevan a cabo actividades en grupo, como juegos o deporte, y donde identificamos si los niños están sufriendo algún tipo de abuso.
Y en Bolivia llevamos a cabo proyectos de prevención mediante la continua formación de la infancia y la juventud. Fabiana y Miguel son dos jóvenes activistas que participan en uno de estos proyectos y forman parte del Comité Comunitario de Juventudes contra la Trata de Personas en Tarija, Bolivia.
Fabiana cree que el machismo tiene parte de culpa ya que la trata de personas y la explotación sexual comercial tienen mucho que ver con la oferta y demanda y con la cosificación de los cuerpos, especialmente el de las mujeres. Por ello, está convencida que se debe trabajar en la prevención desde la raíz para llegar incluso a ámbitos más complejos como las áreas rurales donde aún hay muchos temas culturales que impiden hablar de temas como la sexualidad, la equidad de género o la trata de personas.
Sobre ese tema, Miguel nos cuenta que otro de los factores que pone en riesgo a la infancia es el tema económico ya que para generar algunos recursos muchas niñas, niños y adolescentes se ven forzados a trabajar en los caminos o en las fronteras donde son altamente vulnerables y están en riesgo, así como el desconocimiento sobre los mecanismos de denuncia ante las instancias públicas sobre este tipo de delitos: “Si bien han mejorado los niveles de información para la identificación y prevención, no se cuenta con suficiente información sobre dónde acudir o qué se debe hacer cuando una persona se identifica como víctima o potencial víctima de trata, ese es un tema que también debemos analizarlo en el Comité”.
Y es que como afirma Miguel, la educación en estos temas aún es una carencia enorme y se necesita más apoyo a los jóvenes: “Hay pocas organizaciones que apoyan a las juventudes como ahora lo están haciendo CEADL y Educo que nos están impulsado y apoyando para que podamos interiorizarnos más sobre estos temas, organizarnos, reflexionar y generar propuestas ejerciendo nuestra ciudadanía”.
Jhennyfer, participó en una de las formaciones que llevamos a cabo en Tarija en las que, a través de distintas actividades, concienciamos a los niños y niñas sobre los peligros de internet. En el curso practicaron técnicas de actuación y con eso se animaron a hacer videos y podcast para compartir con otras niñas y niños de su edad para que aprendan desde pequeños a tener cuidado.
“Antes no escuché sobre los peligros de la trata de personas, pero ahora hemos aprendido a cuidarnos, sabemos que también hay personas que se esconden en perfiles falsos y son peligrosas. No hay que poner información personal en redes sociales y tampoco si están solos o donde viven”.
Otro de los proyectos que llevamos a cabo es el Hogar Transitorio situado en El Alto, un lugar que da cobijo y protección a las niñas y jóvenes de entre 10 y 18 años que han sido víctimas de explotación sexual. También llevamos a cabo el programa Tejiendo redes seguras–Protejeres, con el apoyo de la Cooperación Española.
“Los jóvenes somos diversos, más que solo jóvenes somos juventudes, venimos de realidades diferentes, todos tenemos algo por qué luchar, una llama que nos impulsa, pero lo importante es unirnos para lograr resultados”, concluye Fabiana y con esta frase nos quedamos porque no podemos estar más de acuerdo.
Bolivia , educación , Prevención , protección , trata , trata niños , Violencia , violencia sexual
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