La Convención sobre los Derechos del Niño supuso un cambio importantísimo para la concepción de la infancia: los niños y las niñas, que hasta el momento eran considerados sujetos de derechos y debían ser protegidos y cuidados, pasaron a ser titulares y protagonistas de sus propios derechos. Todos los días del año reivindicamos el cumplimiento y respeto de sus derechos, sobre todo el derecho a la educación, pero especialmente el 20 de noviembre, el Día Universal de la Infancia.
Los 54 artículos de la convención recogen los derechos que tienen todos los niños y niñas: el derecho a la igualdad; a tener un nombre y una nacionalidad; a crecer en familia; a recibir atención médica; a la educación, el ocio y la cultura; a la protección de cualquier forma de violencia; a expresar su opinión y que esta sea escuchada; a participar en las decisiones que le afectan.
Pero como todo en la vida, del dicho al hecho, hay un trecho. El mundo no es el lugar ideal en el que nos gustaría que crecieran los niños y las niñas, y para llegar a ese lugar con el que todos soñamos queda mucho camino por recorrer, tanto es así, que las cifras hablan por sí solas:
En el mundo, 160 millones de niños y niñas trabajan y de ellos, 79 millones lo hacen en empleos que ponen en riesgo su vida.
Cada minuto, 28 niñas son obligadas a casarse.
Cada año, 1.000 millones de niñas y niños sufren violencia física, sexual o psicológica.
Tristemente, el matrimonio o el trabajo infantil, el embarazo adolescente o la trata, entre otros problemas endémicos, les roban sus derechos, su infancia y la oportunidad de un futuro mejor. Pero por suerte hay algo que se los devuelve: la educación, y desde Educo trabajamos para que todos los niños y niñas puedan estar o volver a la escuela. Porque hoy 250 millones de niñas y niños siguen sin estar escolarizados.
Creemos en el poder de la educación, porque evita que los niños y las niñas sufran situaciones injustas de abuso, explotación o violencia que están sucediendo ahora mismo, mientras lees estas líneas. Cuando un niño o niña está en la escuela, está protegido.
Pero no solo entendemos la educación como un conjunto de conocimientos académicos, sino que es algo mucho más poderoso: mueve el mundo y lo transforma en el lugar en el que los niños y niñas merecen vivir.
Estamos convencidos de que los niños y las niñas pueden llegar donde se propongan, si los acompañamos, desarrollamos su pensamiento crítico y les damos las oportunidades que necesitan.
Derechos de la Infancia , Día del Niño , Día infancia , educación , protección
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